Tazio Nuvolari
Malquerido PloProf
Verificad@ con 2FA
Corría el año 1972 (joer, qué viejo me siento de pronto) cuando, con ocasión de la dichosa primera comunión de infausta memoria, mi madrina (una reina del kitsch) me regaló un Potens cadete... chapado en oro y con correa blanca !!
Evidentemente sólo me lo puse ese día, y por obligación. Luego fue a dormir un largo sueño en un cajón.
Pero como siempre he tenido espíritu de comerciante, a los 12 años se lo cambié a un colega de clase por un Casio que me encantaba. En los siguientes cuatro años tuve tres iguales, porque jugaba a hockey patines y murieron uno tras otro en lamentables circunstancias...
A los 18 me fuí a los USA a currar por dos años y, no me preguntéis por qué, pero un día vi un reloj en un escaparate que me dijo ”cómprame, ladrón"... y me dejé buena parte de mi primer sueldo yanqui. Era un Wittnauer...
Allí mi pasión relojil (que va después de la automovilística, lo siento...) empezó a hacerse patente, y me vine de vuelta con un Hamilton y un Elgin vintage (este me lo regaló un jefe, lo nunca visto).
Desgraciadamente a mi vuelta mi padre falleció y su legado material, aparte un juego Parker de escritura, fue un Longines de oro macizo con armis solidario. Y fue así como, a mis tiernos 20 años, empezó una pasión por los marcahoras que no me ha abandonado nunca. :
Evidentemente sólo me lo puse ese día, y por obligación. Luego fue a dormir un largo sueño en un cajón.
Pero como siempre he tenido espíritu de comerciante, a los 12 años se lo cambié a un colega de clase por un Casio que me encantaba. En los siguientes cuatro años tuve tres iguales, porque jugaba a hockey patines y murieron uno tras otro en lamentables circunstancias...
A los 18 me fuí a los USA a currar por dos años y, no me preguntéis por qué, pero un día vi un reloj en un escaparate que me dijo ”cómprame, ladrón"... y me dejé buena parte de mi primer sueldo yanqui. Era un Wittnauer...
Allí mi pasión relojil (que va después de la automovilística, lo siento...) empezó a hacerse patente, y me vine de vuelta con un Hamilton y un Elgin vintage (este me lo regaló un jefe, lo nunca visto).
Desgraciadamente a mi vuelta mi padre falleció y su legado material, aparte un juego Parker de escritura, fue un Longines de oro macizo con armis solidario. Y fue así como, a mis tiernos 20 años, empezó una pasión por los marcahoras que no me ha abandonado nunca. :
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