Quizá esta vez se te haya quedado un poco corto tu dominio del castellano.
Por un lado, no es cuestión de "españolizar estos términos", porque llevan ya "españolizados" décadas, quizá siglos. Por otro lado, como imaginarás, no son realmente términos de relojería sino de joyería.
Coloquialmente se usan generalmente de forma prácticamente indistinta (principalmente, "bañado" y "chapado") salvo cuando, como en este caso, la distinción se hace necesaria. Y cuando se hace necesaria, en español:
"Bañado" (de bañar): como sabemos, no es realmente un baño, puesto que la capa de metal (noble) no se aplica por inmersión en el metal fundido sino por electrodeposición. Pero "baño" tampoco está tan fuera de lugar porque la electrodeposición en sí se aplica introduciendo el objeto en un baño (de agua). Curiosamente, "galvanizado", que también sería un término perfectamente aplicable, no recuerdo haberlo visto usado nunca referido a metales preciosos.
"Chapado" (de "poner una chapa"): pues eso, poner una chapa por encima. También "laminado" (en este caso "chapa" y "lámina" son sinónimos contextuales).
Puesto que, como digo, coloquialmente ambos términos se usan de forma prácticamente indistinta, es habitual utilizar el extranjerismo para dejar más clara la intención: "gold filled", o "rolled", o "laminé". Se da la paradoja de que, contra lo que acabo de decir, encontrarás joyeros que se empeñarán en decir, que no, que ellos cuando dicen "chapado" se refieren también al baño por electrodeposición (muy posiblemente porque ahí se esconde un "falso amigo": en francés se usa "plaqué" como "electroplaqué" y de plaqué, nos viene "chapado" porque en español no existe "placado" pero "placa" y "chapa" son sinónimos).
A lo que voy es que, como ves, el uso de estos términos en español no es especialmente preciso (nos pasa algo parecido, como sabes, con las voces "cronómetro" y "cronógrafo", por ejemplo) así que, dadas las circunstancias, lo más práctico es, simplemente, precisar lo que se quiere decir y listo porque, en este caso, como nos empeñemos en decir "no, no: el término correcto es X" la conversación no se acaba nunca.