Panerai
(última edición a las 19:30)
Una nueva experiencia, la presentación virtual. Caras conocidas en cuadritos pequeños abajo mientras Mario Giménez, el responsable de Panerai Iberia, iba desgranando las novedades. Como introducción, y para seguir lo que se estaba comentando en el hilo, todos los presentes, incluyendo a Mario, estábamos de acuerdo en que esto era o debería ser provisional y fruto de las circunstancias, pero que cuando vendes (la marca) o transmites (la prensa) experiencias lo presencial es imprescindible.
Luminor es la pasta luminiscente que Panerai elaboró hace 50 años para sustituir al radio que había usado hasta entonces en los relojes que le había encargado la Marina Italiana. Esos relojes eran los que posteriormente fueron denominados "Radiomir", y por oposición los ahora icónicos relojes con el protector de corona fueron denominados "Luminor". Estos, los Luminor, cumplen ahora 70 años, y a su alrededor giran prácticamente todas las novedades de este año. No hay novedades en Luminor Duo, y de las otras dos familias (Submersible y Radiomir) han mostrado bien poca cosa (de Radiomir, nada).
Y ante la "acusación" que no pocos le hemos lanzado de hacer siempre los mismos relojes asumen abiertamente que tienen la suerte de contar con un modelo icónico como es el Luminor, sobre el que aplican todas las innovaciones, tanto en materiales como en calibres. Pero especialmente en materiales. Panerai lo denomina
Prima (que se puede traducir por primicia)
Assoluta.Y hay 29, todas elaboradas en el Laboratorio di idee de Neuchatel.
Una de esas primicias es la (o el) Fibratech, un materia nunca antes utilizado en el sector relojero aunque sí en el aeronáutico. Se trata básicamente de fibras de basalto mezcladas con otras rocas volcánicas que le dan a la caja una serie de características ideales para un uso deportivo: inmune a la corrosión, un 70% más ligero que el acero y un 55% más ligero que el titanio.
Otra, el
Direct
Metal
Laser
Syntering, que viene a ser una impresión 3D en titanio (tres centésimas de milímetro por pasada) y que permite cosas que antes eran impensables, como hacer la caja hueca.
Como digo, prácticamente todas las novedades de Panerai giran este año en torno a Luminor. Empezando por tres series limitadas a 270 ejemplares cada una y que sólo se venderán en las boutiques de la marca (hay dos en España -Madrid- y otras dos en Portugal -Lisboa y Oporto-).
(Maldición. He perdido dos horas de trabajo
)
Sigo
Los modelos PAM 01117, PAM01118 y PAM 01119 comparten una novedosa aplicación del material luminiscente, la Super Luminova. Para empezar, se ha elegido una nueva generación de este material, el X1, que es más brillante y permanece activo más tiempo que la utilizada hasta ahora, la de grado A. Comparten también el que parece haberse convertido en el calibre base, el P9010, mecánico automático, 13¾ líneas, 6 mm de grosor, 200 componentes, 31 rubíes, 28.800 alternancias/hora, volante Glucydur™, dispositivo antichoque Incabloc™, dos barriletes. La aplicación de luminova a la que me refería se produce en el bisel, el protector de corona, en el nombre de la marca sobre la esfera y en ¡los pespuntes de la correa! No es que sea innovadora, creo que eso sólo lo había visto en algunos festivales de verano, y no sé yo si le va a un reloj que va de los 16.000 a los 19.000 € y que además se supone que es "profesional" (300 metros de resistencia al agua).
Estos tres relojes se diferencian entre sí principalmente en el material de sus cajas:
- Titanio arenado para el PAM01117 (el de la foto)
- Carbotech para el PAM01118
- Fibratech para el PAM01119
Lo que comparten los tres relojes -además del calibre P9010- es un hito histórico: su fondo anuncia una garantía de 70 años, aunque no nos han acabado de explicar si esta garantía tenía limitaciones o condiciones, como hacerle al reloj todos los mantenimientos en servicio oficial. En todo caso suena más como un brindis al sol o "talking data", porque dudo que dentro de 65 años haya alguien ahí para pedir o rendir cuentas sobre si sí o si no se están cumpliendo las condiciones que le dijeron al abuelo.
En esto de los precios, como casi todo en la vida, todo es relativo. Esto, que es una obviedad, se pone de manifiesto con la pieza más rara de las presentadas. Rara por su escasez, básicamente. Algunos recordarán que Panerai lleva muchos años colaborando con el aventurero sudafricano Mike Horn, colaboración de la que han surgido relojes ahora míticos como el North Pole. Pues bien, la última ocurrencia de Mr. Horn ha sido hacerse un Pole to Pole, de Sur a Norte, con su barco Pangaea. Una vez culminada la aventura, del eje del motor se ha sacado metal suficiente como para fabricar cinco (uno-dos-tres-cuatro y cinco) relojes, cinco PANERAI SUBMERSIBLE ECOPANGAEA™ TOURBILLON GMT 50 MM MIKE HORN EDITION que, como su largo nombre indica, tiene todo eso y además es sumergible a 300 metros. Carece de esfera, por lo que ha habido que soldar los índices al bisel interior.
Este reloj se va a vender sólo en boutiques de la marca (ni siquiera da para un reloj por boutique) al estrafalario precio de 190.000 €. Hay que recordar aquí lo que decíamos de las experiencias y sensaciones, porque en el precio va incluida una expedición al Ártico acompañado por el propio Horn. El propio Mario nos ha comentado que pensaba que se habían quedado cortos con esas cinco unidades, porque sólo en su delegación -Iberia- ya se habían recibido hasta cuatro peticiones, y eso que él no espera recibir ninguna... lo que vendría a corroborar esa particular "teoría de la relatividad".
Empezando la "descompresión" hacia precios más terrenales pasamos primero por el PAM01112, que monta el ya comentado P9010 en una caja de Goldtech, de oro rojo. Y cuando digo "rojo" no es por una mala traducción sino porque el oro que usa Panerai tiene una alta proporción de cobre y añade platino, lo que le da un color decididamente rojo frente al oro rosa que nos es familiar. El platino contribuye a la dureza de la caja, pero también a su peso, haciendo que ésta roce los 100 gramos, lo que "justificaría" un precio de 22.900 €
Siguiente parada, la colaboración con la America's Cup. Los modelos PAM01039 (Submesible, 47mm caja de Carbotech, 21.000 €) y PAM01036 (Luminor, 44mm, caja de titanio, GMT, 10.900 €) tienen la esfera realizada con retazos de las velas del Luna Rossa, participante en la competición. Con estos precios, qué menos que poder experimentar la compra en las boutiques de Prada, también patrocinador del Luna Rossa.
Ligero rebote hasta los 16.000 € de nuevo para conocer la 'novedad absoluta': el PAM01663, un Luminor de 44mm con caja de Fibratech -material ya comentado más arriba- con esfera azul. También con calibre P9010, parece claro que lo que estás pagando es la primicia de tener un material que no existe en ninguna otra parte. Como si fuera polvo de cuerno de unicornio, porque si no no se explica que con el mismo movimiento el PAM01661 con caja de Carbotech tenga un precio de 12.500 € o el PAM01312 con caja de acero se quede en 7.700 €
En el mismo sentido de exclusividad de materiales (me recuerda -cebolleta- los primeros y carísimos aparatos de vídeo) tenemos el ya mencionado DMLS, una impresión en 3D mediante el cual el polvo de titanio, sinterizado por un láser de fibra óptica de alta potencia, adopta una forma sólida que crece 30 micras (0,03 mm) de una vez. Se trata de un proceso único, ya que puede crear una cavidad hueca en el interior. El bisel, la corona y la palanca de bloqueo son de Carbotech. Esto se aplica en el PAM01662 que, igualmente animado por el P9010 de tres días tiene un precio de 15.000 €
Como conclusión, tengo que admitir que como aficionado me había distanciado de Panerai porque me parecía una marca "día de la marmota" en tanto siempre veía -o me parecía ver- lo mismo. Una vez admitido por parte de la marca que -una vez logrado un calibre propio lo suficientemente fiable- su objetivo es aplicar nuevos materiales en las cajas y que por ello se ubican en un segmento medio-alto (aunque su precio de entrada está en unos "asequibles" 4.800 € (Luminor Base Logo PAM0775), creo que le voy a dedicar un poco más de tiempo ni que sea por la fascinación de ver hasta dónde pueden exprimir el limón.