M
Macolo
Forer@ Senior
Sin verificar
Buenos días a todos.
Después de pasar por el subforo de presentaciones, creo que lo siguiente es presentaros mi colección de relojes. Seguramente se trate de una de las más humildes del foro, pero aun así me hace ilusión
Después de haber tenido cuarzos de todos los tipos y colores, los he reducido a una pequeña representación que, además, se basa mayoritariamente en digitales Casio, que es mi marca fetiche, la que siempre he utilizado y en la que sigo confiando plenamente.
Sin embargo, todo evoluciona, y llevo algunas semanas haciendo mis primeras incursiones en el mundo de los automáticos. Y tengo que decir que me está gustando mucho. Llegar hasta aquí ha supuesto superar unos cuantos prejuicios. Resulta un tanto peliagudo aceptar las características propias de este tipo de relojes, cuando toda mi vida he llevado en la muñeca el Casio de turno con caja de resina y una precisión inalcanzable para casi cualquier automático, amén de que no me importaba rozarlo, golpearlo o desgastarlo en mis frecuentes salidas a la sierra.
Pero ahora, haciendo mis pinitos en el universo de los automáticos, me doy cuenta de que es un paso lógico, algo que tenía que llegar sí o sí. Me está permitiendo crecer en mi afición, pero sobre todo, lo que más me atrae, es que se trata de una forma diferente de disfrutar de la relojería; el reloj deja de ser una dura herramienta, y se convierte en un objeto que precisa de la atención de su dueño para poder satisfacerle plenamente. Y esto es algo que me entusiasma.
Bueno, pues sin más, os muestro mi paupérrima colección. Y voy a empezar por el primer automático que ha llegado a mis manos, hace poco más de un mes: el "chinorri":
Se trata de un Tevise T801A. 22 € puesto en casa. Con trasera vista y un aspecto general bastante aparente. No sé lo que va a durar, porque los acabados, como es lógico, son bastante mediocres: el bezel tiene algunas deformaciones por las cuales parece que va a empezar a descascarillarse en cualquier momento, además de una holgura bastante escandalosa. Desconozco el movimiento que lleva, y no tengo ni idea de la reserva de marcha que tiene. Cualquier información que podáis darme sobre este chino, os la agradeceré. Con todos sus defectos, este reloj tiene importancia para mí, ya que ha sido mi primera incursión en los automáticos, la puerta de entrada; gracias a él tenía que decidir si continuaba en esta línea. Y cuando lo tuve, inmediatamente me di cuenta de que iba por el buen camino. Mientras siga funcionando, lo usaré. Y cuando deje de hacerlo, igual me animo a desmontarlo para ver qué se cuece por el interior de estos relojes.
Inmediatamente después, adquirí este (nuevo):
Citizen NH-8389-88L. Movimiento Miyota 8200, con una precisión que me está sorprendiendo: tras siete días de uso, ha adelantado 9 segundos. Es una pieza grandecita, contundente, pesada; y sin embargo muy cómodo de llevar. Con este reloj tengo mis dudas. Hay días que me gusta muchísimo, y otros que no tanto. La caja y el armis son cepillados en toda su superficie, dándole un acabado general completamente mate que, como digo, me atrae más o menos según me levante esa mañana. Le he pedido una correa de cuero adecuada a su contundencia, a ver si con ese cambio de pantalones consigo que me cautive definitivamente. En todo caso, creo que es una gran opción dentro de los económicos. Su lumen es magnífico.
Siguiente pieza, adquirida inmediatamente después, también nuevo:
Seiko SNZF17K1. No voy a descubrir nada nuevo sobre este clásico básico. Simplemente comentar, a título personal, que estoy encantado con él. Estéticamente precioso, tamaño perfecto, cómodo hasta el punto de que no me entero de que lo llevo, legibilidad excelente, lumen perfecto. En 6 días ha retrasado 11 segundos. Simplemente magnífico.
Pues hasta aquí mi trío de automáticos. Ahora os mostraré los cuarzos que, tras años de acumular, cambiar, vender, regalar, etc., etc., han acabado por quedarse conmigo. Empiezo por éste:
Citizen BM8476-23E. Un Eco-Drive sencillo, bonito y eficaz. Mi concepto del buen gusto pasa por la sencillez, y este reloj se adapta perfectamente a ese criterio. Tiene un tamaño perfecto para mi muñeca de 17 cm, no me viene ni grande ni pequeño. Su legibilidad es excelente, y su lumen también. Comodísimo con su correa textil, muy ligero. Ni me entero de que lo llevo.
Vamos con otro:
Me tiene muy contento y sorprendido, este reloj. Me costó 14 €. Llevo con él más de dos años, y no he tenido que ponerlo en hora. Es uno de los cuarzos más precisos que he tenido. La correa que traía de origen era una castaña, se desintegró al cabo de un mes. Aunque tiene el tamaño de una paellera, no es muy incómodo de llevar. Se ha ganado mi respeto y lo uso de vez en cuando. Por lo que he leído en la web, el movimiento es un Miyota.
En la siguiente foto, os muestro los Casio digitales que, después de toda una vida e incontables piezas, se han acabado quedando conmigo. En principio, no tengo previsto volver a aumentar esta parte de la colección, ya que en este momento me apetece centrarme en los automáticos.
Os los presento de izquierda a derecha:
W-217H: un modelo reciente, que tiene como detalle destacable el gran tamaño de sus dígitos, algo poco usual en Casio.
W-86: Una referencia, ya que fue el primer modelo de Casio en incorporar la electroluminiscencia.
DW-270: Un ochentero de la serie HD, con un módulo completísimo. Ya no se hacen como éste. Le tengo muchísimo cariño. Sigue funcionando como el primer día.
GW-M5610: Mención especial para este solar y radiocontrolado. Es mi comodín. El reloj para todo. El que uso cuando no necesito pensar en un reloj. Podrá gustar o no, pero lo que no creo que nadie pueda discutir es su eficiencia y su innegable capacidad para soportarlo todo. Además, según le voy dando golpes, y su caja y correa se van deteriorando, me va gustando más. Es un reloj hecho para lucir sus cicatrices con orgullo. Después de haber tenido una buena cantidad de G-Shock (no menos de 15 ó 20), el 5610 es el único que permanece. Y estoy encantado con la decisión.
En fin, pues hasta aquí la presentación de "mis niños". Como os comenté al principio, nada del otro mundo. Pero bueno, me conformo con que os haya entretenido un rato.
Gracias por leer hasta aquí.
Saludos.
Después de pasar por el subforo de presentaciones, creo que lo siguiente es presentaros mi colección de relojes. Seguramente se trate de una de las más humildes del foro, pero aun así me hace ilusión
Después de haber tenido cuarzos de todos los tipos y colores, los he reducido a una pequeña representación que, además, se basa mayoritariamente en digitales Casio, que es mi marca fetiche, la que siempre he utilizado y en la que sigo confiando plenamente.
Sin embargo, todo evoluciona, y llevo algunas semanas haciendo mis primeras incursiones en el mundo de los automáticos. Y tengo que decir que me está gustando mucho. Llegar hasta aquí ha supuesto superar unos cuantos prejuicios. Resulta un tanto peliagudo aceptar las características propias de este tipo de relojes, cuando toda mi vida he llevado en la muñeca el Casio de turno con caja de resina y una precisión inalcanzable para casi cualquier automático, amén de que no me importaba rozarlo, golpearlo o desgastarlo en mis frecuentes salidas a la sierra.
Pero ahora, haciendo mis pinitos en el universo de los automáticos, me doy cuenta de que es un paso lógico, algo que tenía que llegar sí o sí. Me está permitiendo crecer en mi afición, pero sobre todo, lo que más me atrae, es que se trata de una forma diferente de disfrutar de la relojería; el reloj deja de ser una dura herramienta, y se convierte en un objeto que precisa de la atención de su dueño para poder satisfacerle plenamente. Y esto es algo que me entusiasma.
Bueno, pues sin más, os muestro mi paupérrima colección. Y voy a empezar por el primer automático que ha llegado a mis manos, hace poco más de un mes: el "chinorri":
Se trata de un Tevise T801A. 22 € puesto en casa. Con trasera vista y un aspecto general bastante aparente. No sé lo que va a durar, porque los acabados, como es lógico, son bastante mediocres: el bezel tiene algunas deformaciones por las cuales parece que va a empezar a descascarillarse en cualquier momento, además de una holgura bastante escandalosa. Desconozco el movimiento que lleva, y no tengo ni idea de la reserva de marcha que tiene. Cualquier información que podáis darme sobre este chino, os la agradeceré. Con todos sus defectos, este reloj tiene importancia para mí, ya que ha sido mi primera incursión en los automáticos, la puerta de entrada; gracias a él tenía que decidir si continuaba en esta línea. Y cuando lo tuve, inmediatamente me di cuenta de que iba por el buen camino. Mientras siga funcionando, lo usaré. Y cuando deje de hacerlo, igual me animo a desmontarlo para ver qué se cuece por el interior de estos relojes.
Inmediatamente después, adquirí este (nuevo):
Citizen NH-8389-88L. Movimiento Miyota 8200, con una precisión que me está sorprendiendo: tras siete días de uso, ha adelantado 9 segundos. Es una pieza grandecita, contundente, pesada; y sin embargo muy cómodo de llevar. Con este reloj tengo mis dudas. Hay días que me gusta muchísimo, y otros que no tanto. La caja y el armis son cepillados en toda su superficie, dándole un acabado general completamente mate que, como digo, me atrae más o menos según me levante esa mañana. Le he pedido una correa de cuero adecuada a su contundencia, a ver si con ese cambio de pantalones consigo que me cautive definitivamente. En todo caso, creo que es una gran opción dentro de los económicos. Su lumen es magnífico.
Siguiente pieza, adquirida inmediatamente después, también nuevo:
Seiko SNZF17K1. No voy a descubrir nada nuevo sobre este clásico básico. Simplemente comentar, a título personal, que estoy encantado con él. Estéticamente precioso, tamaño perfecto, cómodo hasta el punto de que no me entero de que lo llevo, legibilidad excelente, lumen perfecto. En 6 días ha retrasado 11 segundos. Simplemente magnífico.
Pues hasta aquí mi trío de automáticos. Ahora os mostraré los cuarzos que, tras años de acumular, cambiar, vender, regalar, etc., etc., han acabado por quedarse conmigo. Empiezo por éste:
Citizen BM8476-23E. Un Eco-Drive sencillo, bonito y eficaz. Mi concepto del buen gusto pasa por la sencillez, y este reloj se adapta perfectamente a ese criterio. Tiene un tamaño perfecto para mi muñeca de 17 cm, no me viene ni grande ni pequeño. Su legibilidad es excelente, y su lumen también. Comodísimo con su correa textil, muy ligero. Ni me entero de que lo llevo.
Vamos con otro:
Me tiene muy contento y sorprendido, este reloj. Me costó 14 €. Llevo con él más de dos años, y no he tenido que ponerlo en hora. Es uno de los cuarzos más precisos que he tenido. La correa que traía de origen era una castaña, se desintegró al cabo de un mes. Aunque tiene el tamaño de una paellera, no es muy incómodo de llevar. Se ha ganado mi respeto y lo uso de vez en cuando. Por lo que he leído en la web, el movimiento es un Miyota.
En la siguiente foto, os muestro los Casio digitales que, después de toda una vida e incontables piezas, se han acabado quedando conmigo. En principio, no tengo previsto volver a aumentar esta parte de la colección, ya que en este momento me apetece centrarme en los automáticos.
Os los presento de izquierda a derecha:
W-217H: un modelo reciente, que tiene como detalle destacable el gran tamaño de sus dígitos, algo poco usual en Casio.
W-86: Una referencia, ya que fue el primer modelo de Casio en incorporar la electroluminiscencia.
DW-270: Un ochentero de la serie HD, con un módulo completísimo. Ya no se hacen como éste. Le tengo muchísimo cariño. Sigue funcionando como el primer día.
GW-M5610: Mención especial para este solar y radiocontrolado. Es mi comodín. El reloj para todo. El que uso cuando no necesito pensar en un reloj. Podrá gustar o no, pero lo que no creo que nadie pueda discutir es su eficiencia y su innegable capacidad para soportarlo todo. Además, según le voy dando golpes, y su caja y correa se van deteriorando, me va gustando más. Es un reloj hecho para lucir sus cicatrices con orgullo. Después de haber tenido una buena cantidad de G-Shock (no menos de 15 ó 20), el 5610 es el único que permanece. Y estoy encantado con la decisión.
En fin, pues hasta aquí la presentación de "mis niños". Como os comenté al principio, nada del otro mundo. Pero bueno, me conformo con que os haya entretenido un rato.
Gracias por leer hasta aquí.
Saludos.
Última edición: