josera15
Habitual
Sin verificar
Hace ya tiempo que en mi caja sólo había sitio para los relojes mecánicos. El último cuarzo en salir fue un Omega Seamaster 2264 que recibí como parte de pago de una venta hace un par de años. Mucho antes, ya me había deshecho de mis cuarzos de Tommy Hilfiger, Pedro del Hierro, Viceroy, Armani y un largo etc..., que también los tuve. ¡Que tiempos!
La cuestión es que estaba buscando un reloj de color negro y tamaño contenido, que pudiera usar lo mismo con vaqueros que con un traje y, además, fuera económico pero con cierta calidad.
Aunque no se me había pasado por la cabeza comprar un reloj de cuarzo, me topé por casualidad con un anuncio en el fcv de un Longines Hydroconquest negro, de cuarzo, último modelo, el que lleva todos los números en la esfera.
La verdad es que cumplía los requisitos. Es negro, tiene un tamaño discreto, se puede llevar igual con un traje que con unos vaqueros, y es una marca de cierto prestigio. Además, al ser un cuarzo, el precio estaba por debajo incluso de lo que pensaba que iba a gastar.
Mañana lo recibo y estoy impaciente, algo así como si se tratara de una cita a ciegas. No sé qué va a pasar. Estéticamente el reloj me gusta, pero no sé la sensación que me va a producir tener una cuarzo otra vez en la muñeca después de tanto tiempo. No sé como voy a llevar el salto pausado y rítmico de la aguja del segundero, acostumbrado ya al movimiento de mis automáticos.
Ya os contaré. De momento, estoy impaciente por descubrir las sensaciones que me transmitirá un reloj de cuarzo otra vez en la muñeca.
La cuestión es que estaba buscando un reloj de color negro y tamaño contenido, que pudiera usar lo mismo con vaqueros que con un traje y, además, fuera económico pero con cierta calidad.
Aunque no se me había pasado por la cabeza comprar un reloj de cuarzo, me topé por casualidad con un anuncio en el fcv de un Longines Hydroconquest negro, de cuarzo, último modelo, el que lleva todos los números en la esfera.
La verdad es que cumplía los requisitos. Es negro, tiene un tamaño discreto, se puede llevar igual con un traje que con unos vaqueros, y es una marca de cierto prestigio. Además, al ser un cuarzo, el precio estaba por debajo incluso de lo que pensaba que iba a gastar.
Mañana lo recibo y estoy impaciente, algo así como si se tratara de una cita a ciegas. No sé qué va a pasar. Estéticamente el reloj me gusta, pero no sé la sensación que me va a producir tener una cuarzo otra vez en la muñeca después de tanto tiempo. No sé como voy a llevar el salto pausado y rítmico de la aguja del segundero, acostumbrado ya al movimiento de mis automáticos.
Ya os contaré. De momento, estoy impaciente por descubrir las sensaciones que me transmitirá un reloj de cuarzo otra vez en la muñeca.
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