AbderramanII
Reina Mora
Sin verificar
Hace mucho que había dejado de afotar mesas y relojes, pero ayer me acordé especialmente de nuestro querido y añorado guardabosques e hice una excepción. Con un radiante día de otoño y en un entorno maravilloso, disfruté de un homenaje de esos enogastrorelojeros que a él tanto le gustan, así que decidí inmortalizarlo para compartirlo aquí y dedicárselo. Va por ti, mi querido y goloso jubilauta
Las fotos no tienen nada que ver con las que hace él, aunque utilicé un iPhone igual al que él utiliza; está claro que la mano influye En cualquier caso, confío en que aprecie más la intención que el resultado
Para empezar, como soy muuuuuuuuuucho más zote que él en estas lides, no me acordé de sacar fotos del lugar y mira que es un enclave especial y bonito de mi tierra… Así que no me queda otra que tirar de fotos de la web para ubicaros en este idílico y apartado lugar, a unos 40 minutos en coche desde Bilbao, junto a las faldas de este hermoso monte
... donde está la cueva en la que habita nuestra mitológica Dama del Amboto, Mari
... en Axpe, el corazón del valle de Atxondo
... se halla ubicado un excelente y singular restaurante donde la calidad de la materia prima y el mágico y magistral dominio de la brasa que tiene su dueño le han valido el reconocimiento internacional, con una estrella Michelin y un lugar entre los diez mejores restaurantes del mundo, el sexto concretamente, el restaurante Etxebarri
Había estado en varias ocasiones, pero no después de que le llegara el merecido reconocimiento de que ahora goza. Siempre había disfrutado, pero en esta ocasión lo hice muchísimo más, supongo que por una combinación de circunstancias tanto tangibles como intangibles que no vienen al caso.
(Os vais a dar cuenta enseguida, pero aviso de que aquí empiezan mis fotos )
El reloj que se vino conmigo, un Eloga de 1949 que monta una AS 1380 que pide a gritos una pulida de plexi, pero está recién llegado y no ha habido ocasión Aunque hubo varias sorpresas añadidas, esto era, principalmente, lo que nos esperaba a mis acompañantes y a mí
Y aquí el tableshot de los comensales: un crono deportivo, un crono médico y un calendógrafo de indicador de media luna y ventanas
Como siempre dice el guardabosques, con mucha razón, el pan ya da idea del cuidado con que se hacen las cosas en estos sitios, y aquí no defrauda
Y empezó el festival de la brasa
Empezamos un sabroso y limpio caldo de hongos, una sorprendente y limpísima mantequilla de cabra y un chorizo elaborado en casa de forma tradicional con carne y curación de Joselito
Seguimos con un cracker de setas, un queso de las búfalas que allí viven y se ordeñan a diario y foie
Y llegamos a la sección marinera de los entrantes, con una espectacular anchoa, unos mejilloncitos en una marinera de escándalo, unos percebes de Gulliver en el país de los gigantes, una delicadísima ostra con un jugo que era clorofila pura
Seguimos con una kokotxa de bacalao rebozada (sí, también sobre la brasa, increíble), una espardeña con pochas maravillosa, unos hongos y un impresionante bocado de callos de bacalao con pimiento
Y ya pasamos a los principales: besugo con guarnición de verduras y txuletón con ensalada de su huerta ¡qué menos! El besugo con un sabor y textura de esos que te hacen volver a la infancia y la carne de la que se te deshace en la boca llena de aromas y sabores
Y de aquí a los postres; primero algo dulce con un goloso babà de pera y un insuperable helado de leche
Para continuar con un surtido de fabulosos quesos y nueces caseras
Con los cafés una cremita de cacao
Algo más hubo, porque recuerdo un sorbete que no afoté, pero básicamente esta fue la parte gastro del festival
En cuanto a la parte eno, variada e internacional, empezando con un espectacular Chablis
Siguiendo con un elegantísimo Pinot Noir sudafricano de una transparencia increíble
Y terminando con un Malbec y un Sant Joseph
Un (lamentable) wristshot de los tres comensales y el indispensable cómplice de este inolvidable mediodía que nos acompañó al final de la comida
Para finalizar, una visita al alma del lugar: la cocina
Con un bichejo que se salvó porque llevábamos un alérgico a los crustáceos
Casi cuatro horas de placenterísima comida, que es lo que a mí me gusta cuando voy a un restaurante: disfrutar y encontrar placer en la comida; las experiencias místicas las busco en otros lugares
Obviamente, por razones económicas y también del tiempo necesario para gozar del festín, no es un lugar para ir a diario, pero sí recomiendo vehementemente a los golosos y aficionados a este tipo de homenajes que algún día busquen un hueco para disfrutarlo. Es especial
Gracias a los que habéis llegado hasta aquí; espero que tengáis todos la cena lista para poder quitaros la gusa que suele entrar tras estos repor
Y si con esto no logro que mi querido guardabosques salga de su madriguera, no me va a quedar otra que ir a buscarle y utilizar mis peores artes
Las fotos no tienen nada que ver con las que hace él, aunque utilicé un iPhone igual al que él utiliza; está claro que la mano influye En cualquier caso, confío en que aprecie más la intención que el resultado
Para empezar, como soy muuuuuuuuuucho más zote que él en estas lides, no me acordé de sacar fotos del lugar y mira que es un enclave especial y bonito de mi tierra… Así que no me queda otra que tirar de fotos de la web para ubicaros en este idílico y apartado lugar, a unos 40 minutos en coche desde Bilbao, junto a las faldas de este hermoso monte
... donde está la cueva en la que habita nuestra mitológica Dama del Amboto, Mari
... en Axpe, el corazón del valle de Atxondo
... se halla ubicado un excelente y singular restaurante donde la calidad de la materia prima y el mágico y magistral dominio de la brasa que tiene su dueño le han valido el reconocimiento internacional, con una estrella Michelin y un lugar entre los diez mejores restaurantes del mundo, el sexto concretamente, el restaurante Etxebarri
Había estado en varias ocasiones, pero no después de que le llegara el merecido reconocimiento de que ahora goza. Siempre había disfrutado, pero en esta ocasión lo hice muchísimo más, supongo que por una combinación de circunstancias tanto tangibles como intangibles que no vienen al caso.
(Os vais a dar cuenta enseguida, pero aviso de que aquí empiezan mis fotos )
El reloj que se vino conmigo, un Eloga de 1949 que monta una AS 1380 que pide a gritos una pulida de plexi, pero está recién llegado y no ha habido ocasión Aunque hubo varias sorpresas añadidas, esto era, principalmente, lo que nos esperaba a mis acompañantes y a mí
Y aquí el tableshot de los comensales: un crono deportivo, un crono médico y un calendógrafo de indicador de media luna y ventanas
Como siempre dice el guardabosques, con mucha razón, el pan ya da idea del cuidado con que se hacen las cosas en estos sitios, y aquí no defrauda
Y empezó el festival de la brasa
Empezamos un sabroso y limpio caldo de hongos, una sorprendente y limpísima mantequilla de cabra y un chorizo elaborado en casa de forma tradicional con carne y curación de Joselito
Seguimos con un cracker de setas, un queso de las búfalas que allí viven y se ordeñan a diario y foie
Y llegamos a la sección marinera de los entrantes, con una espectacular anchoa, unos mejilloncitos en una marinera de escándalo, unos percebes de Gulliver en el país de los gigantes, una delicadísima ostra con un jugo que era clorofila pura
Seguimos con una kokotxa de bacalao rebozada (sí, también sobre la brasa, increíble), una espardeña con pochas maravillosa, unos hongos y un impresionante bocado de callos de bacalao con pimiento
Y ya pasamos a los principales: besugo con guarnición de verduras y txuletón con ensalada de su huerta ¡qué menos! El besugo con un sabor y textura de esos que te hacen volver a la infancia y la carne de la que se te deshace en la boca llena de aromas y sabores
Y de aquí a los postres; primero algo dulce con un goloso babà de pera y un insuperable helado de leche
Para continuar con un surtido de fabulosos quesos y nueces caseras
Con los cafés una cremita de cacao
Algo más hubo, porque recuerdo un sorbete que no afoté, pero básicamente esta fue la parte gastro del festival
En cuanto a la parte eno, variada e internacional, empezando con un espectacular Chablis
Siguiendo con un elegantísimo Pinot Noir sudafricano de una transparencia increíble
Y terminando con un Malbec y un Sant Joseph
Un (lamentable) wristshot de los tres comensales y el indispensable cómplice de este inolvidable mediodía que nos acompañó al final de la comida
Para finalizar, una visita al alma del lugar: la cocina
Con un bichejo que se salvó porque llevábamos un alérgico a los crustáceos
Casi cuatro horas de placenterísima comida, que es lo que a mí me gusta cuando voy a un restaurante: disfrutar y encontrar placer en la comida; las experiencias místicas las busco en otros lugares
Obviamente, por razones económicas y también del tiempo necesario para gozar del festín, no es un lugar para ir a diario, pero sí recomiendo vehementemente a los golosos y aficionados a este tipo de homenajes que algún día busquen un hueco para disfrutarlo. Es especial
Gracias a los que habéis llegado hasta aquí; espero que tengáis todos la cena lista para poder quitaros la gusa que suele entrar tras estos repor
Y si con esto no logro que mi querido guardabosques salga de su madriguera, no me va a quedar otra que ir a buscarle y utilizar mis peores artes