Mi humilde opinión es que los smart watches sí van a hacer daño, eso desde luego, pero en unos determinados nichos de mercado. Me explico:
- Mercado cuarzos, digitales, relojes de joyería de C.C. y todo lo que engloben las categorías bajas y medias: Sí que va a afectar. El público que compra un reloj como un objeto estético, de moda, es muy factible que sí quieran subirse al carro de los smart watches.
- Mercado de automáticos, y en general categorías medias y altas: Poco creo que vaya a afectar.
¿Porqué pienso así?
Pues porque creo que a todos los que nos fascina el mecanismo, el calibre de un reloj, su vida unida a la de nuestra muñeca, la romántica idea de que como pieza nos sobreviva y nuestra descendencia lo puedan llevar con orgullo... A todos nosotros (y me incluyo en este grupo) un smart watch sólo supone un gadget.
Voy a tratar de poner mi ejemplo:
Me encanta el mundo de la relojería. Y desde hace 5 años que os conocí esto ha sido un no parar... Mis piezas más potentes están vinculadas a acontecimientos importantes en mi vida y me entusiasman su belleza y la idea de atemporalidad, que son máquinas que me acompañarán TODA la vida y lo que mis hijos quieran.
En mi caja también hay Casios (una de mis marcas preferidas) de los que disfruto también muchísimo.
Al mismo tiempo, reconozco que soy un ferviente cliente de la compañía de manzana. Tengo iMac, iBook, iPad, iPod, iPhone y casi todo lo que empieza por "i"...
Este año estuvimos en EEUU y estando en Manhattan, en la Apple Store de Grand Central Terminal, quise echarle un vistazo al famoso iWatch. Lo vi. Me lo probé. Escuché atentamente las explicaciones del empleado del Store y finalmente... lo compré para mi mujer, que estaba a mi lado babeando
Decir que la mujer de mi vida tiene el mismo interés en los relojes que yo en la cría y reproducción del berberecho salvaje... Se la trae al pairo, vamos. Tiene un par de Casios porque le enamoraron, un cuarzo con crono de Seiko porque lo vimos en nuestra luna de miel y nos lo trajimos (viene de Kuala Lumpur) y ahora su iWatch.
Su motivación es que sea bonito (de hecho le he regalado una milanesa y va super feliz con ella) y le resulta útil. Para ella, que respeta pero no entiende eso de que yo "tenga" que darle cuerda a la pieza que he decidido poner cada mañana, es perfecto.
Por todo ello, mi opinión es esa: a todo aquel que le interese en mayor o menor medida las "tripas" de lo que lleva en la muñeca, los smart watches no suponen una amenaza más allá de que sacrifiques una pieza de gama media para hacerte con uno.
El que disfruta con los calibres... como que no le va a afectar
A Rolex no creo que le preocupe, sinceramente.
Al grupo Swacht sí le va a afectar, principalmente a la venta de sus gamas bajas y medias, porque les afectará al resultado global de las ventas de grupo, pero no directamente a las ventas de Omega, por ejemplo.
Pero bueno... tan solo es mi humilde opinión. El tiempo dirá...