De verdad que estáis fatal de lo vuestro.
...Tener más de un reloj. Para qué? que si la bici, que si el running, que si para bodas, para bautizos. Para salir, para entrar, para estar en casa, para pintar, para el jardín, para el taller, para dormir, para conducir... para la ducha, para la piscina, para la playa -esto merece capítulo aparte en metros o pies: es suficiente 200m? o mejor le meto 2000? pero no, mejor no lo llevo a la playa que se raya con la arena (fli-po)-
Después están los materiales: que si acero, en verano mejor plástico, o si no titanio... y si sudo bonito, bronce, y si no sudo, pues cerámica. No pienso entrar en el capítulo correas, no quiero morir.
Y el componente afectivo? esa condición que merece una cosa más que un sentimiento... que sí el del niño, la niña, los 40, 50, 60, el de la mili, el de la comunión -lo tengo, lo juro- el de la boda, el del divorcio -tb lo tengo, puta casualidad, volvió a casa, gracias Juanito!!- el de la champions, el del doblete, triplete... el de aquel día que los vecinos me hacían la ola, 3 de la mañana... un campeón!
Yo no soy de los que tienen muchos, ni pocos, ni ná... pero uno de mis mejores amigos tiene 1 "u-no" desde que le conozco -17 años- y esta semana, que es su 50 cumpleaños, he pensado en regalarle otro... pero, para qué? si le voy a poner en un compromiso porque él tiene su reloj.
Y cuando cambio de reloj -ya sea en el mismo día, semana o mes. Con pauta rotacional o estrategicamente atendiendo a marca, o color, o logo...- siempre me pregunto: Para qué?
En fin.
Clarísimo, verdad?