Lo que deberíamos hacer al escoger un reloj es hacerlo porque realmente nos guste sin atender a que dirán los demás, pero quienes ya llevamos en esta afición mucho tiempo nos condicionan más factores.
Y una razón de peso es admitir y asumir como en mi caso que muchas veces somos "culos inquietos" y "caprichosos". Si emparejado a ello la economía no nos sustenta lo suficiente entonces tenemos motivos más que sensatos para comprender que solo marcas conocidas, y modelos aún más concretos de estas, son opciones "estables o solventes" que mantienen cierto valor y no nos harán lamentar un cambio "relojil-compulsivo" posterior con otro compañero. Y está el clásico de referencia; haber adquirido un reloj que al tiempo se intenta vender para monetizar la compra de otro capricho relojil, perdiendo muchas veces más de la mitad de lo invertido cuando este fue adquirido, por haber hecho una mala elección.
Tudor está haciendo las cosas muy bien y creo que dentro de un tiempo (no sabría exactamente decir cuanto
) es posible que siga la estela de su fundadora madre Rolex y cada vez sea más difícil conseguir estos relojes con los buenos descuentos a los que hoy podemos acceder buscando un poco. Rolex se está alejando de la realidad y acceso de muchos de los clientes que antes, con mayor o menor sacrificio podían hacerse con uno. Hoy día un comprador que bien podía comprarse un Rolex nuevo hace 10 años busca un reloj de "lujo" más accesible y que pueda permitirse. Además la oferta en segunda mano de Tudor ofrece el BB, un equivalente al Submariner no Date de Rolex por mucho menos de la mitad respecto del PVP del modelo de la corona nuevo. En segunda mano es a veces incluso la tercera parte por lo que podemos conseguir un TUDOR.
¿Por qué digo esto?... pues porque parece que las firmas de lujo suizas están intentando seguir la estela de los precios excesivos que venimos viendo en tarifa desde hace años. Y esto solo sobrevive cuando los puntos de venta asumen que muchas veces las ventas de este tipo de relojes de acero, superando muchas veces los 6000€, solo se cierran con generosos descuentos que sirvan para hacer decidirse a los clientes.
Si Omega, Swatch Group, termina de desarrollar la estrategia de controlar la distribucion de sus marcas de gama alta únicamente a través de los puntos de venta del Grupo (Boutiques Tourbillon), donde el descuento se reduce a "
- tendremos un detalle con usted, estimado cliente -" tal vez reciban una bofetada de la realidad del mercado y se den cuenta que el pequeño porcentaje de clientes pudientes, que no es sino una minoría o élite que puede permitirse comprar artículos de lujo sin despeinarse, no sean suficientes para mantener la rentabilidad comercial de la marca...
He tenido varios Omega en mi vida y si bien es un reloj que me parece excelente, últimamente prefiero Tudor debido a la imagen que proyecta, basada en una identidad actualizada que no renuncia ni ha perdido la esencia de sus orígenes.