P
Pedrin Petrov
Forer@ Senior
Sin verificar
Aunque es muy probable que algunos de los que habitualmente se mueven por los ambientes relojiles de Madrid ya lo conozcan, esta tarde, al pasarme a saludar a los entrañables amigos Enrique y Miguel de La Tiendecita del Reloj -calle Don Ramón de la Cruz, esquina Alcántara-, me he quedado muy impactado al saber que les habían robado, durante las pasadas navidades, por el método del butrón.
Afortunadamente, las piezas más valiosas las tenían dentro de una voluminosa y pesada caja fuerte anclada al suelo, que no se pudieron llevar los ladrones, cuya profesionalidad no parece que estuviera muy cultivada -afortunadamente-, aunque tuvieron la desfachatez de dejar en la tienda los utensilios que habían empleado para hacer el boquete en la pared.
Me ha dado mucha lástima ver como personas que han hecho de nuestra afición una manera honrada de vivir, con mucho sacrificio, tengan que soportar el que su negocio se tambalee por culpa de estos delincuentes. Esperemos que este desdichado incidente no sea suficiente para que tenga que echar la definitiva persiana un establecimiento en el que tantas horas hemos pasado charlando de relojes tantísimos aficionados con el siempre encantador Enrique.
Con el cúmulo de actos delictivos similares, poca duda cabe que los integrantes del gremio de joyeros / relojeros se están convirtiendo en una especie de héroes, que pueden llegar a extinguirse con el tiempo, si no se pone coto de algún modo a esta situación de aparente impunidad que parece favorecer a los delincuentes, al tiempo que se estigmatiza y abandona a los ofendidos.
Mucho ánimo para Enrique y Miguel!!!!!!
Afortunadamente, las piezas más valiosas las tenían dentro de una voluminosa y pesada caja fuerte anclada al suelo, que no se pudieron llevar los ladrones, cuya profesionalidad no parece que estuviera muy cultivada -afortunadamente-, aunque tuvieron la desfachatez de dejar en la tienda los utensilios que habían empleado para hacer el boquete en la pared.
Me ha dado mucha lástima ver como personas que han hecho de nuestra afición una manera honrada de vivir, con mucho sacrificio, tengan que soportar el que su negocio se tambalee por culpa de estos delincuentes. Esperemos que este desdichado incidente no sea suficiente para que tenga que echar la definitiva persiana un establecimiento en el que tantas horas hemos pasado charlando de relojes tantísimos aficionados con el siempre encantador Enrique.
Con el cúmulo de actos delictivos similares, poca duda cabe que los integrantes del gremio de joyeros / relojeros se están convirtiendo en una especie de héroes, que pueden llegar a extinguirse con el tiempo, si no se pone coto de algún modo a esta situación de aparente impunidad que parece favorecer a los delincuentes, al tiempo que se estigmatiza y abandona a los ofendidos.
Mucho ánimo para Enrique y Miguel!!!!!!