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Un reloj muy bonito, pero yo me pregunto, no te hacen daño los pulsadores tan grandes que tienen cuando doblas la muñeca?.
(ojo, ladrillo, pero ladrillo ilustrado con fotos, pensaba contar una historia y se han acabado colando fotos de la mayoría de las mejores piezas de mi colección, casi me ha quedado una presentación de la misma)
Esto es una historia de CRI, no casual, pero sí impulsiva…
A principios de año entraba en mi colección un precioso JLC Reverso Grande GMT, nuevo de CO a través de uno de los mercantes… con esto completaba mi colección ( una colección de relojes muy utilizables a diario, con piezas de nivel pero sin Langes ni Pateks ). Con el Reverso, mi lista de griales se quedaba vacía (aunque con alguna inquietud exponencialmente creciente por algo como un Portuguese 7 days… pero esa es otra historia con final inesperado), más relojes de los que necesito, ahora sí que mi colección estaba redonda, tranquilidad relojera en cualquier horizonte previsible, no podía estar más contento, etc, etc…
Eso creía yo…
No muchas semanas atrás estaba en un viaje, por trabajo, al otro lado del charco. Como es habitual cuando cambio de huso horario, me acompañaba uno de mis GMT’s, esta vez no era el Reverso, sino uno que podría ser mi favorito absoluto, que está muy bien visto por esos lares, y que, desde luego, está muuuy sobrado para calmar mis inquietudes relojeras en un viaje de poco más de una semana:
Vamos, que no iba sin reloj, pero la vida no deja de sorprendernos. El fin de semana me fui de compras, para llevar algo de vuelta que hiciese sonreír a mis pequeños, que son lo importante, y en una céntrica calle me encontré delante de un escaparate de joyería, repleto de cosas que brillaban, y en una esquina un expositor con las iniciales GS… justo al lado de una puerta que hablaba de ‘Special Anniversary Sale’. Demasiada tentación para no entrar, sólo a curiosear, porque mi colección estaba completa :.
Menos de una hora más tarde, salía con una bolsa en donde iba mi PAM en una caja de Seiko, y en mi muñeca estaba esto de más abajo, ya puesto en hora local y de España, con el brazalete perfectamente ajustado, y con una sensación mezcla de felicidad, perplejidad y culpabilidad, pero en cualquier caso con una gran sonrisa, y mirando a la muñeca más que a dónde pisaba .
Lo que había pasado en esa hora escasa dentro de ese antro de perdición con dependiente amable y conocedor, luces halógenas, decoración recargada y brillos por doquier fue que empecé a probarme, sólo por curiosidad, casi todos los -muy pocos- GS que tenían… y cuando el GS Chrono llegó a mi muñeca… bueno, simplemente no quería salir de ella, con ese equilibrio imposible entre su calibre high-end, su look clásico, casi vintage, el color indefinido del dial, ni blanco, ni plata, ni champagne, pero con espectaculares cambios de color irisados, sus agujas al fuego,… y todo ello sutilmente envuelto en la más exquisita perfección artesana de la que Japón es capaz (bueno, sonerías y repeticiones de minutos aparte...).
Ya lo conocía, en el fondo ya lo deseaba, aunque no estuviese en ninguna lista de compra, ya tengo un Ananta SD Chrono con calibre gemelo (mi review aquí), ya es mi tercer Spring Drive, así que ni siquiera tuvieron que disculpar el hecho de que un Seiko tenía esa etiqueta de precio con tantos ceros. Para completar la ‘tormenta perfecta’, una oferta de ‘Anniversary Sale’, muy buena (aunque no espectacular, que eso no existe en un CO), y ese sentido de ‘ocasión única’ que surge cuando se cruza en el camino una pieza tan extremadamente rara de encontrar en persona. Así que decidí que me lo llevaba, y luego ya vería cómo manejar la situación.
En resumen, estoy encantado, tengo un reloj (todavía) no declarado a mi MDD, y un socavón inesperado en mis cuentas, jajaja. Pero la calidad perdura cuando la etiqueta de precio se ha olvidado hace tiempo, y tras una hora pasmado en el hotel dándole 1.000 vueltas a este GS (tantas vueltas que se cargó casi completamente sin darle cuerda, jajaja), ya estaba tan realmente impresionado por la perfección en los detalles que ni me acordaba de lo que me había gastado J. Además y como valor añadido que personalmente aprecio en este reloj, prácticamente nadie reconoce lo que oculta el logo de GS, y eso me encanta... (it flies very well under the radar ).
Ahora me voy a dar un tiempo para pensar si sale alguno de la caja para compensar esto, o no (y si es así, me temo que el Ananta es candidato , ya he hecho alguna escaramuza con un forero que no me contesta... ). Y a mi MDD se lo enseñaré un día de estos, diciéndole ‘mira que Seiko tan bonito encontré en Chicago’ (bueno, he de decir que mi MDD es una santa muy comprensiva con esta afición, y sabe perfectamente que cada vez que le enseño un reloj nuevo, hay una probabilidad considerable de que la etiqueta de precio sea escandalosa , aunque no sea capaz de distinguir mi PAM GMT de mi Submersible J).
Algunas fotos de bonus…
Un poco del dial… (y de las pelusillas en el cristal, jaja)
Acabados de caja y armis… indescriptiblemente perfectos, este reloj tiene mejores cepillados que mi PAM 270, mejores pulidos que mi Reverso, y transiciones simplemente perfectas entre ellos, todo en una caja acabada a mano... ¿se nota que sigo impresionado?
El cierre... una foto vale más que una explicación. El doble botón tiene un tacto perfecto, sin holguras, sin incertidumbre sobre si se ha cerrado bien o no. Y el logo mecanizado...
La geometría del zafiro, abombado y de doble curvatura, aprovecha la experiencia de Seiko en aparatos ópticos, proporcionando un ángulo de visión sin distorsiones absolutamente inverosímil… no hay nada dejado a la casualidad en este GS.
Incluso el bisel, pulido, es increíblemente perfecto en su acabado… es difícil de describir con palabras; digamos que el acabado del bisel de mi PAM es un pulido excelente, mientras que el bisel del GS es simplemente un perfecto espejo curvo hecho de acero, sin ninguna distorsión, por mínima que sea, en el reflejo alrededor de los 360º. Son estos detalles los que hacen grande un reloj, EMHO (bueno, y los biselados de los puentes, y los pulidos de los componentes del movimiento, y los acabados de los engastes de los rubíes, y las agujas principales con pulido en cinco caras, y tantas otras cosas difíciles de ver sin lupa 10x...)
Al lado de otros ilustres cronos que pelean por mi tiempo de muñeca (y que últimamente no tienen suerte, esta competencia es dura ). Aquí se aprecia el tamaño muy respetable de esta pieza (43,5mm), además de ese color indefinido y cambiante del dial (por contraste con el blanco liso inmaculado del Daytona).
Y una foto de familia con mis otros Seiko (bueno, falta el Monster…), dos Spring Drive y un Diver, que han acogido a este como a un padre…. Por cierto, con esta foto no puedo evitar pensar en qué bien reinterpreta el MarineMaster al mítico Seiko 6159 (especialmente con su caucho), mientras que el GS me retrae al fantástico 6139 J, ya con su rueda de pilares y su embrague vertical, aunque haya más de 40 años y muchas diferencias de por medio J
En cualquier caso, con tiempo, cuando supere la perplejidad que todavía me inunda, ya haré una presentación en condiciones, incluso puede que alguna review comparativa J. Es una pieza simplemente impresionante en vivo. Un reloj claramente diseñado para ser usado todos los días, con detalles dignos de alguna de las cuatro (¿cinco? J) grandes de alta relojería.
En fin, creo que odio a Seiko. Muy en particular, creo que odio sus gamas altas. Si tan sólo fuesen un poco menos perfectos, todo esto jamás habría pasado. Al menos, ahora mi colección está completa .
PS.- perdón por el ladrillo, espero que esta historia de frustración por mi incapacidad de resistir la tentación haya resultado, al menos, entretenida J
PS2.- las fotos son de este mes, aunque me haya olvidado de cambiar la marca de agua…