Desde luego, es un propuesta interesante la que planteas, aunque me temo que tan cargada de riesgos que quizá no sea aplicable. No digo que no tengas razón en el sentido de que haya quien se lo merezca -o nos lo merezcamos- con creces, como sucede con algunos troll. Pero se podría abrir una caja de los truenos, que pudiera desembocar en duros enfrentamientos.
De entrada, habría que establecer unas condiciones y unos límites muy bien planteados. Como podría ser el número concreto de "no me gustan" que imponga la expulsión, que entiendo que no debería ser demasiado bajo; y si éstos tendrían un plazo de prescripción o si, por el contrario, serían acumulables y ad aeternum.
Pero quizá el aspecto más delicado sería establecer que los "no me gustan" no procedieran todos de la misma persona. Lo que se podría conseguir limitando la cantidad de ellos que se podrían contabilizar provenientes de un mismo forero -pongamos entre dos y cuatro-, o que deberían provenir de un número mínimo de compañeros del foro -pongamos unos cinco, para hacerlo lo más justo posible-.
La razonamiento sería el siguiente: supongamos que ponemos un "no me gusta" a un determinado forero; éste, en un acto de venganza, decide replicar esa acción en cada una de nuestras intervenciones. De no existir el límite descrito, en poco tiempo estaríamos expulsados del foro, simplemente motivado porque una vez dimos nuestra valoración desfavorable a un compañero.
Obviamente, la defensa ante esta situación podría ser no volver a intervenir, al menos durante un tiempo prudencial, a la espera de que se pase el disgusto por lo interpretado como una ofensa. Pero, si bien es cierto que conseguiríamos no ser expulsados, en la práctica sería como lo estuviéramos, pues nos habrían condenado al ostracismo.
En fin, lo dicho, un tema de lo más delicado.