Buenas tardes,
aprovecho el hilo abierto por el compañero para poneros algunas fotos más.
Hay que decir que este año la feria estaba un tanto deslucida porque coincidía con el "deballage" de antigüedades que se hacía en Cardedeu y la feria de la vecina Granollers. Para rematarlo, los puestos de antigüedades de la Catedral de Barcelona, que sólo están los jueves, habían alargado hasta el domingo, y los feriantes no pueden estar en todas partes al mismo tiempo...
Aun así, algo se vio.
Principalmente relojería gruesa, que es -creo- la base de esta feria.
Digámoslo: también había mucho cacharro que sólo va a servir para practicar si finalmente se vende.
A veces parecía que estuvieras en la lonja del pescado...
Adivinen quién lllega. ¡Es la
señá Eufrasia!
Además de los gruesos, también hay relojes de otros tipos.
Curiosos...
... los de Aniceto Pita... de Baselworld y la AHCI a Sant Feliu. Con un montón de pedidos de Estados Unidos y Singapur gracias a la labor de internacionalización de su hijo Dani, sigue siendo un hombre cercano al que le gusta explicar una y otra vez sus relojes a quien le pregunte.
Parece que alguien le ha copiado la idea a Vianney Halter...
También hay un respetable mercado de herramientas, donde los más especializados encuentran cosas cuyo uso se nos escapa a la mayoría de mortales.
Y debía ser interesante, porque me encontré con Juan y Ramón, dos de los relojeros titulares del SAT de Patek Philippe en España, con piezas recién compradas (entre ellas un cuenta-espirales, según me contaba Juan).
El otro motivo para visitar San Feliu este domingo era la exposición de cronómetros de marina del sXX organizada por el compañero Agustí tantdetemps con piezas de su propia colección.
Colección que se vio recientemente completada con un Seiko de 2005 recién llegado de... Vietnam.
Cada pieza con su explicación, ¡un trabajazo!
Aunque el museo tiene su propia colección, que bien merece una visita por sí solo.
La fiesta se completó con una representación teatral con autómatas. Entretenida, pero sobre todo sonora...
Y hasta aquí llegué yo, que tuve que volverme para casa y no me quedé a comer, pero dejé a algunos intercambiando opiniones sobre las piezas cobradas. O no.
Dentro de un año, más