Pues será que a la pareja hay que decirle siempre todo, pero como dice algún comentarista, depende de que se trate de una novia de unos meses o una señora de su casa de las de 18 años en el cargo como el buen güisqui, parecido carácter se gastan y las mismas atribuciones se permiten.
Así que según algún sincero yo tengo que llegar cada día a casa y decirle a mi señora cuántas chavalas jóvenes he visto más lozanas y bastante más ligeras de ropa que ella, por cierto con gran atención y disfrute. Ella como sabe que la quiero solo a ella lo celebrará conmigo, unas risitas entre colegas.
También debo decirle si en nuestras vacaciones prefiero no ir a ese maravilloso viaje por los fiordos que lleva tanto tiempo soñando y quedarnos en el Pirineo porque aparto de lo que yo gano 4.000 del ala para un capricho relojero. Le parecerá una locura irnos tan lejos con lo bien que se está más cerca de casa.
Pero por favor, si no le cuento ni mis inversiones en bolsa hasta que dan fruto, ¿cómo le explico que en esta última semana he comprado acciones como para hacer una pequeña colección de Rolex para seguir perdiendo? ¿Le digo que en un par de años me dará mucho dinero? No, me gasto como ya he hecho parte de esas futuras plusvalías en "otro reloj" y a dejar pasar el tiempo, que bien medido en nuestros relojes preferidos siempre juega a favor.
Ah, en cuanto llegue a casa le cuento que el plan que le moví el otro día del martes por la noche (mañana) a hoy lunes es porque no me quería perder el partido de champions. Le va a parecer de puta madre seguro, si era para ver a su madre que también preferirá ver el fútbol.