M
manuleon
Habitual
Sin verificar
Vamos a ver si lo he entendido: eras algo así como el de las catas ciegas de Pepsi pero con estilográficas.... Acudían a tu mano "por mor de la afición a la escritura" de una forma anónima y generosa.... Y ahora entrando en este foro, a modo de flashback las ha ido identificando todas en una especie de trance regresivo....
Vaya, te estoy escribiendo yo la novela......
Obviando ese retintín que noto, haciendo bueno eso de que no es lo mismo escribir en un foro que hablar en animada conversación delante de un café, te explico grosso modo...
Sí, he tenido, por mor de mi pasión literaria, sobre todo poética, siempre una predilección por escribir con estilográfica. Pero usando de ella como medio, no como fin. Si he de contarte mi biografía sería largo. Pero si te hace un café y León te pilla cerca, invito yo.
Como consecuencia, y dado que entre escritores en general, pero sobre todo entre amantes de la lírica la pluma es algo que añade un toque romántico, he escrito con muchas. Pero mira por dónde, empecé a escribir poemas cuando otros jugaban a indios y vaqueros ¿Me extiendo demasiado? Y claro, me he movido entre personajes de más edad que manejaban estilográficas que a mí me resultaban inalcanzables, por motivos que resultan latoso de exponer ahora...
Así que, en efecto, he escrito con muuuchas estilográficas...
Y con el correr de los años, ya no solo con las de estas personas. Uno conoce a otro tipo de personas, y se te pega en los dedos la famosa MB...
Pero en ningún lugar he hablado de que haya tenido ese maravilloso flashback... ese trance regresivo. En todo caso, recuerdo las MB porque la turra sufrida desde que vi la primera ha sido ininterrumpida ¿Capicci?
Y desde que me registré en el foro, las estilograficas, de las cuales ya tenía una pequeña colección, han pasado a ser un fin, además de un medio...
Procuro aprender cada día, pues me doy cuenta de que, cuanto más aprendo, menos sé...
Pero también procuro, cuando noto un tono de paternal condescendencia burlesca, hacer caso omiso. Y es que pueden pasar dos cosas: que las palabras escritas carezcan de la riqueza de matices de las palabras vertidas en conversación hablada; o que la persona que escribe con paternal condescendencia burlesca tenga un grave defecto ya denunciado por Bruyere: "Casi siempre la burla denuncia pobreza de espíritu."