josera15
Habitual
Sin verificar
Creo que todos los amantes de esta afición loca y compulsiva, hemos pasado por varias etapas. La primera de ellas viene marcada por el amontonamiento de relojes. Solemos acumular relojes sin mucho criterio y calidad. Después de pasada esta adolescencia relojeril, la cosa se asienta. Nos hacemos más selectivos. Vendemos mucha de nuestra chatarra, cuando no toda, y nos vamos fijando en relojes superiores y cada vez más caros.
Y ahí es donde quería llegar. En alguna ocasión, he visto hilos en los que compañeros presentaban buenas colecciones y algún otro compañero aconsejaba vender todo y comprar una única pieza, un grial.
Incluso, sin llegar al extremo de reducir nuestra colección a una única pieza, muchos compañeros son partidarios de tener un escaso número de relojes, eso sí, de gran calidad. Por ejemplo, tres relojes.
En alguna ocasión se me ha pasado por la cabeza la idea e incluso he tratado de imaginame como sería. Así que he hecho el siguiente experimento. Elegí un reloj que tal vez pudiera considerarse un pequeño grial, un Sub 16610. Aunque me gusta cambiar de reloj casi todos los días, el experimento consistió en obligarme a llevar el Sub durante varias semanas. Así lo hice, olvidádome de todos los demás. Me imaginé que el Sub era mi único reloj.
Los primeros días bien, pero según pasaba el tiempo, cada vez me cansaba más del reloj y dejaba de transmitirme las mismas sensaciones. Recuerdo que, cuando dejé el Sub después de varias semanas y me puse un Omega Planet Ocean 2500, éste me pareció precioso.
Aunque sea considerado un hereje por haberme cansado del Sub, esta pequeña experiencia me ha reafirmado la idea de que me gusta cambiar de reloj y, en mi caso, no merecería la pena sacrificar mi colección en pos de un único reloj, por muy excepcional que fuera. Tengo amigos o compañeros que llevan el mismo Sub desde que les conozco, y me parece algo aburrido, por muy estupendo que sea el reloj, que lo es. Y hablo del Sub como podía decir Patek o cualquier otro.
Otra cosa sería discutir si es posible encontrar ese grial que nos llene y haga olvidar cualquier otro reloj. Personalmente no lo he encontrado y creo que no existe. Pero si alguién ha tenido la suerte de haberlo encontrado, le felicito.
¿Qué pensáis?
Y ahí es donde quería llegar. En alguna ocasión, he visto hilos en los que compañeros presentaban buenas colecciones y algún otro compañero aconsejaba vender todo y comprar una única pieza, un grial.
Incluso, sin llegar al extremo de reducir nuestra colección a una única pieza, muchos compañeros son partidarios de tener un escaso número de relojes, eso sí, de gran calidad. Por ejemplo, tres relojes.
En alguna ocasión se me ha pasado por la cabeza la idea e incluso he tratado de imaginame como sería. Así que he hecho el siguiente experimento. Elegí un reloj que tal vez pudiera considerarse un pequeño grial, un Sub 16610. Aunque me gusta cambiar de reloj casi todos los días, el experimento consistió en obligarme a llevar el Sub durante varias semanas. Así lo hice, olvidádome de todos los demás. Me imaginé que el Sub era mi único reloj.
Los primeros días bien, pero según pasaba el tiempo, cada vez me cansaba más del reloj y dejaba de transmitirme las mismas sensaciones. Recuerdo que, cuando dejé el Sub después de varias semanas y me puse un Omega Planet Ocean 2500, éste me pareció precioso.
Aunque sea considerado un hereje por haberme cansado del Sub, esta pequeña experiencia me ha reafirmado la idea de que me gusta cambiar de reloj y, en mi caso, no merecería la pena sacrificar mi colección en pos de un único reloj, por muy excepcional que fuera. Tengo amigos o compañeros que llevan el mismo Sub desde que les conozco, y me parece algo aburrido, por muy estupendo que sea el reloj, que lo es. Y hablo del Sub como podía decir Patek o cualquier otro.
Otra cosa sería discutir si es posible encontrar ese grial que nos llene y haga olvidar cualquier otro reloj. Personalmente no lo he encontrado y creo que no existe. Pero si alguién ha tenido la suerte de haberlo encontrado, le felicito.
¿Qué pensáis?