Que internet supone un ahorro de costes de intermediación bestial en cualquier negocio de venta al público es algo impepinable...
Que eso también aplica a los relojes, evidente...
Que le hace la puñeta a muchos joyeros y establecimientos tradicionales, obvio, ¿y qué?
Para el consumidos informado y familiarizado con las nuevas tecnologías, al que además le interese obtener el máximo valor por su dinero, está claro que existe un canal de venta infinitamente más ventajoso que las joyerías tradicionales, así que probablemente sólo las pise para mirar los relojes que luego se compre por internet....
Para el consumidor ocasional, para gente no conocedora de los nuevos medios, para el que requiera un servicio personalizado y disfrute del trato personal que implica una venta tradicional y no le importe pagar un sobreprecio, pues seguirán existiendo (menos) las joyerías tradicionales. Muchas tendrán que cerrar, pero en eso consiste la libre competencia...