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ENKI
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Bueno si las patentes no caducaran nunca, todas las firmas relojeras del mundo seguirían pagando por sus avances a los herederos de Breguet, y cada vez que vieramos una peli a los de Lumiére.
Desgraciadamente, las películas, literatura, etc., no se rigen por la Ley de Propiedad Industrial (obvio), sino por las leyes de propiedad intelectual. Si las patentes entran en el dominio público tras 20 ó 25 años de explotación exclusiva por parte de su propietario, las obras "artísticas" pasan al dominio público a los... 70 años !!!!! (en el contexto estadounidense, a los 50).
Por si fuera poco, esto se circunscribe a las personas físicas, porque en el caso de las personas jurídicas simplemente no caducan. De modo que Sony posee los derechos de las canciones de los Beatles y de la mitad de las grandes películas del cine norteamericano hasta que le dé la gana y las venda.
Lo cual se traduce en que si quieres colgar en tu blog una secuencia de tu película favorita, o subirla a Youtube, la sociedad de gestión de turno te obligará a retirarla. Y si alguna empresa quiere reeditarlas, tendrá que pagar por ello (lo cual explica que cada vez haya más títulos minoritarios descatalogados). Y así in saecula saeculorum. A mí esto sí que me parece un timo (me refiero únicamente a las películas).
Una pena que las películas que, en cierto modo, han contribuido a modelar nuestra visión del mundo no pasen nunca al dominio público, como las obras literarias.
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