Por lo que veo, como todo en este mundo, esto también es para gustos.
Pues bien, yo me quedo con el Omega Seamaster, por dos razones fundamentales, la primera porque a mí me van más los diver y la segunda porque es un reloj con más solera que el Speedmaster.
La historia de los Speedmaster comienza a principios de los años sesenta cuando los de la Nasa van visitando relojerías y se van haciendo con diferentes marcas y modelos que someten a esas pruebas de las que ya todos hemos oído hablar y de las que resultó campeón el super-Speedmaster.
Pero la leyenda del Seamaster comienza treinta años antes cuando, por los años 30, los ingenieros de Omega, buscaban una forma de sumergir un reloj en agua y que "viviese" para contarlo. Allí nació el Omega "Marine" esa pieza con doble caja rectangular deslizante que ya hemos visto alguna vez. Aunque no fue hasta 1948 cuando Omega lanza el primer reloj con el nombre de Seamaster, este ya más parecido a los actuales (al menos era redondo aunque de estética clásica –¡era 1948!–). A propósito, del Marine, hay una reedición apabullante del año 2007, de sólo un par de cientos de ejemplares por el que estaría dispuesto a vender a mi mujer (ahora que no me ve
).
De todas formas los paralelismos continúan: si el astronauta Buzz Aldrin popularizó al Speed, William Beebe, el naturalista americano, fue el encargado de probar la efectividad del nuevo sistema Omega empleado en el "Marine" en una de sus míticas inmersiones cuando intentaba batir records de inmersión con su batisfera.
Por supuesto, la repercusión mediática de la conquista del espacio es mucho mayor que la de la conquista de las profundidades marinas (amén a principalmente cuestiones políticas), así que, evidentemente, el Speedmaster se hizo más famoso y en menos tiempo que el Seamaster.
Lo que queda claro es, una vez más, la tajante evidencia de que Omega es una de las empresas relojeras más serias del mercado, comprometidas con la investigación y con el cliente final al ofrecer un maravilloso producto a un precio razonable (en cualquiera de sus modelos hay una gran historia y también una gran inversión en/de investigación).
Os dejo una foto del "primer Seamaster" (nada que ver con el actual ¿no?)
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