alexrod
Milpostista
Sin verificar
Hola a todos. Parece ser que, tras la Segunda Guerra Mundial, los fabricantes se dieron cuenta de que habían alcanzado el límite de precisión de los relojes mecánicos, capaces de dividir un segundo, como máximo, en cinco partes, lo cual provoca desfases de hasta dos minutos al cabo de un mes. Por eso en 1960 se crearon los relojes de cuarzo, mucho más precisos, que dividen cada segundo en 32.768 partes: el número de veces por segundo que vibra un diminuto cristal de cuarzo en su interior. Una pila alimenta un circuito electrónico y este genera un campo eléctrico oscilante que provoca la vibración del cuarzo, cuya frecuencia es la base para regular la medida del tiempo.