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Hola, amigos:
Después de ver algún post de esos que tratan de hacer clasificaciones imposibles de las firmas relojeras, y después de comprobar como dejaban en alguna ocasión a Breguet fuera de las 4 primeras, me apeteció compartir con todos algo de historia para que se pueda colocar a la manufactura en su lugar correcto. Reproduzco literalmente el repaso que hace de su historia, un libro bastante conocido sobre relojes.
Nota: Me ha servido para recordar mecanografía y para que mi hija María practique lectura y se aficione a los relojes... Un auténtico placer.
Empiezo...
BREGUET
Recoger la exigente herencia espiritual e intelectual de Abraham-Louis Breguet ha sido siempre el objetivo de sus sucesores. Breguet nació en Neuchatel en el año 1747, en el seno de una familia de origen francés que había emigrado a Suiza tras la revocación del edicto de Nantes por parte de Luis XIV, que obligaba de hecho a los protestantes a abandonar Francia, ya que no garantizaba la libertad de culto ni el respeto a los derechos políticos.
Abraham-Lois Breguet volvió a Francia sin embargo para someterse a un período de aprendizaje y perfeccionar sus estudios de relojero, también mediante la confrontación y el intercambio con los expertos en mecánica más importantes de la época, ingleses y franceses.
De ellos aprendió Breguet números secretos concernientes a los escapes y a otras particularidades constructivas: la apertura de la tienda en el parisino Quai de l´Horloge testimonia su plena madurez como constructor.
Gracias a sus extraordinarias dotes creativas y a su infrecuente capacidad comercial, Breguet se convirtió en uno de los relojeros más de moda en el siglo XVIII. Monarcas y nobles que frecuentaban las cortes europeas encontraron en él un intérprete ideal, un maestro capaz de satisfacer su deseo de poseer relojes despanpanantes para exhibirlos en las ocasiones señaladas.
En aquellos años realizó algunos espléndidos relojes portátiles ("péndulos" de insuperable refinamiento técnico y estético, y cronómetros de Marina fiables y preciosos), pero fue en la relojería de bolsillo donde Breguet encontró la máxima expresión de su talento.
Entre las piezas únicas destaca el María Antonieta, compendio del arte mecánico de Breguet. Destinado a la reina de Francia en los años de la Revolución Francesa y que, debido a las célebres vicisitudes acaecidas a la soberana, "ajusticiada en la guillotina por orden de un tribunal popular", nunca llegó a su legítima destinataria. Sobre este reloj recayó la desgracia: donado al Museo de Arte Islámico de Jerusalem por David Salomon, fue robado en 1.983.
El María Antonieta tenía una caja de oro, con el cristal, la esfera y la tapa de cristal de roca, dentro de la cual había un mecanismo de extrema complejidad con los puentes. Las plantillas y algunos engranajes realizados en oro rosa, tornillos de acero bruñido y cojinetes de zafiro. El movimiento contenía las innovaciones técnicas a las que Breguet había dedicado una vida de investigación y experimentación: La carga automática, iterpretada de modo distinto respecto al dispositivo introducido por Perrelet en el mismo periodo, el calendario perpetuo con ecuación del tiempo, el termómetro, la reserva de la marcha, la repetición de horas, cuartos y minutos.
Reedición de 2008 del reloj Breguet N. 160, que perteneció a María Antonieta.
La construcción de María Antonieta le llevó a Breguet más de 20 años durante los cuales el relojero más célebre del mundo refinó y mejoró continuamente su metodología constructiva.
A Breguet se deben muchas otras innovaciones: el invento del calendario perpetuo para relojes personales, ciertos tipos de escape, una espiral provista de una determinada curva terminal denominada "espiral Breguet", los modelos a tact (que permitían, gracias a una manecilla y a referencias táctiles de la caja determinar la hora sin necesidad de extraer el reloj del bolsillo, evitando de ese modo la consulta ostentosa de la hora durante la conversación, una práctica que ya entonces se consideraba poco delicada), el parachute, un sistema de protección contra los golpes para los brazos del volante y, sobre todo el TOURBILLÓN o TORBELLINO, invención que todavía hoy se asocia con el nombre de Breguet.
Espiral Breguet
Se trata de un mecanismo que permite compensar, mediante una estructura llamada "jaula móvil", las diferencias de marcha que la gravedad terrestre provoca al actuar sobre el volante espiral. Se trata de una construcción extremadamente refinada y de muy difícil realización, ideada a finales del siglo XVIII y patentada en 1.801.
Napoleón Bonaparte también estuvo entre las personalidades que sentían gran aprecio por Abraham-Louis Breguet, que construyó algunos relojes para él como los péndulos de oficial, empleados por los oficiales del ejército durante las batallas de la época Napoleónica.
En los últimos años, Breguet quiso recoger sus experiencias relojeras en un tratado muy detallado pero no llegó a completarlo.
En 1.823, el año de su muerte, la dirección de la firma pasó a las manos de Antoine-Louis Breguet. El hijo de Breguet siguió colaborando con la Marina Real Francesa, mientras que la producción se dedicaba principalmente a los relojes complicados, innovaciones de valor absoluto, como el sistema de recarga y la puesta en hora si auxilio de la llavecita, costumbre que se fue rápidamente incorporada por otras firmas del sector, ya que originalmente no estaba protegida por patente alguna.
En 1.833, Louis-Clement Breguet, sobrino del gran Abraham-Louis, fundó Breguet, Neveu et Compagnie. Entre los modelos presentados en aquel periodo se encuentran algunos relojes de pulsera aunque de características muy alejadas del concepto que se firmará en el siglo XX.
Los clientes son una vez más los hombre más rimbombantes de la aristocracia europea: Napoleón III de Francia, la reina Victoria de Inglaterra y numerosos personajes de la Rusia zarista.
Louis-Clement intenta aplicar la electrónica a la relojería abriendo un filón tecnológico en el que su hijo Antoine creerá firmemente, especializándose en electrónica y telecomunicaciones (en el siglo XX el bisnieto Louis Breguet se dedicará a la aviación operando con una sociedad independiente).
La división relojera fue cedida al inglés Edward Brown en 1.870; su familia gestionará la casa Breguet durante un siglo justo, desplazando el centro de gravedad productivo hacia la relojería de pulsera, de modo especial en el periodo comprendido entre la Primera y Segunda Guerra Mundial. Llevan la firma Breguet algunos espléndidos modelos de pulsera de caja redonda, carré, tonneau, modelos femeninos de oro y diamantes, cronógrafos de rara belleza, calendarios y tourbillones.
Se abrió después una importante fornitura de instrumentos y relojes para aeronáutica militar con la presentación del Type XX, un cronógrafo de pulsera con función Flyback (retour en vol, dicen los franceses; se define también como puesta a cero permanente), convertido en uno de los clásicos de la relojería deportiva. La producción de relojes "a la Breguet" prosiguió con modelos provistos de cajas de metales preciosos, carruras acanaladas (la sutil y profunda acanaladura vertical que distingue la parte mediana de la caja), esferas esmaltadas o argentadas trabajadas a guilloque, completadas las manecillas a pomme denominadas universalmente "manecillas Breguet".
Este es mi precioso Type XX, regalo de mi empresa en 2.007.
Continuando con las visicitudes societarias de la firma, 1.970 señala el paso de Breguet de la familia Brown a la familia Chaumet, dinastía parisina de joyeros que inauguraron en 1.976 un taller de producción en la Vallé de Joux, Suiza. En 1.987, el grupo saudita Investcorp adquirió el paquete del control, y en 1.999 la firma fue vendida al Grupo Swatch.
Durante estos años, la intención por la relojería de pulsera se hace máxima, aunque sin desdeñar la fabricación de algún refinado modelo de bolsillo. Entre los relojes de pulsera, la especialidad preferida es el Torbellino, diseñado en combinación con otras complicaciones y, obviamente, con todas las peculiaridades técnicas de Abraham-Louis Breguet, interpretadas según las dimensiones impuestas por la relojería del S.XX.
En el año 2.005 se presenta en la feria de Basilea el modelo La Tradition con soluciones estéticas fascinantes que retoman la historia de la firma: es un reloj con el mecanismo completamente a la vista que representa las invenciones del fundador, devolviéndolas a su forma original, con puentes y elementos funcionales dispuestos del mismo modo que Breguet los habría concebido dos siglos antes.
Las actuales y modernas instalaciones de la manufactura buque insignia del Grupo Swatch al que pertenece.
Os invito a que hagáis vuestras aportaciones sobre esta espectacular firma relojera.
A todos los que no la conociais, espero que hayáis disfrutado con la historia de Breguet. Ese ha sido mi humilde propósito.
Un abrazo a todos.
Daniel Jorge.
Después de ver algún post de esos que tratan de hacer clasificaciones imposibles de las firmas relojeras, y después de comprobar como dejaban en alguna ocasión a Breguet fuera de las 4 primeras, me apeteció compartir con todos algo de historia para que se pueda colocar a la manufactura en su lugar correcto. Reproduzco literalmente el repaso que hace de su historia, un libro bastante conocido sobre relojes.
Nota: Me ha servido para recordar mecanografía y para que mi hija María practique lectura y se aficione a los relojes... Un auténtico placer.
Empiezo...
BREGUET
Recoger la exigente herencia espiritual e intelectual de Abraham-Louis Breguet ha sido siempre el objetivo de sus sucesores. Breguet nació en Neuchatel en el año 1747, en el seno de una familia de origen francés que había emigrado a Suiza tras la revocación del edicto de Nantes por parte de Luis XIV, que obligaba de hecho a los protestantes a abandonar Francia, ya que no garantizaba la libertad de culto ni el respeto a los derechos políticos.
Abraham-Lois Breguet volvió a Francia sin embargo para someterse a un período de aprendizaje y perfeccionar sus estudios de relojero, también mediante la confrontación y el intercambio con los expertos en mecánica más importantes de la época, ingleses y franceses.
De ellos aprendió Breguet números secretos concernientes a los escapes y a otras particularidades constructivas: la apertura de la tienda en el parisino Quai de l´Horloge testimonia su plena madurez como constructor.
Gracias a sus extraordinarias dotes creativas y a su infrecuente capacidad comercial, Breguet se convirtió en uno de los relojeros más de moda en el siglo XVIII. Monarcas y nobles que frecuentaban las cortes europeas encontraron en él un intérprete ideal, un maestro capaz de satisfacer su deseo de poseer relojes despanpanantes para exhibirlos en las ocasiones señaladas.
En aquellos años realizó algunos espléndidos relojes portátiles ("péndulos" de insuperable refinamiento técnico y estético, y cronómetros de Marina fiables y preciosos), pero fue en la relojería de bolsillo donde Breguet encontró la máxima expresión de su talento.
Entre las piezas únicas destaca el María Antonieta, compendio del arte mecánico de Breguet. Destinado a la reina de Francia en los años de la Revolución Francesa y que, debido a las célebres vicisitudes acaecidas a la soberana, "ajusticiada en la guillotina por orden de un tribunal popular", nunca llegó a su legítima destinataria. Sobre este reloj recayó la desgracia: donado al Museo de Arte Islámico de Jerusalem por David Salomon, fue robado en 1.983.
El María Antonieta tenía una caja de oro, con el cristal, la esfera y la tapa de cristal de roca, dentro de la cual había un mecanismo de extrema complejidad con los puentes. Las plantillas y algunos engranajes realizados en oro rosa, tornillos de acero bruñido y cojinetes de zafiro. El movimiento contenía las innovaciones técnicas a las que Breguet había dedicado una vida de investigación y experimentación: La carga automática, iterpretada de modo distinto respecto al dispositivo introducido por Perrelet en el mismo periodo, el calendario perpetuo con ecuación del tiempo, el termómetro, la reserva de la marcha, la repetición de horas, cuartos y minutos.
Reedición de 2008 del reloj Breguet N. 160, que perteneció a María Antonieta.
La construcción de María Antonieta le llevó a Breguet más de 20 años durante los cuales el relojero más célebre del mundo refinó y mejoró continuamente su metodología constructiva.
A Breguet se deben muchas otras innovaciones: el invento del calendario perpetuo para relojes personales, ciertos tipos de escape, una espiral provista de una determinada curva terminal denominada "espiral Breguet", los modelos a tact (que permitían, gracias a una manecilla y a referencias táctiles de la caja determinar la hora sin necesidad de extraer el reloj del bolsillo, evitando de ese modo la consulta ostentosa de la hora durante la conversación, una práctica que ya entonces se consideraba poco delicada), el parachute, un sistema de protección contra los golpes para los brazos del volante y, sobre todo el TOURBILLÓN o TORBELLINO, invención que todavía hoy se asocia con el nombre de Breguet.
Espiral Breguet
Se trata de un mecanismo que permite compensar, mediante una estructura llamada "jaula móvil", las diferencias de marcha que la gravedad terrestre provoca al actuar sobre el volante espiral. Se trata de una construcción extremadamente refinada y de muy difícil realización, ideada a finales del siglo XVIII y patentada en 1.801.
Napoleón Bonaparte también estuvo entre las personalidades que sentían gran aprecio por Abraham-Louis Breguet, que construyó algunos relojes para él como los péndulos de oficial, empleados por los oficiales del ejército durante las batallas de la época Napoleónica.
En los últimos años, Breguet quiso recoger sus experiencias relojeras en un tratado muy detallado pero no llegó a completarlo.
En 1.823, el año de su muerte, la dirección de la firma pasó a las manos de Antoine-Louis Breguet. El hijo de Breguet siguió colaborando con la Marina Real Francesa, mientras que la producción se dedicaba principalmente a los relojes complicados, innovaciones de valor absoluto, como el sistema de recarga y la puesta en hora si auxilio de la llavecita, costumbre que se fue rápidamente incorporada por otras firmas del sector, ya que originalmente no estaba protegida por patente alguna.
En 1.833, Louis-Clement Breguet, sobrino del gran Abraham-Louis, fundó Breguet, Neveu et Compagnie. Entre los modelos presentados en aquel periodo se encuentran algunos relojes de pulsera aunque de características muy alejadas del concepto que se firmará en el siglo XX.
Los clientes son una vez más los hombre más rimbombantes de la aristocracia europea: Napoleón III de Francia, la reina Victoria de Inglaterra y numerosos personajes de la Rusia zarista.
Louis-Clement intenta aplicar la electrónica a la relojería abriendo un filón tecnológico en el que su hijo Antoine creerá firmemente, especializándose en electrónica y telecomunicaciones (en el siglo XX el bisnieto Louis Breguet se dedicará a la aviación operando con una sociedad independiente).
La división relojera fue cedida al inglés Edward Brown en 1.870; su familia gestionará la casa Breguet durante un siglo justo, desplazando el centro de gravedad productivo hacia la relojería de pulsera, de modo especial en el periodo comprendido entre la Primera y Segunda Guerra Mundial. Llevan la firma Breguet algunos espléndidos modelos de pulsera de caja redonda, carré, tonneau, modelos femeninos de oro y diamantes, cronógrafos de rara belleza, calendarios y tourbillones.
Se abrió después una importante fornitura de instrumentos y relojes para aeronáutica militar con la presentación del Type XX, un cronógrafo de pulsera con función Flyback (retour en vol, dicen los franceses; se define también como puesta a cero permanente), convertido en uno de los clásicos de la relojería deportiva. La producción de relojes "a la Breguet" prosiguió con modelos provistos de cajas de metales preciosos, carruras acanaladas (la sutil y profunda acanaladura vertical que distingue la parte mediana de la caja), esferas esmaltadas o argentadas trabajadas a guilloque, completadas las manecillas a pomme denominadas universalmente "manecillas Breguet".
Este es mi precioso Type XX, regalo de mi empresa en 2.007.
Continuando con las visicitudes societarias de la firma, 1.970 señala el paso de Breguet de la familia Brown a la familia Chaumet, dinastía parisina de joyeros que inauguraron en 1.976 un taller de producción en la Vallé de Joux, Suiza. En 1.987, el grupo saudita Investcorp adquirió el paquete del control, y en 1.999 la firma fue vendida al Grupo Swatch.
Durante estos años, la intención por la relojería de pulsera se hace máxima, aunque sin desdeñar la fabricación de algún refinado modelo de bolsillo. Entre los relojes de pulsera, la especialidad preferida es el Torbellino, diseñado en combinación con otras complicaciones y, obviamente, con todas las peculiaridades técnicas de Abraham-Louis Breguet, interpretadas según las dimensiones impuestas por la relojería del S.XX.
En el año 2.005 se presenta en la feria de Basilea el modelo La Tradition con soluciones estéticas fascinantes que retoman la historia de la firma: es un reloj con el mecanismo completamente a la vista que representa las invenciones del fundador, devolviéndolas a su forma original, con puentes y elementos funcionales dispuestos del mismo modo que Breguet los habría concebido dos siglos antes.
Las actuales y modernas instalaciones de la manufactura buque insignia del Grupo Swatch al que pertenece.
Os invito a que hagáis vuestras aportaciones sobre esta espectacular firma relojera.
A todos los que no la conociais, espero que hayáis disfrutado con la historia de Breguet. Ese ha sido mi humilde propósito.
Un abrazo a todos.
Daniel Jorge.