Goldoff
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Aunque a priori no lo parezca (y no lo va a parecer), este hilo va de relojes. De relojes Blancpain, que es una de esas marcas que solemos mirar de lejos y de la que la mayoría sólo conocemos el Fifty Fathoms y pare usted de contar.
Antes de entrar en materia -y si consigo retener vuestra atención antes de que paséis directamente a las fotos y ¡¡vídeos!! que he colgado más abajo- me gustaría contaros algo que yo mismo he descubierto estos días simplemente leyendo la información disponible mientras preparaba este hilo. Pocos deben saber que Blancpain emplea no menos de 700 personas en sus talleres de Le Brassus y Le Sentier, que desarrolla movimientos y complicaciones para terceros (y no necesariamente del Grupo Swatch, al que pertenece) o que - y esto fue el slogan que la relanzó- Blancpain no ha producido jamás relojes de cuarzo. Alta Relojería que comporta no sólo las complicaciones o los acabados a mano de los componentes de los calibres, sino también la investigación y desarrollo de soluciones innovadoras para problemas que otros dan por insolubles, como la hermeticidad de los repetidores de minutos o los correctores de calendario ocultos bajo las asas en lugar de pulsadores enrasados en la carrura. Es especialista también en movimientos ultraplanos y ha recuperado una complicación olvidada: el carrusel volante, que cumple la misma función (hoy inútil) que el tourbillon pero es más complejo. ¿Habías visto alguna vez un indicador de reserva de marcha ubicada directamente sobre la masa oscilante? ¿o un doble huso horario que indique las medias horas de diferencia de algunos países (Venezuela, por ejemplo)?También se han atrevido con un calendario chino tradicional, bastante más complicado que un perpetuo por la movilidad de sus fechas señaladas.
Históricamente ha producido para otros. Muchos recordarán el primero reloj automático reconocido como tal (y no es Rolex ): el relojero inglés Harwood se hizo famoso al presentar en una feria relojera de la época (1926) un reloj sin corona que se ponía en hora moviendo el bisel. Ese movimiento -y el mecanismo de puesta en hora- fue diseñado y realizado por Fredéric-Emile Blancpain para Harwood. También produjo un calibre automático miniaturizado para la marca Rolls, que lo incorporó a sus minúsculos relojes femeninos en 1930. Dejo la pugna Fifty Fathoms - Submariner para los expertos...
Está claro que necesitaremos un artículo específico ¿no?
Gracias a los distintos acuerdos que Blancpain tiene establecidos con varios campeonatos de motor, pero sobre todo gracias a la amabilidad de la agencia MRA al invitarme, tuve la oportunidad de asistir a la final mundial del Blancpain Lamborghini Super Trofeo, que con tres versiones (Europa, América y Asia) convergen en una única carrera que este año se celebró en Valencia. Vimos relojes, sí, pero principalmente vimos... coches
La llegada, aun sabiendo lo que íbamos a encontrar, era como la famosa caja de bombones...
Pero una vez dentro, la cosa se desmadró directamente ¿existen tantos coches de estos?
Aventadores, Aventadores por todas partes...
Ah, sí, y sin embargo llovía
¿Hay algo más espectacular que un Lamborghini Aventador?
Sí, uno que sea Spyder o roadster... cabrio, vamos.
De esos también había un Huracan... por cierto, y por si queda alguien que que no lo sepa: muchos de los modelos de Lamborghini reciben sus nombres de toros de la ganadería Miura, de la que Ferruccio Lamborghini era admirador.
No sé si hay que seguir un curso de pilotaje específico para manejar uno de estos... y me refiero al panel de instrumentos.
Pero lo mejor de todo no fue verlos...
Ese es mi coche...
Y este mi piloto
Bueno, antes había que haberse vestido para la ocasión...
Hubo dos vueltas, una en este de competición y otra en el "de calle", que es el número 20 que veréis en la segunda foto de este hilo.
De calle, pero 700 caballos bajo tu asiento te hacen pensar en qué calles podrías meterlo...
Y además llovía. Yo lo pasé mejor en este último.
Después de semejante ejercicio tuvimos que reponer fuerzas necesariamente , así que nos dirigimos al hospitality donde además de un catering típicamente italiano (o sea, delicioso) nos esperaban unos relojes especiales. El Blancpain L-evolution se fabrica en oro blanco o rosa con bisel, fondo y esfera en fibra de carbono y combina dos complicaciones cronográficas que yo no recuerdo haber visto juntas: flyback ratrapante. Presenta una gran fecha a las seis con la ironía de parecer digital gracias a la tipografía elegida. Existe una versión en titanio limitada a 24 ejemplares.
La caja del Blancpain cronógrafo Flyback Super Trofeo está hecha de titanio mientras las asas son de fibra de carbono. Segundero pequeño a las seis, donde también se muestra la fecha. Los contadores son asimétricos, y el de la izquierda muestra la silueta del escudo de lamborghini mientras que el de la derecha, combinado con el de las seis, sugiere un tablero de automóvil. La tirada de este reloj está limitada a 600 ejemplares, y se regala al piloto de que gana al menos tres carreras durante el campeonato. Los demás siempre podrán comprarlo...
Finalmente, el otro L-evolution R, de acero con el bisel y fondo en titanio ceramizado, presenta la función flyback y gran fecha a las seis, igualmente con grafía digital. El más elegante de los tres, para mi gusto. Al fondo, mi Speedmaster Mark 4.5...
De ahí fuimos a ver a la carrera. La pena es que se puso a llover tan fuerte que tuvimos que acabar viéndola desde el hospitality, donde previendo la climatología habían habilitado unas mega-pantallas. No obstante, me dio tiempo a grabar la salida -lanzada- en un circuito que tiene la particularidad de ser visible en todo su recorrido desde un mismo punto de observación.
Muchas gracias -de nuevo- a MRA Agencia y a Blancpain, que en la persona de su directora de marca, Lara Bartolomé, nos hicieron sentir como parte de este espectáculo mecánico, tanto relojero como automovilístico.
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Antes de entrar en materia -y si consigo retener vuestra atención antes de que paséis directamente a las fotos y ¡¡vídeos!! que he colgado más abajo- me gustaría contaros algo que yo mismo he descubierto estos días simplemente leyendo la información disponible mientras preparaba este hilo. Pocos deben saber que Blancpain emplea no menos de 700 personas en sus talleres de Le Brassus y Le Sentier, que desarrolla movimientos y complicaciones para terceros (y no necesariamente del Grupo Swatch, al que pertenece) o que - y esto fue el slogan que la relanzó- Blancpain no ha producido jamás relojes de cuarzo. Alta Relojería que comporta no sólo las complicaciones o los acabados a mano de los componentes de los calibres, sino también la investigación y desarrollo de soluciones innovadoras para problemas que otros dan por insolubles, como la hermeticidad de los repetidores de minutos o los correctores de calendario ocultos bajo las asas en lugar de pulsadores enrasados en la carrura. Es especialista también en movimientos ultraplanos y ha recuperado una complicación olvidada: el carrusel volante, que cumple la misma función (hoy inútil) que el tourbillon pero es más complejo. ¿Habías visto alguna vez un indicador de reserva de marcha ubicada directamente sobre la masa oscilante? ¿o un doble huso horario que indique las medias horas de diferencia de algunos países (Venezuela, por ejemplo)?También se han atrevido con un calendario chino tradicional, bastante más complicado que un perpetuo por la movilidad de sus fechas señaladas.
Históricamente ha producido para otros. Muchos recordarán el primero reloj automático reconocido como tal (y no es Rolex ): el relojero inglés Harwood se hizo famoso al presentar en una feria relojera de la época (1926) un reloj sin corona que se ponía en hora moviendo el bisel. Ese movimiento -y el mecanismo de puesta en hora- fue diseñado y realizado por Fredéric-Emile Blancpain para Harwood. También produjo un calibre automático miniaturizado para la marca Rolls, que lo incorporó a sus minúsculos relojes femeninos en 1930. Dejo la pugna Fifty Fathoms - Submariner para los expertos...
Está claro que necesitaremos un artículo específico ¿no?
Gracias a los distintos acuerdos que Blancpain tiene establecidos con varios campeonatos de motor, pero sobre todo gracias a la amabilidad de la agencia MRA al invitarme, tuve la oportunidad de asistir a la final mundial del Blancpain Lamborghini Super Trofeo, que con tres versiones (Europa, América y Asia) convergen en una única carrera que este año se celebró en Valencia. Vimos relojes, sí, pero principalmente vimos... coches
La llegada, aun sabiendo lo que íbamos a encontrar, era como la famosa caja de bombones...
Pero una vez dentro, la cosa se desmadró directamente ¿existen tantos coches de estos?
Aventadores, Aventadores por todas partes...
Ah, sí, y sin embargo llovía
¿Hay algo más espectacular que un Lamborghini Aventador?
Sí, uno que sea Spyder o roadster... cabrio, vamos.
De esos también había un Huracan... por cierto, y por si queda alguien que que no lo sepa: muchos de los modelos de Lamborghini reciben sus nombres de toros de la ganadería Miura, de la que Ferruccio Lamborghini era admirador.
No sé si hay que seguir un curso de pilotaje específico para manejar uno de estos... y me refiero al panel de instrumentos.
Pero lo mejor de todo no fue verlos...
Ese es mi coche...
Y este mi piloto
Bueno, antes había que haberse vestido para la ocasión...
Hubo dos vueltas, una en este de competición y otra en el "de calle", que es el número 20 que veréis en la segunda foto de este hilo.
De calle, pero 700 caballos bajo tu asiento te hacen pensar en qué calles podrías meterlo...
Y además llovía. Yo lo pasé mejor en este último.
Después de semejante ejercicio tuvimos que reponer fuerzas necesariamente , así que nos dirigimos al hospitality donde además de un catering típicamente italiano (o sea, delicioso) nos esperaban unos relojes especiales. El Blancpain L-evolution se fabrica en oro blanco o rosa con bisel, fondo y esfera en fibra de carbono y combina dos complicaciones cronográficas que yo no recuerdo haber visto juntas: flyback ratrapante. Presenta una gran fecha a las seis con la ironía de parecer digital gracias a la tipografía elegida. Existe una versión en titanio limitada a 24 ejemplares.
La caja del Blancpain cronógrafo Flyback Super Trofeo está hecha de titanio mientras las asas son de fibra de carbono. Segundero pequeño a las seis, donde también se muestra la fecha. Los contadores son asimétricos, y el de la izquierda muestra la silueta del escudo de lamborghini mientras que el de la derecha, combinado con el de las seis, sugiere un tablero de automóvil. La tirada de este reloj está limitada a 600 ejemplares, y se regala al piloto de que gana al menos tres carreras durante el campeonato. Los demás siempre podrán comprarlo...
Finalmente, el otro L-evolution R, de acero con el bisel y fondo en titanio ceramizado, presenta la función flyback y gran fecha a las seis, igualmente con grafía digital. El más elegante de los tres, para mi gusto. Al fondo, mi Speedmaster Mark 4.5...
De ahí fuimos a ver a la carrera. La pena es que se puso a llover tan fuerte que tuvimos que acabar viéndola desde el hospitality, donde previendo la climatología habían habilitado unas mega-pantallas. No obstante, me dio tiempo a grabar la salida -lanzada- en un circuito que tiene la particularidad de ser visible en todo su recorrido desde un mismo punto de observación.
Muchas gracias -de nuevo- a MRA Agencia y a Blancpain, que en la persona de su directora de marca, Lara Bartolomé, nos hicieron sentir como parte de este espectáculo mecánico, tanto relojero como automovilístico.
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