Hola compañeros, yo puedo contar mi experiencia con estos "
aparatos del demonio".
Primero me compré un Moto 360, además de los relojes me encanta la tecnología y este parecía unir los dos mundos... Estuve utilizándolo durante unos meses, era realmente práctico y, porque no decirlo, bonito estéticamente. Pero me di cuenta de que estaba relegando mi colección de relojes a los fines de semana y, curiosamente, cuando llevaba un reloj, echaba de menos el smartwatch.
Decidí venderlo y comprar un wereable que pudiera llevar junto a mis relojes, uno en cada muñeca, así adquirí la Samsung Gear Fit 2. Estuve un tiempo llevando las dos cosas hasta que me di cuenta de lo absurdo y ridículo que resultaba, por lo que también me deshice de ella...
También probé un Garmin Forerunner 230, esto ya es otra cosa, es un reloj para el deporte con funciones smartwatch, pero tampoco llenaba el hueco que, en mi locura, pretendía llenar. Al final lo utilizaba sólo para hacer deporte y ni siquiera para eso era necesario, así que lo vendí.
Luego me compré un Samsung Gear S2, era bonito, elegante, práctico, con una calidad de pantalla abrumadora... Lo estuve llevando unos meses y la verdad, me costaba quitármelo, tanto es así que llegué incluso a plantearme mi afición. Pensé en vender parte de mi colección y quedarme sólo con un par de relojes. Afortunadamente, no lo hice, y después de un tiempo me di cuenta de que tan sólo se trataba de un juguete, un juguete práctico si, pero un juguete al fin y al cabo. De ninguna manera podía sustituir a mis amados relojes y, mucho menos, dejar atrás una afición de tantos años. Me deshice de el a tiempo.
En definitiva, después de haber tenido 5 smartwatches (entre medio de todo también compré un Huawei Watch que devolví en un día...) y habiendo probado todas las variaciones existentes en el mercado, Smartwatch, smartband y sportwatch, puedo decir con criterio y total seguridad, que se trata de objetos aparentemente útiles, que lo son al principio, pero que
terminan poseyéndote a ti en vez de tu a ellos... Fijaos, tenéis que ponerlos a cargar cada día, atentos a lo que les queda de batería para no quedarte sin reloj en medio de la jornada. Estás continuamente recibiendo notificaciones en la muñeca que te estresan y te obligan a mirar, en el móvil puedes dejarlo para después pero en la muñeca es imposible. Hacen que tu afición por los relojes quede relegada al fin de semana, y eso te produce más estrés y un absurdo sentimiento de culpabilidad.
Si me preguntáis si sirven para algo, os diré que si, que cumplen con una función muy concreta que, a gente muy concreta, en un contexto muy concreto, puede resultarle muy útil. Ahora, ¿para nosotros? ¿Para los amantes de los relojes? Son unos
aparatos del demonio!!