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Milpostista
Sin verificar
Dentro del Gastrofestival 2016, séptima edición de esta cita anual, que rinde homenaje a la gastronomía, no sólo desde un punto de vista culinario sino también desde ámbitos como el arte, el cine, la literatura o la moda, que tuvo lugar del 23 de enero al 7 de febrero en Madrid coincidiendo con el evento MADRID Fusión, tuvimos la suerte de poder asistir a una cena en el Hotel Ritz preparada por el Chef invitado Leonardo Pereira.
René Redzepi, chef y dueño de Noma –considerado como el mejor restaurante del mundo– vio algo diferente en él, un joven portugués aprendiz de cocinero que tenía verdadera pasión por la gastronomía. Allí, Leonardo Pereira llegó a ser Sous-Chef y, pocos años después, se convirtió en el rostro visible de Areias do Seixo en Santa Cruz de Madeira.
Ahora está en el proceso de abrir su propio restaurante y hace apariciones esporádicas como la de esa noche en el Ritz.
Pedir perdón de antemano por la calidad de las fotos ya que la luz era muy tenue.
El menú y la exclusividad del evento favorecían los mejores presagios
Estos son los aperitivos, el snack de ñame y shitake, la tosta de pulpo y la tartaleta de guisantes. A destacar la frescura del shitake con la textura del ñame.
Erizo con almendras y codium (alga). Era casi un ajoblanco (mas suave) con la fuerza del erizo y el sabor a mar añadido del codium.
Navajas y rábano. De lo que mas me gustó de la noche. Ceviche de navajas que ya he replicado en casa alguna vez y laminas de rábano negro.
Habas e hinojo marino. La suavidad de unas habas en un punto de cocción perfecto y el hinojo marino, que no es un alga, sino una planta costera de sabor intenso en el que se pueden percibir toques anisados propios del hinojo, salinos (por su hábitat), cítricos, puede recordar a la zanahoria, o al apio.
Ostras Ibéricas. Un plato muy celebrado a nuestro alrededor pero que a nosotros no nos gustó tanto... Ya la textura de la ostra no ha sido nunca de mi agrado y el toque de tocino de cerdo ibérico curado hacía un contraste de sabores que no me llegó.
Caballa y achicoria. La caballa espectacular, la achicoria que la envolvía no tanto. A mi no me van los sabores amargos así que otro plato que no encajó del todo.
Alcachofas y tendón de ternera. Desafortunadamente se encontraban debajo de una espuma que lo cobría todo. Las espumas me gustan, son divertidas y añaden un aroma sutilmente a un plato... Pero cubrirlo por completo no queda bien EMHO. El tendón de ternera se ha puesto de moda últimamente en este tipo de cocina y bien cocinado es rico en sabor y untuoso en la boca.
Presa ibérica con su morcilla. Dificil de equivocarse con la presa de ibérico, la salsa de morcilla exquisita. Un plato sencillo pero delicioso presentado con prisas y servido aun con mas prisas por el rastro que dejó la carne.
Pasamos a los postres. Limon a la parrila y trigo sarraceno.
Un limón a la parrilla vaciado que le da aroma al sorbete de limón.
Chirivía en arándanos. Una especie de panacotta de chirivía (parecida a la zanahoria pero mas pálida y de sabor anisado) sobre una sopa de arandanos.
Y por fin las tartaletas de mantequilla con pistacho y el Explorer II [emoji1][emoji1][emoji1]
Un buen menú, con combinaciones de sabores sorprendentes (algunas demasiado) ejecutado con mimo pero lamentáblemente no servido a la altura.
Espero que os guste!
René Redzepi, chef y dueño de Noma –considerado como el mejor restaurante del mundo– vio algo diferente en él, un joven portugués aprendiz de cocinero que tenía verdadera pasión por la gastronomía. Allí, Leonardo Pereira llegó a ser Sous-Chef y, pocos años después, se convirtió en el rostro visible de Areias do Seixo en Santa Cruz de Madeira.
Ahora está en el proceso de abrir su propio restaurante y hace apariciones esporádicas como la de esa noche en el Ritz.
Pedir perdón de antemano por la calidad de las fotos ya que la luz era muy tenue.
El menú y la exclusividad del evento favorecían los mejores presagios
Estos son los aperitivos, el snack de ñame y shitake, la tosta de pulpo y la tartaleta de guisantes. A destacar la frescura del shitake con la textura del ñame.
Erizo con almendras y codium (alga). Era casi un ajoblanco (mas suave) con la fuerza del erizo y el sabor a mar añadido del codium.
Navajas y rábano. De lo que mas me gustó de la noche. Ceviche de navajas que ya he replicado en casa alguna vez y laminas de rábano negro.
Habas e hinojo marino. La suavidad de unas habas en un punto de cocción perfecto y el hinojo marino, que no es un alga, sino una planta costera de sabor intenso en el que se pueden percibir toques anisados propios del hinojo, salinos (por su hábitat), cítricos, puede recordar a la zanahoria, o al apio.
Ostras Ibéricas. Un plato muy celebrado a nuestro alrededor pero que a nosotros no nos gustó tanto... Ya la textura de la ostra no ha sido nunca de mi agrado y el toque de tocino de cerdo ibérico curado hacía un contraste de sabores que no me llegó.
Caballa y achicoria. La caballa espectacular, la achicoria que la envolvía no tanto. A mi no me van los sabores amargos así que otro plato que no encajó del todo.
Alcachofas y tendón de ternera. Desafortunadamente se encontraban debajo de una espuma que lo cobría todo. Las espumas me gustan, son divertidas y añaden un aroma sutilmente a un plato... Pero cubrirlo por completo no queda bien EMHO. El tendón de ternera se ha puesto de moda últimamente en este tipo de cocina y bien cocinado es rico en sabor y untuoso en la boca.
Presa ibérica con su morcilla. Dificil de equivocarse con la presa de ibérico, la salsa de morcilla exquisita. Un plato sencillo pero delicioso presentado con prisas y servido aun con mas prisas por el rastro que dejó la carne.
Pasamos a los postres. Limon a la parrila y trigo sarraceno.
Un limón a la parrilla vaciado que le da aroma al sorbete de limón.
Chirivía en arándanos. Una especie de panacotta de chirivía (parecida a la zanahoria pero mas pálida y de sabor anisado) sobre una sopa de arandanos.
Y por fin las tartaletas de mantequilla con pistacho y el Explorer II [emoji1][emoji1][emoji1]
Un buen menú, con combinaciones de sabores sorprendentes (algunas demasiado) ejecutado con mimo pero lamentáblemente no servido a la altura.
Espero que os guste!