amigo neurona, no creas que a muchos habitantes de mi país les preocupa que la boutique Cartier cierre su negocio acá. En términos generales, es bastante intrascendente. Es respetable que esos empresarios elijan dónde hacer negocios y, por el momento, parece que decidieron dejar de hacerlos en Buenos Aires. Sólo se trata de una boutique que emplea a ocho personas. No es significativo de nada. Fijate que soy argentino y a mi me preocupa muy poco ese hecho. Me preocuparían mucho otras cosas. Como por ejemplo, si la desocupación en nuestro país dejara de ser -como es- 7-8% y ello se dispare a 15-20, 25 % o más. O que la deuda pública deje de ser el 15% del PBI y pase a ser una cifra tan exhorbitante que las negociaciones asociadas a ese problema dejen el ministerio de economía de nuestro país en manos de los propios acreedores. Esto último, es algo que conocemos muy bien los argentinos porque nos ocurrió hace una década. En Europa también saben a que me refiero con esta cuestión, porque ese mismo mecanismo perverso se está reiterando en varios países del viejo mundo. De modo que no te preocupes mucho por este tema de Cartier que no es síntoma de nada. Simplemente se trata de una decisión empresaria que vaya a saber que lineamientos sigue para maximizar sus beneficios, pero no afecta la vida ni los intereses de la enorme mayoría de los argentinos.
chau, un fuerte abrazo
sergio
Decisión empresarial para maximizar los beneficios dices. Los beneficios de 0 relojes vendidos... son cero.
Y bueno, quizá la vida de la mayoría de los argentinos no se vea afectada por lujos como comprar relojes Cartier, no tener
el teléfono de moda, dejar de
comer jamón serrano pero sí que esas clases medias se puedan ver afectadas por otros factores que se importan y para los que hay vetos o restricciones como
libros, piezas de
recambios para automóviles o
juguetes, y también
medicinas. También parece que
hay restricciones a la compra de dólares, lo cual en una economía con una inflación real del 30% deja desprotegidos a los ahorradores. Mismo digo de
usar vías alternativas de pago como Paypal.
Con mucha pena lo digo, ya que Argentina es un país que aprecio y en el que tengo familia lejana, pero la impresión que tengo es que es que la economía argentina está en un proceso de destrucción bastante avanzado.
no termino de comprender qué tiene que ver el proceso de nacionalización de YPF -que si alguien no estaba seguro de cómo iba a resultar, hoy día ya nadie duda sobre sus éxitos- con la decisión empresarial de cerrar la boutique de una famosa marca en Buenos Aires que empleaba en total a 8 personas.
La nacionalización de YPF -y el cómo se hizo- muestra un país con escasa seguridad jurídica. Sin seguridad jurídica olvidaros de unas inversiones externas que ya recelaban en el pasado de vuestro país.
Y, parece ser que tras la nacionalización
la crisis energética argentina se ha agravado. Un país que tenía que ser exportador es cada vez más dependiente de Bolivia. En los primeros siete meses del 2012, Argentina ha gastado 2.668 millones de dólares en la compra de gas al exterior, lo que representa un aumento del 90% en relación al mismo período en el 2011.
El precio del fluido que llega desde el sur del Altiplano -unos 3.030 millones de toneladas cúbicas- aumentó en un 6% en los últimos ocho meses. La provisión se completa con los 2.813 millones de toneladas cúbicas de Gas Natural Licuado (GNL) que llegan por barco de otros países y cuyo precio ronda los 16 dólares por BTU (medida inglesa que equivale a 252 calorías), muy por encima de los 2,5 dólares que cuesta el escaso gas producido en las plantas argentinas de Neuquén. A todo esto hay que añadir que la producción gasífera de YPF (después de la salida de Repsol) experimentó una caída del 11, 24% en la primera parte del año.
¿Y los carburantes de automóvil? Bueno, se les adultera
bajando la calidad pero no el precio.
Acabo. Simpatía personal por Repsol, expropietaria de YPF, ninguna. En nuestro pais funciona como un monopolio vendiéndonos a precio de vellón la gasolina, subiendo exageradamente a la mínima variación del petróleo, pero no bajando los precios cuando baja éste.