Bernardi
Forer@ Senior
Sin verificar
Realmente las modas son cosas a las que no les presto atención: si una ropa me gusta y estoy cómodo con ella, la llevo aunque se haya "pasado de moda hace 20 años". Si dejamos que las modas conformen nuestros gustos, solamente por el hecho de "ir a la moda", estaremos dejando nuestra personalidad en manos de quienes viven a base de hacer que la gente consuma hoy esto y mañana lo otro.
Y con los relojes me ocurre igual. No me fijo en el tamaño de la esfera sino en si me gusta, me siento cómodo llevándolo y "lo veo bien" cuando lo llevo puesto. De hecho, no sería capaz de decir el tamaño medio de mis relojes: unos son más grandes y otros más pequeños; no sé más. Probablemente hace años no estaban a la moda porque igual eran "demasiado grandes", mientras que hoy día tampoco estén a la moda porque sean "pequeños".
Personalmente, cada vez que echo un vistazo por encima a alguno de los "suplementos de moda" que ojea mi pareja, se me refuerza la convicción de que los llamados "creadores de tendencias" no sólo disfrutan del poder que poseen para hacer que la gente se vista de tal forma o se maquille de tal otra, sino que, secretamente, en ocasiones compiten entre sí por ver quién de ellos consigue llegar más lejos en el intento de lograr que los 'fashion victims' vayan por la calle como payasos (y encantados de pagar por ello).
Y con los relojes me ocurre igual. No me fijo en el tamaño de la esfera sino en si me gusta, me siento cómodo llevándolo y "lo veo bien" cuando lo llevo puesto. De hecho, no sería capaz de decir el tamaño medio de mis relojes: unos son más grandes y otros más pequeños; no sé más. Probablemente hace años no estaban a la moda porque igual eran "demasiado grandes", mientras que hoy día tampoco estén a la moda porque sean "pequeños".
Personalmente, cada vez que echo un vistazo por encima a alguno de los "suplementos de moda" que ojea mi pareja, se me refuerza la convicción de que los llamados "creadores de tendencias" no sólo disfrutan del poder que poseen para hacer que la gente se vista de tal forma o se maquille de tal otra, sino que, secretamente, en ocasiones compiten entre sí por ver quién de ellos consigue llegar más lejos en el intento de lograr que los 'fashion victims' vayan por la calle como payasos (y encantados de pagar por ello).
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