Relojes Inteligentes ¡TRIUNFARÁN!

[JuanjoG]

Hola a todos, yo personalmente opino que un buen reloj mecanico nunca pasara de moda y se seguiran usando y valorizando cada vez mas o acaso no hemos visto esos hermosos automoviles antiguos, algunos de hace mas de 100 años siendo subastados por miles y en algunos casos millones de dolares y que solo unos pocos pueden adquirir? Pues para mi, creo que eso pasara en un futuro. No creo que el encanto, la màgia y el placer de llevar un buen reloj automatico, el poder observar sus lineas, su diseño, su segundero flotando por la.esfera con ese no se que que embruja a muchos, el sentir ese algo algunas veces indescriptible cuando lo sientes trabajar y le puedez ver su interior y ese placer de saber que aunque pasen XXX años ese pequeña caja majica seguira dando la hora tal vez a tus nietos o bisnietos si son tratados con cariño y gentileza . En fin para mí seguirán vigentes muchos años mas y es que el placer de llevar un automatico en tu muñeca es en mí caso y creo que para muchos una sensación increíble, o no compañeros de aficion? ...saludos a todos y buenas noches.

Totalmente de acuerdo contigo


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[cmvca]

Keep calm and buy a rolex

 

[Bernardi]

Ah bueno, si dentro de dos generaciones vamos a llevar implantes neuronales, entonces pa' qué cuestionárnoslo...

Digamos que no me cuestiono dejar de usar las cosas que me gustan, por muy anacrónicas que les parezcan a los 'gadget-victims' o a los aficionados a 'the new, new, thing'. La propia velocidad con la que la tecnología evoluciona hace imposible que sus implementaciones particulares perduren más de unos pocos años (y esto lo puedo comprobar día a día, ya que profesionalmente participo -modestamente- en la elaboración de algunas de dichas implementaciones).

Si sigo vivo dentro de dos generaciones no dudo que seguiré pudiendo acceder, si lo deseo y dedico el dinero suficiente, a relojes mecánicos, libros de papel y motores de combustión interna, por mucho que para entonces hayan podido quedar relegados a la categoría de afectación o capricho para excéntricos.

Es a eso a lo que se refería mi texto anterior. Pretendía haberlo expresado con una mezcla de humor e ironía, aunque puede que no lo haya conseguido.

 

[JuanjoG]

Digamos que no me cuestiono dejar de usar las cosas que me gustan, por muy anacrónicas que les parezcan a los 'gadget-victims' o a los aficionados a 'the new, new, thing'. La propia velocidad con la que la tecnología evoluciona hace imposible que sus implementaciones particulares perduren más de unos pocos años (y esto lo puedo comprobar día a día, ya que profesionalmente participo -modestamente- en la elaboración de algunas de dichas implementaciones).

Si sigo vivo dentro de dos generaciones no dudo que seguiré pudiendo acceder, si lo deseo y dedico el dinero suficiente, a relojes mecánicos, libros de papel y motores de combustión interna, por mucho que para entonces hayan podido quedar relegados a la categoría de afectación o capricho para excéntricos.

Es a eso a lo que se refería mi texto anterior. Pretendía haberlo expresado con una mezcla de humor e ironía, aunque puede que no lo haya conseguido.

Lo conseguiste. Se captó la ironía.


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[osomax]

Para mí es una cuestión de estilo, imagen y personalidad. Además de, lógicamente, aprecio por la belleza de ciertas obras, de ciertas piezas como son los relojes.


Hay personas que se encuentran perfectamente cómodas vistiendo de forma desenfadada y “práctica/cómoda” en cualquier entorno, independientemente de que vayan a un centro comercial de compras o a una cena con sus amigos. Personas que pueden pensar que uno de sus elementos imprescindibles es el teléfono móvil, porque con él saben en qué hora viven, a qué día están y, además, pueden utilizar su tecnología para la comunicación de la forma que tengan por conveniente. Muchos de ellos no llevan reloj hace mucho tiempo porque les resulta incómodo, o si lo llevan es simplemente por inercia y no les preocupa especialmente qué tipo de reloj o incluso si funciona.


Hay otras personas que pensamos que la imagen y la identidad de cada cual debe cuidarse y que, además, presenta dos mensajes diferenciados; uno hacia nosotros mismo respecto al estilo y lo que determina nuestra personalidad, y otra hacia el exterior que permite ubicarnos respecto a los demás, tanto en lo que se refiere a nuestras preferencias como al tipo de imagen con la que nos encontramos más identificados, independientemente de si es más o menos cómodo o más o menos práctico.


Utilizamos, por ejemplo, prendas de cuero o de piel (preferiblemente si ello no ha supuesto sufrimiento alguno para un animal), no porque abrigaran como antaño sino porque mantienen una línea y una elegancia que una moderna prenda acrílica no puede proveer y reservamos éstas para cuando son realmente necesarias. Algunas marcas de vestir nos pueden decir “algo” por la calidad de sus texturas o por sus diseños más elaborados, y podemos seguir pensando que hay una forma de vestir para cada ocasión que sea coherente con la imagen que de nosotros mismos tenemos, en vez de considerar que toda ocasión es buena para sentirnos lo más cómodos posible sin atender a nuestro entorno. De igual forma que la corbata, prenda completamente inútil per se, sigue sobreviviendo al paso de los siglos como un complemento de vestimenta apto para diferentes ocasiones.


Podemos considerar que la tecnología es algo que podemos usar porque nos facilita muchas cosas y nos provee de posibilidades que en otros tiempos no eran factibles. Somos usuarios de tal tecnología, pero seguimos fieles a nuestras ideas sobre qué imagen nos identifica mejor, tanto respecto a nosotros mismos como hacia otros.

El reloj, más caro o más barato, de una marca u otra, pasa a formar parte de nuestra personalidad, de nuestra imagen y de nuestras opciones en la vida. No es ya una tecnología imprescindible. No es una tecnología como tal, pues incluso los de cuarzo convencionales han quedado desfasados respecto a las nuevas generaciones de sofisticados aparatos basados en el silicio. El reloj es un complemento de nuestra personalidad y de nuestra imagen, cuya selección o elección responde a nuestra necesidad de tener una identidad propia y que, comparativamente, también envíe un mensaje de que hacemos el esfuerzo de sentirnos identificados con una determinada filosofía de vida en la que algunos detalles son importantes no por los objetos en sí mismos (ni por su precio) sino por cómo responden al entendimiento que tenemos de cada faceta de nuestras vidas, una veces con connotaciones más deportivas, otras donde la elegancia y la formalidad tienen mayor protagonismo.

Desde este punto de vista, nuestros relojes son una extensión de nuestra persona por cómo responden a nuestra identidad y a las diferentes situaciones en que nos podamos encontrar. No son un exponente obsoleto para mostrar la hora sino un complemento que nos hace sentir coherentes con nosotros mismos y que, quizás, permite diferenciarnos de aquéllos (muchos, hoy en día) que sólo aprecian el aspecto pragmático de la vida sin poner mayor énfasis en la belleza o en el detalle, aspectos éstos que tanto podemos encontrar en un Seiko, un Rolex o un JLC –por poner simples ejemplos-.


Tenemos dos muñecas y, quizás, una de ellas sea apta para llevar un “lo-que-sea-watch”, si verdaderamente nos aporta algo útil a nuestras vidas. Pero el reloj que llevamos, sea de la marca que sea, es una característica de cómo somos, de cómo sentimos y forma parte de nuestra imagen. Y, además, nos da la hora con cierta fiabilidad, la suficiente para la mayoría de las situaciones a las que nos enfrentamos, sabiendo siempre que si necesitamos algo más fiable lo tenemos a nuestro alcance sin mayor problema.

Las grandes marcas relojeras, suizas, japonesas …. Hace ya tiempo que no venden meros instrumentos para conocer el paso del tiempo. Venden objetos que nosotros incorporamos a nuestras vidas en función del entendimiento que tenemos de ellas y que pueden ir experimentando cambios igual que nuestras vidas lo hacen.


Desde ese punto de vista, los relojes –particularmente los mecánicos, autosuficientes y pequeño muestrario de ingeniería y detalle- seguirán existiendo, independientemente de que cualquier tecnología que se desarrolle también nos pueda convenir por su utilidad y sea compatible con todo lo demás. En todo caso, la obsolescencia a que se somete no permitirá que un iPhone, un SGIV o un HTC "pase a formar parte de nuestra vidas" más allá de su uso en cada momento y su eventual sustitución futura. Pero los relojes, nuestros Seikos, nuestros Omega, nuestros "....", mientras están con nosotros , sí forman parte de ellas.
Por supuesto, es simplemente mi opinión y postura ante ello.

 

[JuanjoG]

Ostras Osomax. Que pedazo post!!!!
Te habrá llevado tiempo.
Oye! que estoy de acuerdo con el análisis que haces!!!!!


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[Alyazirat]

Y mientras...el que diseñe esos "relojes/telefono/brujula/maquina de cafe".....llevará en su muñeca un Patek Philippe.

 

[JuanjoG]

Y mientras...el que diseñe esos "relojes/telefono/brujula/maquina de cafe".....llevará en su muñeca un Patek Philippe.

Genial!!! Muy buen comentario. Aunque lo dudo. No suelen ser referentes en estilo estos grandes creativos informáticos.
Steve Jobs era un genio. Pero vestía bastante mal y jamás aprecie un buen reloj en su muñeca. Del calzado y camisas (por su ausencia) ni hablamos.



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[osomax]

Genial!!! Muy buen comentario. Aunque lo dudo. No suelen ser referentes en estilo estos grandes creativos informáticos.
Steve Jobs era un genio. Pero vestía bastante mal y jamás aprecie un buen reloj en su muñeca. Del calzado y camisas (por su ausencia) ni hablamos.



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Un denominador común frecuente entre los super-frikis de la tecnología es que no ponen mucho énfasis en cuidar su imagen. Lo cual me parece muy bien, dicho sea de paso. Cada cual es cada cual.
Y, por cierto, Steve Jobs es un caso aparte de persona y, al final, modificó varios de sus "postulados personales", entre ellos lo que acabó matándolo. El cáncer que se le diagnosticó en un principio era tratable con bastantes probabilidades a su favor, por ser de detección precoz. No quiso someterse a tratamiento en un principio sino recurrir a otras "técnicas" y cuando, finalmente, quiso ponerse a ello, ya era tarde.

 

[JuanjoG]

¿Por qué te parece muy bien que no pongan "énfasis en cuidar su imagen"?
En cualquier caso me parece una virtud la elegancia y el saber vestir acorde con cada ocasión. Y nunca podré considerar lo contrario como algo que "sume" o algo virtuoso.
Eso, por supuesto, no resta un ápice de valor al talento y genialidad de esos individuos excepcionales, aunque si, además de ese talento sin igual, tuvieran elegancia, sumarían aún más puntos. Pero es obvio que a todo no se puede llegar.


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[osomax]

¿Por qué te parece muy bien que no pongan "énfasis en cuidar su imagen"?
En cualquier caso me parece una virtud la elegancia y el saber vestir acorde con cada ocasión. Y nunca podré considerar lo contrario como algo que "sume" o algo virtuoso.
Eso, por supuesto, no resta un ápice de valor al talento y genialidad de esos individuos excepcionales, aunque si, además de ese talento sin igual, tuvieran elegancia, sumarían aún más puntos. Pero es obvio que a todo no se puede llegar.
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Vale, extiendo un poco más mi comentario (estoy intentando ser más parco de lo habitual para no desesperar al personal ).
Cuando digo que "me parece bien" en este aspecto no es porque yo comulgue con esa opción, sino porque no podemos (ni debemos) imponer a los demás nuestro propio criterio de lo que está bien o mal, correcto o incorrecto (al menos dentro de los aspectos que ahora tratamos, no de si está bien "matar", o "robar", etc.)
Por tanto, a lo que doy validez es a la opción personal e individual que cada cual toma para su vida, independientemente de cuál sea mi parecer al respecto.
Si de lo que se trata es de dar dicho parecer, entiendo que los conceptos de "imagen", "elegancia" etc. pueden ser bastante subjetivos aunque, generalmente, responden a ciertos estándares en los que prácticamente todos podemos ponernos de acuerdo.
Para mí, cuidar determinados detalles respecto a la imagen no parece SÓLO una actitud personal hacia mí mismo (que, por supuesto, lo es) sino también una postura de respeto hacia los demás. Me consta que en los tiempos que vivimos las "formas" en diferentes aspectos tienden a ser "descuidadas" o, si se quiere por sonar menos radical, "desenfadadas".
Yo no creo en eso en absoluto. Creo en los modales, en la educación en el trato, en el cuidado hacia uno mismo y hacia los demás, lo que implica que cada ocasión determina lo que es más o menos correcto siempre dentro de unos límites o márgenes.
Obviamente el reloj, como complemento de nuestra propia imagen, se incorpora a ella y también es una muestra de opciones tomadas y de las situaciones en las que nos encontramos.
Quizás en la actualidad se tiende a olvidar el hecho de que "nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión". Esto es completamente cierto. Y también es cierto que no sólo de "impresiones" se pueden deducir conclusiones válidas. Pero el que crea que no tienen ninguna importancia, se engaña a sí mismo.
¿Me explico?

 

[JuanjoG]

Vale, extiendo un poco más mi comentario (estoy intentando ser más parco de lo habitual para no desesperar al personal ).
Cuando digo que "me parece bien" en este aspecto no es porque yo comulgue con esa opción, sino porque no podemos (ni debemos) imponer a los demás nuestro propio criterio de lo que está bien o mal, correcto o incorrecto (al menos dentro de los aspectos que ahora tratamos, no de si está bien "matar", o "robar", etc.)
Por tanto, a lo que doy validez es a la opción personal e individual que cada cual toma para su vida, independientemente de cuál sea mi parecer al respecto.
Si de lo que se trata es de dar dicho parecer, entiendo que los conceptos de "imagen", "elegancia" etc. pueden ser bastante subjetivos aunque, generalmente, responden a ciertos estándares en los que prácticamente todos podemos ponernos de acuerdo.
Para mí, cuidar determinados detalles respecto a la imagen no parece SÓLO una actitud personal hacia mí mismo (que, por supuesto, lo es) sino también una postura de respeto hacia los demás. Me consta que en los tiempos que vivimos las "formas" en diferentes aspectos tienden a ser "descuidadas" o, si se quiere por sonar menos radical, "desenfadadas".
Yo no creo en eso en absoluto. Creo en los modales, en la educación en el trato, en el cuidado hacia uno mismo y hacia los demás, lo que implica que cada ocasión determina lo que es más o menos correcto siempre dentro de unos límites o márgenes.
Obviamente el reloj, como complemento de nuestra propia imagen, se incorpora a ella y también es una muestra de opciones tomadas y de las situaciones en las que nos encontramos.
Quizás en la actualidad se tiende a olvidar el hecho de que "nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión". Esto es completamente cierto. Y también es cierto que no sólo de "impresiones" se pueden deducir conclusiones válidas. Pero el que crea que no tienen ninguna importancia, se engaña a sí mismo.
¿Me explico?

Te explicas perfectamente.
Y sabía que no me ibas a defraudar....


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[osomax]

Te explicas perfectamente.
Y sabía que no me ibas a defraudar....


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He de reconocer que con tus últimas adquisiciones, que tan amablemente nos has mostrado, se hace sustancialmente más fácil elegir una versión de elegancia para cada ocasión.

 

[JuanjoG]

He de reconocer que con tus últimas adquisiciones, que tan amablemente nos has mostrado, se hace sustancialmente más fácil elegir una versión de elegancia para cada ocasión.

Jeje. Gracias!

Un reloj para cada ocasión. Como la vestimenta. A la que concedo bastante importancia. Debe ser que soy coqueto.

Ni iría con smoking y corbata o pajarita a tomar una cerveza en un chiringuito de playa, ni con bañador a una boda (salvo quizás en Hawai, como se ve en el cine).

(Por su puesto, es una exageración el ejemplo, pero apunta la idea. Hoy afortunadamente las normas de protocolo social se han relajado un poco y se pueden introducir variaciones, aunque sin pasarse de "imaginativos").

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