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Impresionante, Xabi, realmente impresionanteAnimales espirituales, totémicos o metafóricos.
Llevo desde que se inauguró este hilo sopesando el compartir una experiencia que, en lo personal, me marcó mucho. Y ahora mismo me he decidido a escribir sobre ella, de manera lo más resumida posible (que es lunes, y estaba trabajando, pero si lo dejo para más tarde lo mismo se me quitan las ganas).
La historia es que, hace ya cerca de veinte años, falleció mi abuelo materno. Era un hombre sencillo del que guardo muy buenos recuerdos. Para mi madre, fue un varapalo; estaba muy unida a él, lo quería mucho.
Pues bien, a los pocos días de su muerte, mi madre llegó a casa y se encontró un cuervo de dimensiones considerables en la cocina. La ventana estaba abierta y el animal se había colado dentro; algo que no había sucedido nunca antes en nuestra casa, además teniendo en cuenta que no es habitual ver cuervos en el entorno de la misma. Con el susto de la sorpresa en el cuerpo, mi madre intentó espantarlo para que saliese por la ventana, y el cuervo, lejos de escapar, se le enfrentó y se puso a graznar, plantándole cara... después de lo que supongo serían unos pocos segundos, el cuervo se dio media vuelta y salió volando, en linea recta y sin posarse en ningún árbol cercano, hasta que se perdió de vista. Momento en el que llegué yo, para encontrarme a mi madre con la agitación todavía en el cuerpo. Ni qué decir tiene que incluso ella, que no es una persona espiritual que digamos, trazó una conexión directa entre ambos acontecimientos en su imaginación.
Y si digo que la experiencia, aunque no propia del todo, me marcó, es porque desde entonces me he dado cuenta de que dibujo muchos cuervos. Los dibujo siempre que tengo ocasión; incluso en los trabajos por encargo, si puedo, siempre cuelo un cuervo.
En fin, esa es la anécdota. No descarto que la proximidad de la Noche de Difuntos me haya animado a compartir la experiencia.
Como imaginaréis, en veinte años he dibujado cientos de ellos. Pongo aquí una minúscula muestra, para ilustrar lo escrito. Pido disculpas de antemano si, aun así, son demasiadas...
Ver el archivos adjunto 2724441Ver el archivos adjunto 2724442Ver el archivos adjunto 2724443Ver el archivos adjunto 2724444Ver el archivos adjunto 2724445Ver el archivos adjunto 2724446Ver el archivos adjunto 2724447Ver el archivos adjunto 2724448
Animales espirituales, totémicos o metafóricos.
Llevo desde que se inauguró este hilo sopesando el compartir una experiencia que, en lo personal, me marcó mucho. Y ahora mismo me he decidido a escribir sobre ella, de manera lo más resumida posible (que es lunes, y estaba trabajando, pero si lo dejo para más tarde lo mismo se me quitan las ganas).
La historia es que, hace ya cerca de veinte años, falleció mi abuelo materno. Era un hombre sencillo del que guardo muy buenos recuerdos. Para mi madre, fue un varapalo; estaba muy unida a él, lo quería mucho.
Pues bien, a los pocos días de su muerte, mi madre llegó a casa y se encontró un cuervo de dimensiones considerables en la cocina. La ventana estaba abierta y el animal se había colado dentro; algo que no había sucedido nunca antes en nuestra casa, además teniendo en cuenta que no es habitual ver cuervos en el entorno de la misma. Con el susto de la sorpresa en el cuerpo, mi madre intentó espantarlo para que saliese por la ventana, y el cuervo, lejos de escapar, se le enfrentó y se puso a graznar, plantándole cara... después de lo que supongo serían unos pocos segundos, el cuervo se dio media vuelta y salió volando, en linea recta y sin posarse en ningún árbol cercano, hasta que se perdió de vista. Momento en el que llegué yo, para encontrarme a mi madre con la agitación todavía en el cuerpo. Ni qué decir tiene que incluso ella, que no es una persona espiritual que digamos, trazó una conexión directa entre ambos acontecimientos en su imaginación.
Y si digo que la experiencia, aunque no propia del todo, me marcó, es porque desde entonces me he dado cuenta de que dibujo muchos cuervos. Los dibujo siempre que tengo ocasión; incluso en los trabajos por encargo, si puedo, siempre cuelo un cuervo.
En fin, esa es la anécdota. No descarto que la proximidad de la Noche de Difuntos me haya animado a compartir la experiencia.
Como imaginaréis, en veinte años he dibujado cientos de ellos. Pongo aquí una minúscula muestra, para ilustrar lo escrito. Pido disculpas de antemano si, aun así, son demasiadas...
Qué manos tienes Xabi!!!!! Me encantan, la historia como dice Óscar, muy curiosa. Un abrazo
Impresionante, Xabi, realmente impresionante
Soy un admirador de tus dibujos, dibujes cuervos o periquitos, jajajaja. En este caso, y por la historia contada, entiendo perfectamente esa cadencia inconsciente que has tenido en los dibujos de cuervos en los últimos 20 años. La escena de encontrarte a tu madre fuera de sí, tuvo que ser muy impactante. Maravillosos todos los mostrados.
Animales espirituales, totémicos o metafóricos.
Llevo desde que se inauguró este hilo sopesando el compartir una experiencia que, en lo personal, me marcó mucho. Y ahora mismo me he decidido a escribir sobre ella, de manera lo más resumida posible (que es lunes, y estaba trabajando, pero si lo dejo para más tarde lo mismo se me quitan las ganas).
La historia es que, hace ya cerca de veinte años, falleció mi abuelo materno. Era un hombre sencillo del que guardo muy buenos recuerdos. Para mi madre, fue un varapalo; estaba muy unida a él, lo quería mucho.
Pues bien, a los pocos días de su muerte, mi madre llegó a casa y se encontró un cuervo de dimensiones considerables en la cocina. La ventana estaba abierta y el animal se había colado dentro; algo que no había sucedido nunca antes en nuestra casa, además teniendo en cuenta que no es habitual ver cuervos en el entorno de la misma. Con el susto de la sorpresa en el cuerpo, mi madre intentó espantarlo para que saliese por la ventana, y el cuervo, lejos de escapar, se le enfrentó y se puso a graznar, plantándole cara... después de lo que supongo serían unos pocos segundos, el cuervo se dio media vuelta y salió volando, en linea recta y sin posarse en ningún árbol cercano, hasta que se perdió de vista. Momento en el que llegué yo, para encontrarme a mi madre con la agitación todavía en el cuerpo. Ni qué decir tiene que incluso ella, que no es una persona espiritual que digamos, trazó una conexión directa entre ambos acontecimientos en su imaginación.
Y si digo que la experiencia, aunque no propia del todo, me marcó, es porque desde entonces me he dado cuenta de que dibujo muchos cuervos. Los dibujo siempre que tengo ocasión; incluso en los trabajos por encargo, si puedo, siempre cuelo un cuervo.
En fin, esa es la anécdota. No descarto que la proximidad de la Noche de Difuntos me haya animado a compartir la experiencia.
Como imaginaréis, en veinte años he dibujado cientos de ellos. Pongo aquí una minúscula muestra, para ilustrar lo escrito. Pido disculpas de antemano si, aun así, son demasiadas...
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¡¡Qué bien dibujas, Xabi!!Animales espirituales, totémicos o metafóricos.
Llevo desde que se inauguró este hilo sopesando el compartir una experiencia que, en lo personal, me marcó mucho. Y ahora mismo me he decidido a escribir sobre ella, de manera lo más resumida posible (que es lunes, y estaba trabajando, pero si lo dejo para más tarde lo mismo se me quitan las ganas).
La historia es que, hace ya cerca de veinte años, falleció mi abuelo materno. Era un hombre sencillo del que guardo muy buenos recuerdos. Para mi madre, fue un varapalo; estaba muy unida a él, lo quería mucho.
Pues bien, a los pocos días de su muerte, mi madre llegó a casa y se encontró un cuervo de dimensiones considerables en la cocina. La ventana estaba abierta y el animal se había colado dentro; algo que no había sucedido nunca antes en nuestra casa, además teniendo en cuenta que no es habitual ver cuervos en el entorno de la misma. Con el susto de la sorpresa en el cuerpo, mi madre intentó espantarlo para que saliese por la ventana, y el cuervo, lejos de escapar, se le enfrentó y se puso a graznar, plantándole cara... después de lo que supongo serían unos pocos segundos, el cuervo se dio media vuelta y salió volando, en linea recta y sin posarse en ningún árbol cercano, hasta que se perdió de vista. Momento en el que llegué yo, para encontrarme a mi madre con la agitación todavía en el cuerpo. Ni qué decir tiene que incluso ella, que no es una persona espiritual que digamos, trazó una conexión directa entre ambos acontecimientos en su imaginación.
Y si digo que la experiencia, aunque no propia del todo, me marcó, es porque desde entonces me he dado cuenta de que dibujo muchos cuervos. Los dibujo siempre que tengo ocasión; incluso en los trabajos por encargo, si puedo, siempre cuelo un cuervo.
En fin, esa es la anécdota. No descarto que la proximidad de la Noche de Difuntos me haya animado a compartir la experiencia.
Como imaginaréis, en veinte años he dibujado cientos de ellos. Pongo aquí una minúscula muestra, para ilustrar lo escrito. Pido disculpas de antemano si, aun así, son demasiadas...
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Inquietante historia. Vaya preciosidad de dibujos.Animales espirituales, totémicos o metafóricos.
Llevo desde que se inauguró este hilo sopesando el compartir una experiencia que, en lo personal, me marcó mucho. Y ahora mismo me he decidido a escribir sobre ella, de manera lo más resumida posible (que es lunes, y estaba trabajando, pero si lo dejo para más tarde lo mismo se me quitan las ganas).
La historia es que, hace ya cerca de veinte años, falleció mi abuelo materno. Era un hombre sencillo del que guardo muy buenos recuerdos. Para mi madre, fue un varapalo; estaba muy unida a él, lo quería mucho.
Pues bien, a los pocos días de su muerte, mi madre llegó a casa y se encontró un cuervo de dimensiones considerables en la cocina. La ventana estaba abierta y el animal se había colado dentro; algo que no había sucedido nunca antes en nuestra casa, además teniendo en cuenta que no es habitual ver cuervos en el entorno de la misma. Con el susto de la sorpresa en el cuerpo, mi madre intentó espantarlo para que saliese por la ventana, y el cuervo, lejos de escapar, se le enfrentó y se puso a graznar, plantándole cara... después de lo que supongo serían unos pocos segundos, el cuervo se dio media vuelta y salió volando, en linea recta y sin posarse en ningún árbol cercano, hasta que se perdió de vista. Momento en el que llegué yo, para encontrarme a mi madre con la agitación todavía en el cuerpo. Ni qué decir tiene que incluso ella, que no es una persona espiritual que digamos, trazó una conexión directa entre ambos acontecimientos en su imaginación.
Y si digo que la experiencia, aunque no propia del todo, me marcó, es porque desde entonces me he dado cuenta de que dibujo muchos cuervos. Los dibujo siempre que tengo ocasión; incluso en los trabajos por encargo, si puedo, siempre cuelo un cuervo.
En fin, esa es la anécdota. No descarto que la proximidad de la Noche de Difuntos me haya animado a compartir la experiencia.
Como imaginaréis, en veinte años he dibujado cientos de ellos. Pongo aquí una minúscula muestra, para ilustrar lo escrito. Pido disculpas de antemano si, aun así, son demasiadas...
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Que fotazas habeis subido y los dibujos, para mi que siempre he sido un negado con los lapizes y colores, ya me parecen increibles
Siendo de campo en Asturias no cuesta demasiado ver bichos con cierta facilidad y aprovecho para dejar alguna foto de los años de los que pude disfrutar de una cámara medio decente acompañada de objetivos manuales antiguos:
Me tenia que haber detenido a hacerle mas fotos a esta araña porque luego vi que no estaba bien enfocada, pero la comparto por si alguno sabeis que tipo es. La verdad es que se mimetizaba muy bien con las ramas de los arbustos y nunca he visto una de ese estilo.
Ver el archivos adjunto 2724602
Muchas gracias por contarnos esta historia.El Mastín y la oveja
Si tengo que contar por aquí alguna historia más prefiero quitarme de en medio esta pues no me gusta nada recordarla, probablemente fue el peor momento de mi vida y reconozco que me creo un pequeño trauma que todavía llevo conmigo, es la única mala experiencia que he tenido con un animal.
Decir que nunca he tenido miedo a los perros, he andado mucho en terreno rural y he sabido respetar sus territorios y hacerme respetar yo también, y tampoco les tengo miedo ahora después de lo ocurrido, pero no puedo volver a ver un mastín ovejero.
Vamos al lío.
Parque natural del Gorbea, hace unos 10 años, siguiendo por el lugar de la foto y atravesando un viejo calero se accede a unos pequeños montes que llegan hasta los accesos a la cima, están rodeados de alguna pradera donde pastan ovejas custodiadas por mastines para prevenir los improbables ataques esporádicos de lobos al menos por aquellas fechas.
Era un lugar por el que me gustaba pasear un par de veces al año, la riqueza micológica por allí es espectacular en variedad de especies, bueno, pues ese día de otoño una ligera niebla cubría todo, en un momento vi un bulto blanco a una cierta distancia, la curiosidad me hizo apartarme del camino y acercarme a él, era una oveja, nada más llegar se levantó de repente un gran animal que estaba tumbado junto a ella, un mastín tremendo, vino directo a por mí, ladrando y enseñando sus enormes dientes, babeando y en actitud de ataque, un bicho que pesaba bastante más que yo.
Como casi siempre estaba solo y me comí esta mierda solo.
Iba a por mí, daba un paso al frente y yo otro hacía atrás, recuerdo que solo le hablaba y no se de qué, en esos momentos no hay planes A ni B, y así durante unos interminables minutos según me iba arrinconado, hasta que llegó un momento que paró, miro hacia la oveja y se fue hacia ella no sin volverse varias veces ladrándome y volviendo a amagar un ataque de forma muy agresiva.
Nunca sabré si esa oveja estaba muerta, herida o enferma, lo que está claro es el que perro la estaba protegiendo.
Recuerdo que volví mis pasos como pude, me perdí y salí bosque a través y entre zarzas a un par de kilómetros de donde había dejado el coche echo un manojo de nervios, dormí mal unas cuantas noches, y sí, creo que estuve en claro peligro de haber salido muy mal parado.
Nunca he vuelto ni volveré por ese lugar me traería muy mal yuyu, hala, ya me lo he quitado de encima.
La foto de los animales es de la red, las otras son de ayer estuve por aquella zona.
Ver el archivos adjunto 2724650
Ver el archivos adjunto 2724651
Ver el archivos adjunto 2724652
Una pasada de dibujos Xabi. El que más me gusta, el penúltimo. De la anécdota qué te voy a decir...El cuervo no es un animal cualquiera, pero eso seguro que ya lo sabes.Animales espirituales, totémicos o metafóricos.
Llevo desde que se inauguró este hilo sopesando el compartir una experiencia que, en lo personal, me marcó mucho. Y ahora mismo me he decidido a escribir sobre ella, de manera lo más resumida posible (que es lunes, y estaba trabajando, pero si lo dejo para más tarde lo mismo se me quitan las ganas).
La historia es que, hace ya cerca de veinte años, falleció mi abuelo materno. Era un hombre sencillo del que guardo muy buenos recuerdos. Para mi madre, fue un varapalo; estaba muy unida a él, lo quería mucho.
Pues bien, a los pocos días de su muerte, mi madre llegó a casa y se encontró un cuervo de dimensiones considerables en la cocina. La ventana estaba abierta y el animal se había colado dentro; algo que no había sucedido nunca antes en nuestra casa, además teniendo en cuenta que no es habitual ver cuervos en el entorno de la misma. Con el susto de la sorpresa en el cuerpo, mi madre intentó espantarlo para que saliese por la ventana, y el cuervo, lejos de escapar, se le enfrentó y se puso a graznar, plantándole cara... después de lo que supongo serían unos pocos segundos, el cuervo se dio media vuelta y salió volando, en linea recta y sin posarse en ningún árbol cercano, hasta que se perdió de vista. Momento en el que llegué yo, para encontrarme a mi madre con la agitación todavía en el cuerpo. Ni qué decir tiene que incluso ella, que no es una persona espiritual que digamos, trazó una conexión directa entre ambos acontecimientos en su imaginación.
Y si digo que la experiencia, aunque no propia del todo, me marcó, es porque desde entonces me he dado cuenta de que dibujo muchos cuervos. Los dibujo siempre que tengo ocasión; incluso en los trabajos por encargo, si puedo, siempre cuelo un cuervo.
En fin, esa es la anécdota. No descarto que la proximidad de la Noche de Difuntos me haya animado a compartir la experiencia.
Como imaginaréis, en veinte años he dibujado cientos de ellos. Pongo aquí una minúscula muestra, para ilustrar lo escrito. Pido disculpas de antemano si, aun así, son demasiadas...
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Menuda historia, Jesús. Y muy bien contada, gracias por compartirla. Es como dices; a pesar de la experiencia que podamos acumular, llegado el momento si nos encontramos en peligro en la naturaleza, es cuando somos plenamente conscientes de nuestro lugar ahí fuera. Por ello es tan importante el respeto que mencionas... Con los animales, y con los elementos.El Mastín y la oveja
Si tengo que contar por aquí alguna historia más prefiero quitarme de en medio esta pues no me gusta nada recordarla, probablemente fue el peor momento de mi vida y reconozco que me creo un pequeño trauma que todavía llevo conmigo, es la única mala experiencia que he tenido con un animal.
Decir que nunca he tenido miedo a los perros, he andado mucho en terreno rural y he sabido respetar sus territorios y hacerme respetar yo también, y tampoco les tengo miedo ahora después de lo ocurrido, pero no puedo volver a ver un mastín ovejero.
Vamos al lío.
Parque natural del Gorbea, hace unos 10 años, siguiendo por el lugar de la foto y atravesando un viejo calero se accede a unos pequeños montes que llegan hasta los accesos a la cima, están rodeados de alguna pradera donde pastan ovejas custodiadas por mastines para prevenir los improbables ataques esporádicos de lobos al menos por aquellas fechas.
Era un lugar por el que me gustaba pasear un par de veces al año, la riqueza micológica por allí es espectacular en variedad de especies, bueno, pues ese día de otoño una ligera niebla cubría todo, en un momento vi un bulto blanco a una cierta distancia, la curiosidad me hizo apartarme del camino y acercarme a él, era una oveja, nada más llegar se levantó de repente un gran animal que estaba tumbado junto a ella, un mastín tremendo, vino directo a por mí, ladrando y enseñando sus enormes dientes, babeando y en actitud de ataque, un bicho que pesaba bastante más que yo.
Como casi siempre estaba solo y me comí esta mierda solo.
Iba a por mí, daba un paso al frente y yo otro hacía atrás, recuerdo que solo le hablaba y no se de qué, en esos momentos no hay planes A ni B, y así durante unos interminables minutos según me iba arrinconado, hasta que llegó un momento que paró, miro hacia la oveja y se fue hacia ella no sin volverse varias veces ladrándome y volviendo a amagar un ataque de forma muy agresiva.
Nunca sabré si esa oveja estaba muerta, herida o enferma, lo que está claro es el que perro la estaba protegiendo.
Recuerdo que volví mis pasos como pude, me perdí y salí bosque a través y entre zarzas a un par de kilómetros de donde había dejado el coche echo un manojo de nervios, dormí mal unas cuantas noches, y sí, creo que estuve en claro peligro de haber salido muy mal parado.
Nunca he vuelto ni volveré por ese lugar me traería muy mal yuyu, hala, ya me lo he quitado de encima.
La foto de los animales es de la red, las otras son de ayer estuve por aquella zona.
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No siempre es entendido como señal de buena nueva, sobre todo en el mundo cristiano que, creo, peca de poco imaginativo al captar su negra morfología con la oscuridad y el miedo al castigo de fé.
Alguien ha visto volar cuervos por la noche?
El cuervo está durmiendo, no es nocturno, que yo sepa.
Su simbología asociada, siempre cerca de muertos, cementerios y tormentas entre muchos otros, solo es fruto de la pretensión de crear miedo, a lo que sea.
Ahí tienes a Hitchcock con su película los pájaros, sirva de ejemplo.
P.S. Dibujas de fábula.
Y a mí, es mi tótem desde que creo en brujas, brujos, brujes, brujis, brujus... y toda la retahíla.Muchas gracias, compañero. Nuestra familia, la verdad, percibió aquella visita como algo positivo, a pesar del susto inicial... el suceso dejó un buen poso. Es un animal al que le tengo aprecio y admiración.
Y además, me resulta divertido de dibujar, jajajaja...
Muchas gracias! He buscado alguna foto y puede que si sea. Ahora, preciosidad...🤔 . Bueno, cuestión de gustos 🙂. Tengo alguna otra foto con otras más fotogenicas en el ordenador y si eso ya las subiré estos días. Son buenas modelos.A mí, por los palpos que le veo y el aspecto me parece que es una pisaura. Una preciosidad, hay varias especies de pisaúridos.
Imagino que todas las culturas le habrán dado algún significado pero de las que recuerdo (que tampoco son muchas) ganan las positivas, llegando incluso a ser casi "el creador" en alguna de ellas, como quizá ya sepas. Incluso aquí en Asturias figuran en algunos escudos de concejos.Muchas gracias, compañero. Nuestra familia, la verdad, percibió aquella visita como algo positivo, a pesar del susto inicial... el suceso dejó un buen poso. Es un animal al que le tengo aprecio y admiración.
Y además, me resulta divertido de dibujar, jajajaja...
Soy un admirador tuyo Xabi, pienso que el dibujo es una disciplina muy dificil y tu lo bordasAnimales espirituales, totémicos o metafóricos.
Llevo desde que se inauguró este hilo sopesando el compartir una experiencia que, en lo personal, me marcó mucho. Y ahora mismo me he decidido a escribir sobre ella, de manera lo más resumida posible (que es lunes, y estaba trabajando, pero si lo dejo para más tarde lo mismo se me quitan las ganas).
La historia es que, hace ya cerca de veinte años, falleció mi abuelo materno. Era un hombre sencillo del que guardo muy buenos recuerdos. Para mi madre, fue un varapalo; estaba muy unida a él, lo quería mucho.
Pues bien, a los pocos días de su muerte, mi madre llegó a casa y se encontró un cuervo de dimensiones considerables en la cocina. La ventana estaba abierta y el animal se había colado dentro; algo que no había sucedido nunca antes en nuestra casa, además teniendo en cuenta que no es habitual ver cuervos en el entorno de la misma. Con el susto de la sorpresa en el cuerpo, mi madre intentó espantarlo para que saliese por la ventana, y el cuervo, lejos de escapar, se le enfrentó y se puso a graznar, plantándole cara... después de lo que supongo serían unos pocos segundos, el cuervo se dio media vuelta y salió volando, en linea recta y sin posarse en ningún árbol cercano, hasta que se perdió de vista. Momento en el que llegué yo, para encontrarme a mi madre con la agitación todavía en el cuerpo. Ni qué decir tiene que incluso ella, que no es una persona espiritual que digamos, trazó una conexión directa entre ambos acontecimientos en su imaginación.
Y si digo que la experiencia, aunque no propia del todo, me marcó, es porque desde entonces me he dado cuenta de que dibujo muchos cuervos. Los dibujo siempre que tengo ocasión; incluso en los trabajos por encargo, si puedo, siempre cuelo un cuervo.
En fin, esa es la anécdota. No descarto que la proximidad de la Noche de Difuntos me haya animado a compartir la experiencia.
Como imaginaréis, en veinte años he dibujado cientos de ellos. Pongo aquí una minúscula muestra, para ilustrar lo escrito. Pido disculpas de antemano si, aun así, son demasiadas...
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