Capitan Nemo
Milpostista
Sin verificar
Buenos días:
Abro este hilo para comentaros una cosa, cuando menos, curiosa.
Estando anoche de pintxos por la Parte Vieja donostiarra con unos clientes británicos, reparé en que la camarera que nos estaba sirviendo llevaba un bonito Breitling Navitimer mixto, concretamente el modelo con subesferas a las 6, 9 y 12 y armis. Como ya había visto en ese mismo bar otras veces a compañeros suyos gastando piezas de Breitling, y ella con su simpatía daba pie a conversación, me pudo el ansia y le pregunté si era mera coincidencia.
Su explicación me pareció curiosa. Resulta que el dueño de ese bar tiene la sana costumbre de celebrar el segundo aniversario de sus trabajadores en la empresa regalándoles un Breitling. Considera que es una manera de que el trabajador se sienta recompensado, y que además conlleva una carga atemporal de respeto y aprecio personal. Solo viendo el orgullo con que me lo contaba la chica doy fe de que ese hombre consigue su objetivo.
Según me dijo, el dueño posee varios bares, y los trabajadores que disfrutan de esos relojes no son menos de 15.
En un tiempo en que la precariedad laboral está a la orden del día, es agradable comprobar que hay gente que aun cree que el esfuerzo debe ser premiado, y que el éxito compartido sabe mucho mejor. Sin conocer a ese hostelero, le deseo lo mejor en los negocios.
NOTA 1: la chica rápidamente me dijo ¿El tuyo es un Submariner, no? Buen ojo, la moza.
NOTA 2: no mojéis nunca vuestro Navitimer. Me contó que se tuvo que lanzar a la piscina a por su hijo y le entro agua... 800 cirulonguis, la broma.
Abro este hilo para comentaros una cosa, cuando menos, curiosa.
Estando anoche de pintxos por la Parte Vieja donostiarra con unos clientes británicos, reparé en que la camarera que nos estaba sirviendo llevaba un bonito Breitling Navitimer mixto, concretamente el modelo con subesferas a las 6, 9 y 12 y armis. Como ya había visto en ese mismo bar otras veces a compañeros suyos gastando piezas de Breitling, y ella con su simpatía daba pie a conversación, me pudo el ansia y le pregunté si era mera coincidencia.
Su explicación me pareció curiosa. Resulta que el dueño de ese bar tiene la sana costumbre de celebrar el segundo aniversario de sus trabajadores en la empresa regalándoles un Breitling. Considera que es una manera de que el trabajador se sienta recompensado, y que además conlleva una carga atemporal de respeto y aprecio personal. Solo viendo el orgullo con que me lo contaba la chica doy fe de que ese hombre consigue su objetivo.
Según me dijo, el dueño posee varios bares, y los trabajadores que disfrutan de esos relojes no son menos de 15.
En un tiempo en que la precariedad laboral está a la orden del día, es agradable comprobar que hay gente que aun cree que el esfuerzo debe ser premiado, y que el éxito compartido sabe mucho mejor. Sin conocer a ese hostelero, le deseo lo mejor en los negocios.
NOTA 1: la chica rápidamente me dijo ¿El tuyo es un Submariner, no? Buen ojo, la moza.
NOTA 2: no mojéis nunca vuestro Navitimer. Me contó que se tuvo que lanzar a la piscina a por su hijo y le entro agua... 800 cirulonguis, la broma.