Claudio
Milpostista
Sin verificar
1967 fue un año en que...
…la gente podía pasear montada sobre un palíndromo:
…la mujer ya fumaba:
…y también bebía:
…Certina anunciaba el reloj más fuerte del mundo; tan fuerte como un toro:
…Radiant anunciaba su modelo Blumar bañándose en whisky (copia de Rolex y sus peceras), para demostrar su impermeabilidad:
…ya no se habla solo de calidad, sino que también de diseño:
Y Rolex anunciaba su modelo Day Date, realizado solo en platino o en oro macizo, por “tan solo” 45.800 pesetas el segundo de ellos:
En La Vanguardia Española de Barcelona de 3 de mayo de este mismo año se anunciaban varios modelos de coches a precios más bajos que el Rolex. Por ejemplo, el Dauphine (“Gordini”), que era el más caro, costaba 45.000 pesetas, un pelín menos que el reloj:
Para hacernos una mejor idea, en esta misma época, entregando una cantidad algo menor, unas 40.000 ptas., como entrada en la compra de un piso, se recibían sus llaves para poder entrar a vivir (entre la opción de comprarse un Rolex o dar la entrada para un piso y casarse, ganaba habitualmente la segunda).
…la gente podía pasear montada sobre un palíndromo:
…la mujer ya fumaba:
…y también bebía:
…Certina anunciaba el reloj más fuerte del mundo; tan fuerte como un toro:
…Radiant anunciaba su modelo Blumar bañándose en whisky (copia de Rolex y sus peceras), para demostrar su impermeabilidad:
…ya no se habla solo de calidad, sino que también de diseño:
Y Rolex anunciaba su modelo Day Date, realizado solo en platino o en oro macizo, por “tan solo” 45.800 pesetas el segundo de ellos:
En La Vanguardia Española de Barcelona de 3 de mayo de este mismo año se anunciaban varios modelos de coches a precios más bajos que el Rolex. Por ejemplo, el Dauphine (“Gordini”), que era el más caro, costaba 45.000 pesetas, un pelín menos que el reloj:
Para hacernos una mejor idea, en esta misma época, entregando una cantidad algo menor, unas 40.000 ptas., como entrada en la compra de un piso, se recibían sus llaves para poder entrar a vivir (entre la opción de comprarse un Rolex o dar la entrada para un piso y casarse, ganaba habitualmente la segunda).
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