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RE va a GP y al MIH (o Relojes Especiales va a Girard Perregaux y...)
- Estado
miguelfr
De la casa
Sin verificar
Gracias Antón por este reportaje que nos acerca a una de las miticas,
Tiene que ser impresionante visitar una factoría de esa categoría.
Después de ver el proceso y elaboración de las pletinas.. puentes y demás , es apropiado seguir diciendo "manufactura" ? Ya que como se ve la elaboración depende de robots..y deja la mano del hombre para algunos procesos como el pulido final.
Echo en falta algún modelo Richeville y Vintage tan característicos de la marca, pero satisfecho con los Laureato que para mi gusto son magníficos en todos los aspectos,
Muchas gracias
Tiene que ser impresionante visitar una factoría de esa categoría.
Después de ver el proceso y elaboración de las pletinas.. puentes y demás , es apropiado seguir diciendo "manufactura" ? Ya que como se ve la elaboración depende de robots..y deja la mano del hombre para algunos procesos como el pulido final.
Echo en falta algún modelo Richeville y Vintage tan característicos de la marca, pero satisfecho con los Laureato que para mi gusto son magníficos en todos los aspectos,
Muchas gracias
devonico
Milpostista
Verificad@ con 2FA
Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
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Voy ya con el último capítulo de mi visita de 48 horas a La Chaux de Fonds. No sé si sabéis que esta ciudad del cantón de Neuchatel, junto con su vecina Le Locle fueron declaradas patrimonio de la Unesco desde 2009, o que el modelo de su trazado urbanístico fue copiado por Nueva York... el caso es que fueron construidas (en realidad re-construidas a causa de varios incendios, al menos La Chaux de Fonds) siguiendo un patrón que priorizaba el trabajo de los relojeros: calles con un ancho determinado formando largas avenidas y edificios de una altura también específica, todo para asegurar la luz solar en todos los ateliers y/o cabinets (que estaban en la mayoría de casas) incluso el día 21 de diciembre, solsticio de invierno, cuando el sol va más bajo en el horizonte. Seguramente los arquitectos o aficionados a la arquitectura ya lo saben, pero vale la pena recordar que La Chaux de Fonds vio nacer al insigne Charles-Édouard Jeanneret-Gris... más conocido por Le Corbusier.
Para que os hagáis una idea:
Según nuestro guía Willy Schweizer (no creo que haya un mejor apellido para alguien tan versado en la historia suiza) La Chaux de Fonds puede traducirse libremente por "los pastos de la fuente", ya que en el siglo XVI los ciudadanos de Neuchatel, junto al lago del mismo nombre, fueron animados a "colonizar" las montañas, talando bosques y generando así prados para el ganado. Los que se apuntaran a tal aventura quedarían libres de los gravosos impuestos de la capital. La fuente del nombre es la única que hay en muchos kilómetros a la redonda, y los campesinos/relojeros se veían obligados a conservar el agua procedente de la nieve derretida en sus tejados al final del invierno... en fin, que me enrollo.
El caso es que llegamos al Museo Internacional de Relojería (Horlogerie), alojado en un edificio que recordaba -imagino que no sin intención- al genial arquitecto. Todo de hormigón, se inserta en la loma y queda prácticamente bajo tierra. Por cierto, ese cartel de la derecha habla de una próxima exposición temporal dedicada al "femtosegundo": un uno precedido de 14 ceros detrás de una coma, que es el tiempo de vibración del Cesio y la base para los relojes atómicos... es que hay tanto para contar
Nos recibe el antiguo reloj de campanario de la iglesia de LCdF, que originariamente era de madera (como la mayoría de construcciones de la ciudad) y a la que tener una sola fuente y además lejos no le ayudó mucho cuando lo del/los incendio/s. Una hermosa máquina con multitud de ajustes, tendría que haberla fotografiado con más detalle.
Los relojes de campanario pueblan toda la entrada, y los hay de todo tipo, incluso con pesas previas los muelles.
Este señor de la derecha es Willy.
El museo no es que sea especialmente grande en términos de metros cuadrados, pero su densidad de información es enorme, de manera que os voy a dar algunas pinceladas y os invito calurosamente a visitarlo: merece mucho la pena. Unas luces en el techo comandadas por un reloj proyectan la sombra de uno y te dan la hora.
Y la verdad es que no sabes para dónde mirar. Un "hilo rojo" concebido como un friso cronológico recorre las paredes del museo en 36 etapas: es un buen comienzo antes de ponerse a explorar el resto. Lo malo es que teníamos sólo hora y media y tuvimos que abreviar. No, en serio, hora y media se te va volando a poco que te pongas sólo a leer todas las explicaciones...
Astrolabios. Grandes
Y pequeños
Un reloj sideral del siglo ¡catorce! (¿o era quince?) con las posiciones de todos los astros (en un cilindro justo debajo del cubo de cuatro caras). Pena que sea erróneo: en esa época la Tierra era el centro no sólo del Sistema Solar sino del Universo mismo... y ahí te jugabas la vida. Que se lo digan a Galileo. Eppur...
Un sistema planetario más moderno
... aunque un tanto farragoso
Un falso movimiento perpetuo, donde parece que las 24 pequeñas ruedas de escape se autoalimenten, aunque la verdad es que hay un muelle oculto que acciona el péndulo de la parte de atrás
Relojes llamados de autómata, donde las horas y minutos están marcadas por los brazos del personaje. Y son retrógrados, claro.
O musicales. Viendo las herramientas usadas para fabricarlos parece cosa de magia. O de verdaderos artistas
Herramientas, claro. Para hacer desde ruedas y engranajes hasta agujas, muelles y espirales. Todo.
Aun así, uno se pregunta qué nivel de miniaturización se necesita para hacer relojes así. Yo pensaba que el calibre más pequeño jamás producido (también por JLC) era el llamado 101, pero está claro que tiene un precedente.
Y hablando de miniaturizar, este es otro ejemplo mucho más fácil de entender y apreciar
Pero hay muchísimo más. Como la forma de contar el tiempo que había en Japón en el tiempo de los shogunes: las horas se adelantaban o atrasaban en función de la época del año, y había unos pesos que servían para eso (ahí, justo debajo de la campana). Jean Richard, que pasó mucho tiempo en Japón, tendría algo que decir sobre esto, y Willy ha prometido mandarme un opúsculo al respecto que será convenientemente compartido.
Puestos a contar el tiempo de forma digamos diferente, aprendí que los revolucionarios franceses además de rebautizar los meses decidieron que la hora sería decimal, y se fabricaron relojes con esa configuración.
Mucho más moderno es el reloj del museo: concebido por Ludwig Oechslin, el genio creador detrás del Freak o la serie Tellurium de Ulysse Nardin y director hasta hace poco del propio MIH. Un calendario anual cronógrafo monopulsante que, por 6.000 francos suizos te hace volver pensar sobre lo que es una manufactura y si las cosas valen lo que cuestan...
Voy a volver a repetirlo: hay que ir, porque no os he mostrado ni una cuarta parte.
Una idea:
Finalmente, las tiendas. En una ciudad relojera como pocas como es LCdF *tiene* que haber tiendas de usados.
Como diría un amigo: "maemía". No sólo relojes, sino toda la parafernalia que los acompaña. Saqué estas en una escapada entre el museo y el bus que nos llevaría a comer:
¿Alguien interesado en Omega?
Auténticos escaparates de bombonería...
Después de este atracón fuimos a comer a una antigua granja, donde los relojeros compartían espacio con su ganado a modo de calefacción natural en los fríos y largos meses de invierno
La ventana donde el campesino-relojero ejercía: la mejor iluminada de la casa. Ahora mostrando el camino a Le Locle y a la cuna de la relojería francesa: Besançon.
Pues aquí termina mi aventura "neuchatelois", aunque vendrá más de un reportaje que pienso poner el el portal.
Uno de ellos, se me ocurrió sobre la marcha, será comparar tres relojes ¿adivinan cuáles?
Saludos, y gracias por llegar hasta aquí.
Para que os hagáis una idea:
Según nuestro guía Willy Schweizer (no creo que haya un mejor apellido para alguien tan versado en la historia suiza) La Chaux de Fonds puede traducirse libremente por "los pastos de la fuente", ya que en el siglo XVI los ciudadanos de Neuchatel, junto al lago del mismo nombre, fueron animados a "colonizar" las montañas, talando bosques y generando así prados para el ganado. Los que se apuntaran a tal aventura quedarían libres de los gravosos impuestos de la capital. La fuente del nombre es la única que hay en muchos kilómetros a la redonda, y los campesinos/relojeros se veían obligados a conservar el agua procedente de la nieve derretida en sus tejados al final del invierno... en fin, que me enrollo.
El caso es que llegamos al Museo Internacional de Relojería (Horlogerie), alojado en un edificio que recordaba -imagino que no sin intención- al genial arquitecto. Todo de hormigón, se inserta en la loma y queda prácticamente bajo tierra. Por cierto, ese cartel de la derecha habla de una próxima exposición temporal dedicada al "femtosegundo": un uno precedido de 14 ceros detrás de una coma, que es el tiempo de vibración del Cesio y la base para los relojes atómicos... es que hay tanto para contar
Nos recibe el antiguo reloj de campanario de la iglesia de LCdF, que originariamente era de madera (como la mayoría de construcciones de la ciudad) y a la que tener una sola fuente y además lejos no le ayudó mucho cuando lo del/los incendio/s. Una hermosa máquina con multitud de ajustes, tendría que haberla fotografiado con más detalle.
Los relojes de campanario pueblan toda la entrada, y los hay de todo tipo, incluso con pesas previas los muelles.
Este señor de la derecha es Willy.
El museo no es que sea especialmente grande en términos de metros cuadrados, pero su densidad de información es enorme, de manera que os voy a dar algunas pinceladas y os invito calurosamente a visitarlo: merece mucho la pena. Unas luces en el techo comandadas por un reloj proyectan la sombra de uno y te dan la hora.
Y la verdad es que no sabes para dónde mirar. Un "hilo rojo" concebido como un friso cronológico recorre las paredes del museo en 36 etapas: es un buen comienzo antes de ponerse a explorar el resto. Lo malo es que teníamos sólo hora y media y tuvimos que abreviar. No, en serio, hora y media se te va volando a poco que te pongas sólo a leer todas las explicaciones...
Astrolabios. Grandes
Y pequeños
Un reloj sideral del siglo ¡catorce! (¿o era quince?) con las posiciones de todos los astros (en un cilindro justo debajo del cubo de cuatro caras). Pena que sea erróneo: en esa época la Tierra era el centro no sólo del Sistema Solar sino del Universo mismo... y ahí te jugabas la vida. Que se lo digan a Galileo. Eppur...
Un sistema planetario más moderno
... aunque un tanto farragoso
Un falso movimiento perpetuo, donde parece que las 24 pequeñas ruedas de escape se autoalimenten, aunque la verdad es que hay un muelle oculto que acciona el péndulo de la parte de atrás
Relojes llamados de autómata, donde las horas y minutos están marcadas por los brazos del personaje. Y son retrógrados, claro.
O musicales. Viendo las herramientas usadas para fabricarlos parece cosa de magia. O de verdaderos artistas
Herramientas, claro. Para hacer desde ruedas y engranajes hasta agujas, muelles y espirales. Todo.
Aun así, uno se pregunta qué nivel de miniaturización se necesita para hacer relojes así. Yo pensaba que el calibre más pequeño jamás producido (también por JLC) era el llamado 101, pero está claro que tiene un precedente.
Y hablando de miniaturizar, este es otro ejemplo mucho más fácil de entender y apreciar
Pero hay muchísimo más. Como la forma de contar el tiempo que había en Japón en el tiempo de los shogunes: las horas se adelantaban o atrasaban en función de la época del año, y había unos pesos que servían para eso (ahí, justo debajo de la campana). Jean Richard, que pasó mucho tiempo en Japón, tendría algo que decir sobre esto, y Willy ha prometido mandarme un opúsculo al respecto que será convenientemente compartido.
Puestos a contar el tiempo de forma digamos diferente, aprendí que los revolucionarios franceses además de rebautizar los meses decidieron que la hora sería decimal, y se fabricaron relojes con esa configuración.
Mucho más moderno es el reloj del museo: concebido por Ludwig Oechslin, el genio creador detrás del Freak o la serie Tellurium de Ulysse Nardin y director hasta hace poco del propio MIH. Un calendario anual cronógrafo monopulsante que, por 6.000 francos suizos te hace volver pensar sobre lo que es una manufactura y si las cosas valen lo que cuestan...
Voy a volver a repetirlo: hay que ir, porque no os he mostrado ni una cuarta parte.
Una idea:
Finalmente, las tiendas. En una ciudad relojera como pocas como es LCdF *tiene* que haber tiendas de usados.
Como diría un amigo: "maemía". No sólo relojes, sino toda la parafernalia que los acompaña. Saqué estas en una escapada entre el museo y el bus que nos llevaría a comer:
¿Alguien interesado en Omega?
Auténticos escaparates de bombonería...
Después de este atracón fuimos a comer a una antigua granja, donde los relojeros compartían espacio con su ganado a modo de calefacción natural en los fríos y largos meses de invierno
La ventana donde el campesino-relojero ejercía: la mejor iluminada de la casa. Ahora mostrando el camino a Le Locle y a la cuna de la relojería francesa: Besançon.
Pues aquí termina mi aventura "neuchatelois", aunque vendrá más de un reportaje que pienso poner el el portal.
Uno de ellos, se me ocurrió sobre la marcha, será comparar tres relojes ¿adivinan cuáles?
Saludos, y gracias por llegar hasta aquí.
Última edición:
R
Robertoclock
Visitante
este Hilo me ha fascinado. Conjugar una visita a una manufactura poco conocida como GP con la visita al museo, es como para regresar más que satisfecho. Y con la guinda de la posibilidad de comprar alguna pieza (por sencilla que sea) en esas tiendas tan bonitas, tan vintage, con esa decoración, ha hecho que me plantee realizar una escapada a la zona. Comprar un vintage en la cuna de la relojería? y seguramente atendido por un buen profesional? lo más !
Gracias por compartirlo y hacerlo con ese enfoque global
Gracias por compartirlo y hacerlo con ese enfoque global
Albloux
Milpostista
Verificad@ con 2FA
Se me ocurría empezar el hilo con alguna interjección pero creo que ninguna era “bien sonante”.
Pero, como no me resisto a expresar la impresión que me ha causado esta última intervención tuya, usaré una adaptación que abunda en el caribe y ya si lo ves oportuno la eliminas tu.
OÑO!!!! Antón, vaya última jornada!
Sin desmerecer la visita a GP, pues merecido reconocimiento tiene por méritos propios, a mí me gusta más un dato histórico sobre relojería o un museo relojero que a un “Omegista” un calibre 30t.
Pues eso, me gusta mucho esta última aportación tuya, la visita al museo la tengo en mi “must do” que espero no pase el año sin cumplir (estoy en fase de planificación).
Una cosa que desconocía era el dato del sistema decimal que quisieron implantar en Francia, curiosas esas esferas con el X en el zenit de la esfera. Sabes sobre qué fecha? Hablas de la revolución, la de finales del S. XVIII?
Leeré al respecto.
En cuanto a los relojes japoneses que adaptaban la hora a la duración del día (amanecer y anochecer) según avanza el año, digna de ver es alguna pieza reciente del Maestro Relojero independiente Masahiro Kikuno, impresiona como implementa esta función.
Por último, aún estoy babeando viendo esos escaparates, boutiques de la relojería usada. Sería feliz siendo el vecino de enfrente de cualquiera de esas tiendas.
De nuevo gracias por amenizarnos estos días con este hilo.
Buen viaje de regreso.
Pero, como no me resisto a expresar la impresión que me ha causado esta última intervención tuya, usaré una adaptación que abunda en el caribe y ya si lo ves oportuno la eliminas tu.
OÑO!!!! Antón, vaya última jornada!
Sin desmerecer la visita a GP, pues merecido reconocimiento tiene por méritos propios, a mí me gusta más un dato histórico sobre relojería o un museo relojero que a un “Omegista” un calibre 30t.
Pues eso, me gusta mucho esta última aportación tuya, la visita al museo la tengo en mi “must do” que espero no pase el año sin cumplir (estoy en fase de planificación).
Una cosa que desconocía era el dato del sistema decimal que quisieron implantar en Francia, curiosas esas esferas con el X en el zenit de la esfera. Sabes sobre qué fecha? Hablas de la revolución, la de finales del S. XVIII?
Leeré al respecto.
En cuanto a los relojes japoneses que adaptaban la hora a la duración del día (amanecer y anochecer) según avanza el año, digna de ver es alguna pieza reciente del Maestro Relojero independiente Masahiro Kikuno, impresiona como implementa esta función.
Por último, aún estoy babeando viendo esos escaparates, boutiques de la relojería usada. Sería feliz siendo el vecino de enfrente de cualquiera de esas tiendas.
De nuevo gracias por amenizarnos estos días con este hilo.
Buen viaje de regreso.
AbderramanII
Reina Mora
Sin verificar
Vaya, vaya cómo manejamos los tiempos... lo mejor para el final 
Con este último bloque me han quedado claras dos cosas: una es que ese Museo merece muuuuy mucho una visita; la otra es que si solo tengo una hora y media, mejor la dedico a recorrer las "bombonerías" y vuelvo al Museo en otra ocasión con muuuuuuuuuuucho más tiempo
Muchísimas gracias por lo compartido. No te imaginas lo que lo he disfrutado
Con este último bloque me han quedado claras dos cosas: una es que ese Museo merece muuuuy mucho una visita; la otra es que si solo tengo una hora y media, mejor la dedico a recorrer las "bombonerías" y vuelvo al Museo en otra ocasión con muuuuuuuuuuucho más tiempo
Muchísimas gracias por lo compartido. No te imaginas lo que lo he disfrutado
:
Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
Verificad@ con 2FA
Buenos días,
recupero este hilo para comentar dos cosas:
- que he colgado un artículo en el portal
donde podréis leer anécdotas más allá de la historia de la marca.
... y que durante la visita ¡¡gané un reloj!!
Antonio Calce, el CEO de Girard Perregaux, organizó un quiz con preguntas sobre la marca y sus historia y dijo que regalaría un reloj al ganador. A mi pregunta de si sería el típico reloj de pared reproduciendo alguno de sus modelos me respondió muy serio que no, que sería "un reloj de verdad".
La sorpresa y el placer de salir ganador se vieron aumentados por "la competencia" presente: periodistas del sector y por tanto con amplios conocimientos sobre temas relojeros.
Bueno, pues llegó ayer. Y es este. Colección 1966, 40mm, montando calibre automático de manufactura 3300-030, 46 horas de reserva de marcha.
Queda pendiente una revisión en condiciones.
Saludos
recupero este hilo para comentar dos cosas:
- que he colgado un artículo en el portal
Historia (e historias) de Girard-Perregaux -
Como la de la mayoría de marcas centenarias, la historia (e historias) de Girard-Perregaux están llenas de anécdotas, avatares e hitos históricos, valga la redundancia. El nombre que ostenta hoy la marca proviene de 1856, dos años después de que Constant Girard, relojero establecido y con marca...
relojes-especiales.com
donde podréis leer anécdotas más allá de la historia de la marca.
... y que durante la visita ¡¡gané un reloj!!
Antonio Calce, el CEO de Girard Perregaux, organizó un quiz con preguntas sobre la marca y sus historia y dijo que regalaría un reloj al ganador. A mi pregunta de si sería el típico reloj de pared reproduciendo alguno de sus modelos me respondió muy serio que no, que sería "un reloj de verdad".
La sorpresa y el placer de salir ganador se vieron aumentados por "la competencia" presente: periodistas del sector y por tanto con amplios conocimientos sobre temas relojeros.
Bueno, pues llegó ayer. Y es este. Colección 1966, 40mm, montando calibre automático de manufactura 3300-030, 46 horas de reserva de marcha.
Queda pendiente una revisión en condiciones.
Saludos
Albloux
Milpostista
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Buenos días,
recupero este hilo para comentar dos cosas:
- que he colgado un artículo en el portal
donde podréis leer anécdotas más allá de la historia de la marca.
... y que durante la visita ¡¡gané un reloj!!
Antonio Calce, el CEO de Girard Perregaux, organizó un quiz con preguntas sobre la marca y sus historia y dijo que regalaría un reloj al ganador. A mi pregunta de si sería el típico reloj de pared reproduciendo alguno de sus modelos me respondió muy serio que no, que sería "un reloj de verdad".
La sorpresa y el placer de salir ganador se vieron aumentados por "la competencia" presente: periodistas del sector y por tanto con amplios conocimientos sobre temas relojeros.
Bueno, pues llegó ayer. Y es este. Colección 1966, 40mm, montando calibre automático de manufactura 3300-030, 46 horas de reserva de marcha.
Ver el archivos adjunto 582014
Queda pendiente una revisión en condiciones.
Saludos
Leeré el artículo con interés, gracias.
Pero lo del regalo ... no habías dicho nada hasta ahora, enhorabuena!! Seguro que la competencia no te lo puso fácil y que la marca quedó satisfecha con tu demostración de conocimientos sobre ella.
Creo recordar haber leído otros artículos tuyos en los que has estado en presentaciones de GP en España y has coincidido otras veces con ellos.
Pues eso, precioso reloj y merecido reconocimiento.
Última edición:
Kaizen
Milpostista
Sin verificar
Joé, pues a mí me parece una anécdota para contar a los nietos. Enhorabuena 
Gracias por el artículo. Muy curioso el pasado nipón de la marca.
La verdad es que hasta la fecha lo que más me había llamado la atención de G-P eran los Gyromatic (aun así no sabía que la colección 1966 llevaba ese nombre en alusión al Concurso de Cronometría). También recuerdo un reloj de oro de la serie Vintage 1945 que me pareció muy logrado.
Vamos a ver si se confirma esta especie de regreso a la realidad que algunas marcas parecen estar iniciando ahora que el filón asiático "se les acaba" (subrayo las comillas). Las piruetas y los relojes megacomplicados son muy interesantes como objetos de contemplación (salvo para unos pocos), pero por debajo de los 10K hay mucho terreno para que las grandes se planteen reconquistar a los amantes de la relojería. La "vuelta al acero" justifica la diferencia de precio tan poco como el uso y abuso de los metales preciosos justificaba esa especie de escalada inflacionista de 30 años que nos ha traído hasta aquí. Pero yo creo que al aficionado le esperan unos años bastante interesantes, si es que, repito, se confirma que las marcas de "alta relojería" deciden ocupar ese espacio y lo hacen haciendo valer lo que en su día les hizo lo que en su mayoría ya no son.
Personalmente, sigo esperando que alguna de ellas saque un tres agujas manual, en caja de acero, con un movimiento interesante y por debajo de 10K.
Lo dicho: "seguiremos conectados".
Gracias por el artículo. Muy curioso el pasado nipón de la marca.
La verdad es que hasta la fecha lo que más me había llamado la atención de G-P eran los Gyromatic (aun así no sabía que la colección 1966 llevaba ese nombre en alusión al Concurso de Cronometría). También recuerdo un reloj de oro de la serie Vintage 1945 que me pareció muy logrado.
Vamos a ver si se confirma esta especie de regreso a la realidad que algunas marcas parecen estar iniciando ahora que el filón asiático "se les acaba" (subrayo las comillas). Las piruetas y los relojes megacomplicados son muy interesantes como objetos de contemplación (salvo para unos pocos), pero por debajo de los 10K hay mucho terreno para que las grandes se planteen reconquistar a los amantes de la relojería. La "vuelta al acero" justifica la diferencia de precio tan poco como el uso y abuso de los metales preciosos justificaba esa especie de escalada inflacionista de 30 años que nos ha traído hasta aquí. Pero yo creo que al aficionado le esperan unos años bastante interesantes, si es que, repito, se confirma que las marcas de "alta relojería" deciden ocupar ese espacio y lo hacen haciendo valer lo que en su día les hizo lo que en su mayoría ya no son.
Personalmente, sigo esperando que alguna de ellas saque un tres agujas manual, en caja de acero, con un movimiento interesante y por debajo de 10K.
Lo dicho: "seguiremos conectados".
ankor80
Habitual
Verificad@ con 2FA
Decir que el artículo me ha parecido absolutamente literario. Se me ha hecho corto, me he quedado con ganas de más...
Una historia apasionante de una de las GRANDES MANUFACTURAS DE ALTA RELOJERÍA de Suiza, tan injustamente minusvalorada en este "mundillo relojista". Creo que este articulo tuyo y la actitud de los nuevos directores de la marca va a ayudar a devolver a GP al lugar que realmente se merece.
Muchas gracias por este artículo Anton.
Una historia apasionante de una de las GRANDES MANUFACTURAS DE ALTA RELOJERÍA de Suiza, tan injustamente minusvalorada en este "mundillo relojista". Creo que este articulo tuyo y la actitud de los nuevos directores de la marca va a ayudar a devolver a GP al lugar que realmente se merece.
Muchas gracias por este artículo Anton.
- Estado
