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Voy a intentar explicar brevemente el porqué del valor de estas piezas.
No voy a entrar en detalles, pero como resumen tengo que decir que su valor radica en la extrañeza de este modelo, muy cotizado junto con el de las Fuerzas Aéreas Paquistaníes.
En resumen, lo especial de este reloj es que es la mezcla o el summun de la trilogía de oro que dio fama a la marca.
Todo arranca más o menos por el año 57, momento en el que Omega lanza al mercado sus tres modelos emblemáticos con el fin de hacerse con el nicho de los relojes profesionales, es decir, la estrategia de la marca fue ganarse el prestigio mundial creando un reloj que luchara con el mejor modelo del mercado en usos extremos.
En ese momento nacieron el Speedmaster, el reloj de cronometraje para carreras de todo tipo por excelencia (caballos, carreras de coches, hay que recordar y explotar elprestigio de Omega como cronometrador de Olimpiadas,... lo de la luna vino luego), el Seamaster, con un modelo para competir en el segmento de los relojes de buceo profesionales, y finalmente el Railmaster, reloj antimagnético para uso profesional en todas aquellas profesiones en contacto con la electricidad y que tenían el problema del magnetismo, siendo así el gran rival del Rolex Milgauss.
Pues bien, resumiendo mucho, entre 1958 y 1964 a Omega le requirieron la realización de unas series muy cortas de relojes de dotación, la serie peruana y la paquistaní. En concreto, de la peruana, se estima una tirada de sólo 200 relojes en todo el mundo, y su concepción fue una adaptación a las necesidades que le plantearon a la marca desde el ámbito militar. Por un lado debía ser antimagnético (supongo que por posibles imprecisiones que pudieran provocar los instrumentos y baterías de los aviones de la época), y también debía ser un reloj con capacidad de buceo, ya que en una situación de amerizaje o de trabajo en aviones anfibios exigía el contacto con el agua. Es decir, debía ser un reloj resistente a todas las eventualidades que un piloto militar podría sufrir.
Así que Omega planteó un "Flightmaster", usando la esfera, movimiento y revestimientos antimagnéticos del Railmaster (creo que la esfera tiene una capa de cobre, para hacer de caja de Faraday con la esfera es más gruesa de lo normal aislando la entrada de magnetismo por el cristal), y le introdujeron todos los sistemas de protección contra el agua del Seamaster. Siendo así una extraña mezcla de los relojes más emblemáticos de la casa. De ahí su valor.
Edito: tras corregir algunas frases mal escritas por las prisas añado que suprimieron el bisel, ya que un piloto derribado que cae al agua, por ejemplo, no necesita el bisel para calcular los tiempos de inmersión, sino que tiene que tener la suficiente impermeabilidad como para aguantar en el mar varios días a la espera de ser rescatado por alguien.
Lo curioso de todo esto de este modelo tan especial y tan cotizado es cómo no ha sido aprovechado por el marketing de la marca. Viendo lo revolucionario que fue en su época (era un diver y un milgauss al mismo tiempo) era un reloj total, el reloj todoterreno, propio de de los mejores agentes y soldados. por ello, se podría decir que con la historia de este reloj (que hoy ya no es nada revolucionario), podrían haberlo recuperado y haberlo colocado como el verdadero y auténtico reloj para James Bond, un super reloj que es capaz de aguantar cualquier situación de peligro extremo y ser extraordinariamente elegante en las ocasiones formales. Si los de Omega me leen... ya saben.
Voy a intentar explicar brevemente el porqué del valor de estas piezas.
No voy a entrar en detalles, pero como resumen tengo que decir que su valor radica en la extrañeza de este modelo, muy cotizado junto con el de las Fuerzas Aéreas Paquistaníes.
En resumen, lo especial de este reloj es que es la mezcla o el summun de la trilogía de oro que dio fama a la marca.
Todo arranca más o menos por el año 57, momento en el que Omega lanza al mercado sus tres modelos emblemáticos con el fin de hacerse con el nicho de los relojes profesionales, es decir, la estrategia de la marca fue ganarse el prestigio mundial creando un reloj que luchara con el mejor modelo del mercado en usos extremos.
En ese momento nacieron el Speedmaster, el reloj de cronometraje para carreras de todo tipo por excelencia (caballos, carreras de coches, hay que recordar y explotar elprestigio de Omega como cronometrador de Olimpiadas,... lo de la luna vino luego), el Seamaster, con un modelo para competir en el segmento de los relojes de buceo profesionales, y finalmente el Railmaster, reloj antimagnético para uso profesional en todas aquellas profesiones en contacto con la electricidad y que tenían el problema del magnetismo, siendo así el gran rival del Rolex Milgauss.
Pues bien, resumiendo mucho, entre 1958 y 1964 a Omega le requirieron la realización de unas series muy cortas de relojes de dotación, la serie peruana y la paquistaní. En concreto, de la peruana, se estima una tirada de sólo 200 relojes en todo el mundo, y su concepción fue una adaptación a las necesidades que le plantearon a la marca desde el ámbito militar. Por un lado debía ser antimagnético (supongo que por posibles imprecisiones que pudieran provocar los instrumentos y baterías de los aviones de la época), y también debía ser un reloj con capacidad de buceo, ya que en una situación de amerizaje o de trabajo en aviones anfibios exigía el contacto con el agua. Es decir, debía ser un reloj resistente a todas las eventualidades que un piloto militar podría sufrir.
Así que Omega planteó un "Flightmaster", usando la esfera, movimiento y revestimientos antimagnéticos del Railmaster (creo que la esfera tiene una capa de cobre, para hacer de caja de Faraday con la esfera es más gruesa de lo normal aislando la entrada de magnetismo por el cristal), y le introdujeron todos los sistemas de protección contra el agua del Seamaster. Siendo así una extraña mezcla de los relojes más emblemáticos de la casa. De ahí su valor.
Edito: tras corregir algunas frases mal escritas por las prisas añado que suprimieron el bisel, ya que un piloto derribado que cae al agua, por ejemplo, no necesita el bisel para calcular los tiempos de inmersión, sino que tiene que tener la suficiente impermeabilidad como para aguantar en el mar varios días a la espera de ser rescatado por alguien.
Lo curioso de todo esto de este modelo tan especial y tan cotizado es cómo no ha sido aprovechado por el marketing de la marca. Viendo lo revolucionario que fue en su época (era un diver y un milgauss al mismo tiempo) era un reloj total, el reloj todoterreno, propio de de los mejores agentes y soldados. por ello, se podría decir que con la historia de este reloj (que hoy ya no es nada revolucionario), podrían haberlo recuperado y haberlo colocado como el verdadero y auténtico reloj para James Bond, un super reloj que es capaz de aguantar cualquier situación de peligro extremo y ser extraordinariamente elegante en las ocasiones formales. Si los de Omega me leen... ya saben.
Excelente respuesta, muchas gracias.Me llama la atención que en un foro como este se tenga tan poca sensibilidad por los relojes vintage. Verdaderamente me parecen ofensivos los comentarios que dicen que le sobran dos ceros, si a caso tiene algún valor. Es un insulto a la relojería y a su historia insinuar que un Flightmaster de la FAP debería valer como mucho 600€. Y decir que es "igual que un flightmaster normal", cuando nunca existió un Flightmaster "normal".
No sé si 60000€ será un precio razonable actualmente para ese reloj, pero desde luego que no serían razonables ni 600€ ni 6000€, como muy bien ha explicado alexius.
Si no se sabe valorar algo es mejor no decir que es una locura, más aún cuando todos los que estamos por aquí gastamos en relojes mucho más de lo normal. Las respuestas que leo me parecerían más propias de un foro de personas sin nada que ver con la relojería.
El mundo de los relojes vintage es otro mundo dentro del de los relojes. Un mundo en el que un reloj viejo, usado, rayado, golpeado y con la esfera descolorada puede valer miles de euros. Y si se paga es por unos motivos. ¿Burbuja? Puede ser, pero no más que el resto de los relojes. Incluso puede que menos. Son cosas únicas que nunca más volverán a existir, a diferencia de cualquier reloj moderno de los que cada día habrá más y más y más.
Un reloj de dotación militar especialmente diseñado por Omega para este uso, con una producción muy limitada hace 60 años, con una estética ciertamente atractiva aún hoy en día claro que vale dinero. Insisto, no sé si 60.000€ o 30.000€. Pero si otros relojes profesionales de Omega de la misma época se venden por más de 100.000€ sin ser relojes de dotación, no veo por qué algún coleccionista no estaría dispuesto a pagar 60.000€ por un Fllightmaster con todas las piezas originales y bien documentado (que tampoco sé si será el caso de éste).
Es bueno saber que en su momento, alguien quería hacer las cosas bien. (O tal vez, algún comandante quería solo tener un relojazo para él y sus amigos - Es lo que nos han acostumbrado a pensar, lamentablemente)