El primero que lo entendió fue el genio JC Biver cuando se puso a los mandos de TAG-Heuer en 2014, presentando el Connected en poco más de seis meses. Le han seguido Montblanc, Breitling y también Louis Vuitton en esto de los smartwatches de lujo, pero no se les ve nada convencidos porque saben que ese no es el camino. Frederique Constant lo intentó con su "horological smartwatch" con manecillas pero se queda exactamente en eso: intento. Le queda Alpina, que puede posicionar como "reloj pseudo-conectado", del mismo modo que los Tissot T-Touch para Swatch Group, pero en general va a ser difícil que las relojeras tradicionalmente mecánicas se hagan un hueco ahí del mismo modo que los smartwatches lo tendrían difícil para entrar en la relojería mecánica... caso que les interesara, que es harto dudoso.
Francamente, me parece imposible. Producir software de calidad es extraordinariamente difícil. Tanto que ni el principal fabricante de software, Microsoft, es de hecho capaz de hacerlo. Son unos chapuceros de órdago. Apple lo hace mejor y aun así llevan unos años cayendo cuesta abajo.
La barrera de entrada ahora mismo es brutal. Un ejemplo son los móviles. ¿Cuántas veces lo ha intentado Microsoft y han abandonado?
Para lanzar un smartwatch hace falta mucho más que diseñarlo, fabricarlo y meterle algo de software. Y ahora mismo Apple tiene una posición única al diseñar sus propios procesadores (no, no son de Samsung aunque algunos lo crean) y su propio software. El resto básicamente dependen de Google, que de un día para otro puede decidir abandonar Android. Y además Android tiene serios problemas de privacidad.
Seamos realistas: Esto es algo mucho más profundo que la crisis del cuarzo y lleva muchos años gestándose. Empezó cuando se generalizó el uso de ordenadores, que (aunque parezca estúpido recordarlo) son máquinas de propósito general que se programan para convertirse a todos los efectos "en otra máquina". Después llegó el smartphone. Aún recuerdo la "misa" de Jobs explicando que los botones eran absurdos porque cada aplicación necesitaba un interfaz de usuario distinto y por tanto habían decidido que la pantalla fuera táctil.
No son solamente los relojes. Por ejemplo en el sector del audio profesional un ordenador normal y corriente con unos convertidores sustituye a un grabador de cinta multipista que costaba una millonada. Y la reducción de costes no viene solamente por ahí, sino por ahorrarse los considerables gastos de mantenimiento de una de esas máquinas. Las mesas de mezcla digitales se han impuesto en poco tiempo y al incorporar éstas multitud de funciones que antes llevaban a cabo equipos separados la gama de éstos se ha reducido enormemente (ecualizadores, procesadores de dinámica, etc). Además de abaratarse todo porque es mucho más fácil conseguir calidad de audio con procesamiento digital que con carísimos circuitos analógicos llenos de componentes críticos. ¿No se parece esto a la relojería mecánica frente al cuarzo? Es el mismo fenómeno.
Y así podríamos sumar otros tantos sectores.
Yo creo que la relojería mecánica tiene su encanto. Aún tengo en un cajón (y arranca) un Seiko 5 que me regalaron en 1988. El otro día "arreglé" el plexi con un poco de Polywatch (ese reloj ha hecho espeleología y buceo con tubo, el pobre). Y aunque desde luego mi trabajo tiene mucho que ver con la tecnología prefiero los relojes mecánicos porque creo que sigue teniendo su gracia eso de que una maquinilla así funcione aprovechando energía que, digamos, tiro a la basura.
La cuestión es -desde mi punto de vista- que la tecnología se amortiza con cierta rapidez a poco éxito comercial que tengas, lo que te permite jugar con los precios a tu propia conveniencia. Probablemente esos M Kors, los Amazfit y todos los que usan Android paguen lo mismo por el módulo inteligente y luego ya sea cosa de la pantalla o caja que le añadan. Cuantos más se apunten al carro, más baratos se van a vender esos módulos. Y el caso de Marea deja claro que el coste es realmente bajo. En cuanto a DW es un modelo muy maduro: sus proveedores chino ya le hacen una competencia feroz, a veces sin logo y a veces con su propio logo... hora de retirarse a contar los millones ganados.
El problema de eso es que es una "solución" a corto plazo. Si de repente Google decide que no necesita Android se quedarán en porretas. Como, por otra parte, ha pasado con tantos productos tenológicos con una base pobre.
Y en cuanto a márgenes, no se con qué margen jugarán. Un hecho poco conocido, por ejemplo, es que (datos de hace unos 15 años) si se desglosaban los costes y precios de venta de un PC, algo así como un Dell, se veía que Dell se llevaba menos de un 10 % de margen sobre el precio de venta (creo que más cerca de un 5 %) mientras Microsoft tenía un margen de casi un 90 % en el precio al que vendía a Dell la licencia de Windows. Es decir, de un PC de 800 euros se llevaba más dinero Microsoft que Dell. Y no se qué margen se llevaba Intel, pero seguro que también era muy superior al de la propia Dell. Nótese que Apple ha estrenado los portátiles con su propio procesador
bajando precios. Esto a pesar del coste brutal de los años que llevan desarrollando esa línea de procesadores. Ya no pagan la "tasa Intel".
Eso será así mientras queden compradores que crean que pueden astillale un euro más a lo que compren. A esas alturas, comprar relojes como inversión se está convirtiendo en un deporte de riesgo. Como decía aquel broker: "cuando mi asistenta me dice que compre tal o cual valor sé que ha llegado el momento de venderlo todo..."
Yo no creo que vayan a desaparecer. Pero reconozcamos que ha llovido mucho desde los tiempos en los que ibas al colegio todo orgulloso con el reloj que te acababan de regalar tus padres, símbolo de que estabas creciendo, y hace ya bastantes años ese símbolo es un teléfono móvil. Es el signo de los tiempos.
Dicho todo esto: Si a los precios a los que están vendiendo incluso relojes, digamos, no del segmento de lujo (por debajo de 1000 euros) no les salen las cifras, creo que se lo deberían hacer mirar. Claro que a lo mejor llegan a la conclusión de que con un volumen de ventas bajo es imposible vender esos relojes y además mantener servicios técnicos. Pero me cuesta creerlo.