EMO, por mucha nostalgia que se tenga, desde el momento en que se reconoce que un reloj no es un instrumento para medir el tiempo ni para ver la hora, se está firmando su acta de defunción
...pero eso es una percepción subjetiva y, como tal, puede ocurrir que cambie.
Pensemos, por ejemplo, en el deporte (deportes de lucha o artes marciales): todos sabemos que, al igual que un reloj mecánico no puede competir con un cuarzo, un peso mosca no puede competir con un pesado y, sin embargo, ahí están las categorías por peso y, dentro de cada peso, los respectivos contendientes intentando darlo todo. Del mismo modo, ahí tenemos el atletismo y nos sigue asombrando la lucha contra el cronómetro y que Hussain Bolt sea capaz de pararlo en 9.58 pese a tener la certeza de que hasta un miserable ciclomotor es considerablemente más rápido.
En cierto sentido, hemos sido "timados" por la industria relojera suiza cuando abandonaron la lucha por la precisión en los mecánicos (su canto del cisne pudo ser el intento de llevar las máquinas a las 36.000 alternancias) y se embarcaron en el mucho más lucrativo "mercado del lujo". No deja de ser llamativo que el estándar COSC prácticamente no haya cambiado desde 1974.
Una cosa es saber que la precisión de un reloj mecánico no puede igualar la de un cuarzo y otra muy distinta, dejar de intentar llevar la precisión del mecánico siempre un paso más allá, hasta donde sea posible. Dados estos últimos cuarenta años de avances en el diseño asistido por ordenador, ciencia de los materiales, microingeniería... se me hace muy difícil creer que los relojes mecánicos de hoy no pudiesen aspirar a la precisión de los primeros cuarzos, por ejemplo, y que hoy COSC hablase de -4/+6s, no por día, sino por semana o incluso por mes... si hubiese voluntad en ello.
Y ahí, como digo, la responsabilidad está en los fabricantes, que nos han inducido a "mirar para otro lado" y en nosotros, por habernos tragado cebo, anzuelo, plomo y sedal de todo este asunto de "la industria del lujo", los "intangibles" y que "un reloj mecánico no es para dar la hora".
Quizá mañana volvamos a fijarnos en que un reloj sigue siendo un chisme cuya primera razón de ser es dar la hora de la forma más precisa posible y quizá entonces sea más fácil tener claro cuál será el vintage del mañana: "el Rolex Chupatesa de 2023, el primer pulsera certificado +-5 segundos/semana", "el Omega Miratúquécosas de 2029, el primer mecánico +-15s/mes", "el Seiko ConElJapoHemosTopado de 2035, el primer mecánico +-60s/año"... igual que hoy valoramos, por ejemplo, un Longines 30L por el esfuerzo artesanal e ingenieril que supuso diseñarlo y fabricarlo en serie.