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El problema es mutuo. Yo no me exhibo pero no me gusta ocultar como si lo hubiese sustraído. He currado, me lo he ganado y nadie me tiene que pedir explicaciones ni yo darlas.
Esa vergüenzilla que tenemos en el sur de Europa tiene explicaciones basadas en la formación de la moral pública que en lugar de enseñarnos a ser mejores, nos enseñó a ser humildes, pobres y ruines. La moral pública luterana inculca el valor de ser mejor y de esforzarse para conseguir algo más.
Esto explica muchas cosas. En todo caso, creo que no hay que exhibir ni ocultar. Si se ve, se vió. Y en cambio cuando se comparte con otros iguales, mostrar es casi un deber, condicionado desgraciadamente por el deseo del mal ajeno y el temor que esto provoca.
Pues hombre, recurriendo a la “cuenta de la vieja” en vez de a Bourdieu (EMHO, muy bien traído) o a Weber (también), yo diría que la virtud está en el término medio, como de costumbre.
¿Hay algún problema en lucir un Rolex GMT Master II de oro blanco? Pues no, ninguno, me parece muy normal que su propietario esté encantado y orgulloso: yo también lo estaría. Ahora que cada uno debe saber dónde se mueve y lo que le conviene o no le conviene en cada momento y en cada lugar.
Por ejemplo, como todos tenemos muchos relojes, por si acaso, yo no me presentaría con ese en una cena en la que sé que estará un amigo que lo está pasando mal. Y si trabajase en una empresa en la que hay gente muy buena que, lamentablemente, no recibe el salario que merece, como mínimo me plantearía ir al curro con un reloj tan reconocible como un Submariner, pero no tendría el menor reparo en ir con un Explorer, que seguramente nadie reconocería y, desde luego, no sería el reloj que escogería un hipotético mandamás.
La discreción (sin complejos) me parece una cualidad fundamental en todas sus acepciones y en todos los ámbitos de la vida, pero supongo que se puede entender de muy diferentes maneras.
[“Antónimos”: inoportuno, metepatas, inconveniente, desacierto, desliz, impertinencia, inconveniencia, fatuidad, lapsus, ligereza, metedura de pata, patinazo, salida de tono…]
¿El valor de ser mejor o el de mejorar? No es una pregunta capciosa; es que no lo sé
En cierto modo creo que estás en lo cierto, pero de todos modos no considero que la humildad esté reñida con el afán de superación. Lo de la pobreza y la ruindad, la verdad, no lo veo
Coincido contigo: ni exhibir ni ocultar :
Entre esconderse y mostrarse hay un término medio; discreción natural, podríamos llamarlo.
No me oculto cuando voy a un buen restaurante, pero tampoco me gusta una mesa demasiado visible o expuesta en el comedor y huyo habitualmente de las terrazas, sobre todo en mi ciudad, donde conozco a más personas.
Tampoco entro a hurtadillas a un buen hotel, pero no dejo sus cerillas de cortesía sobre el paquete de cigarrillos cuando estoy en una terraza. Bueno, eso no lo hacía antes; ahora ya no fumo
Y lo que sí hago cuando en según qué lugares me tomo una botella un poco "aparatosa" es pedir que me la pasen a un decantador o solicitar una cubitera opaca, según el caso
Básicamente, hago las cosas para mí y sin dar tres cuartos al pregonero. Si alguien se entera, pues bien; si no, pues mejor
Y con los relojes, igual
Pues hombre, recurriendo a la “cuenta de la vieja” en vez de a Bourdieu (EMHO, muy bien traído) o a Weber (también), yo diría que la virtud está en el término medio, como de costumbre.
¿Hay algún problema en lucir un Rolex GMT Master II de oro blanco? Pues no, ninguno, me parece muy normal que su propietario esté encantado y orgulloso: yo también lo estaría. Ahora que cada uno debe saber dónde se mueve y lo que le conviene o no le conviene en cada momento
Por ejemplo, como todos tenemos muchos relojes, por si acaso, yo no me presentaría con ese en una cena en la que sé que estará un amigo que lo está pasando mal. Y si trabajase en una empresa en la que hay gente muy buena que, lamentablemente, no recibe el salario que merece, como mínimo me plantearía ir al curro con un reloj tan reconocible como un Submariner, pero no tendría el menor reparo en ir con un Explorer, que seguramente nadie reconocería y, desde luego, no sería el reloj que escogería un hipotético mandamás.
La discreción (sin complejos) me parece una cualidad fundamental en todas sus acepciones y en todos los ámbitos de la vida, pero supongo que se puede entender de muy diferentes maneras.
[“Antónimos”: inoportuno, metepatas, inconveniente, desacierto, desliz, impertinencia, inconveniencia, fatuidad, lapsus, ligereza, metedura de pata, patinazo, salida de tono…]
Todos conocemos a alguien que pidió un dinero extra en la hipoteca para pagar un coche de lujo.
Hay gente que pide préstamos para poder participar en las comparsas de Carnaval.
He estado dentro del mundillo de las motos HDs y hay mucha gente que se gasta mucho dinero en personalizar su moto, muchísimo.
Ando en bici y hay mucha gente que se compra bicis de más de 6000 euros, hay ruedas de 3.000 euros que veo frecuentemente en marchas cicloturistas, etc, etc, etc...
¿Tengo yo que dar explicaciones a alguien por tener uno, dos o tres Rolex?
(Conste que yo no tengo ninguno)
Todos conocemos a alguien que pidió un dinero extra en la hipoteca para pagar un coche de lujo.
Hay gente que pide préstamos para poder participar en las comparsas de Carnaval.
He estado dentro del mundillo de las motos HDs y hay mucha gente que se gasta mucho dinero en personalizar su moto, muchísimo.
Ando en bici y hay mucha gente que se compra bicis de más de 6000 euros, hay ruedas de 3.000 euros que veo frecuentemente en marchas cicloturistas, etc, etc, etc...
¿Tengo yo que dar explicaciones a alguien por tener uno, dos o tres Rolex?
(Conste que yo no tengo ninguno)
Buena reflexión y gracias por compartir.
Lo implícito del artículo es que presume individuos quieren mostrar algo: un lujo sofisticado. No es cualquier lujo, es un lujo que requiere un conocimiento o una audiencia específica. Requiere un foro.
Es una forma de llevar al terreno relojeril el presupuesto bourdiano del "gusto legítimo" (aquí podría ser la "alta relojería"), y que se distingue del lujo o gusto vulgar (aquí serían relojes con adiciones de diamantes u oro, que no requieren audiencia específica).
El artículo está muy bien escrito, y es elegante, pero en el fondo los argumentos subyacentes no dejan de ser de primero de sociología.
En las respuestas citando a otros foreros se comenta algo sobre Bordieu y Weber, pero no encuentro esos mensajes citados! no sé por qué motivo.
Dejando aparte a Bordieu que es un genio, la mención a Weber (que no he podido leer) imagino que vendrá por los comentarios acerca del "sur de Europa" y lo de mostrar o no el éxito económico en sociedad, como se reconoce éste a nuestro alrededor, la envidia y eso. Sólo apuntar que pese a que no se niega su tremendisima importancia, "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" de Weber está ya hoy en día "bastante superado" en el análisis sociológico. Esto lo digo sólo para que no caigamos en la autoflagelación como europeos del sur que somos, frente a los del norte, afición flageladora muy extendida, demasiado, entre nosotros.
Recomiendo otra lectura, más clásica si cabe, sobre el consumo conspicuo: Thorstein Veblen, "Teoría de la clase ociosa", también de primero de sociología, pero mucho más ameno y elegante que Weber... sólo para entendidos como los no-rolex
Calla.. yo tengo unos calcetines azul marino marca Ralph Lauren, pillados tirados de precio en un outlet.Pues tengo unos calcetines Tommy Hilfiger,,y por suerte nunca me dio por llevar los pantalones "remangados"
Vamos a ver campeones: leo que a la mitad no les gusta fardar de reloj, apenas los enseñan, los disfrutan en la intimidad, que no los sacan de casa... Narices! El hilo diario, en hilo de inventario en cada marca, los hilos de enseñar cajas enteras, presentaciones de "mi nuevo reloj"... aqui todos tenemos un punto de exhibicionista. Quizás exhibimos entre expertos, pero exhibimos! Es un tipo de exhibicionismo elitista, sólo para supuestos entendidos. Ahora tengo dudas si es meior o peor que el exhibicionismo ante ignorantes.......
Entre esconderse y mostrarse hay un término medio; discreción natural, podríamos llamarlo.
No me oculto cuando voy a un buen restaurante, pero tampoco me gusta una mesa demasiado visible o expuesta en el comedor y huyo habitualmente de las terrazas, sobre todo en mi ciudad, donde conozco a más personas.
Tampoco entro a hurtadillas a un buen hotel, pero no dejo sus cerillas de cortesía sobre el paquete de cigarrillos cuando estoy en una terraza. Bueno, eso no lo hacía antes; ahora ya no fumo
Y lo que sí hago cuando en según qué lugares me tomo una botella un poco "aparatosa" es pedir que me la pasen a un decantador o solicitar una cubitera opaca, según el caso
Básicamente, hago las cosas para mí y sin dar tres cuartos al pregonero. Si alguien se entera, pues bien; si no, pues mejor
Y con los relojes, igual
No es por nada, pero lo que describes es, literalmente, esconderse.