bilhana
Milpostista
Sin verificar
Primero llegó el reloj de bolsillo del que iba a obtener el calibre. No sabía para que reloj, ni tan siquiera conocía la marca, lo compré porque siempre viene bien tener un Unitas 6498 si sale a buen precio. Ya llevaba meses en mi caja cuando descubrí que la marca Arsa, (Auguste Reymond SA) era el origen de Unitas. Los calibres de esta manufactura se cuentan por decenas en mi cajón, pero no tenía ninguno producido para la marca de la propia manufactura.
Después Roland Kemmer incluyó en su catálogo un nuevo modelo de esfera. Era una de las clásicas, pero con la tipografía renovada. Una Marine, fundamental en la historia de la relojería, inspirada en los relojes empleados en buques a los que se exigia exactitud y legibilidad. La historia del Arsa se estaba convirtiendo en la del «Poor Man Marine Black»...
Cuando el proyecto «Marine Black» ya estaba en manos de Javier y en marcha llegó el momento de buscar la correa. La exótica piel de raya se ha convertido en la nueva tendencia de la moda, he leído por ahí que brinda un toque de clase, estilo y distinción a los accesorios fabricados con ella, así que, a pesar de que la piel de raya le da menos aspecto de «Poor Man», el «Marine Black» vestiría ese cuero tan fashion,...
…que resulta que se emplea desde hace siglos para las armaduras de los Samurai, el Yoroi, y para los mangos de las armas de estos míticos guerreros del Japón fuedal, la katana y el wakizashi. Y es que la antigua cultura nipona cree que llevar esta piel otorga buena fortuna, prosperidad y buena salud. La piel de raya, 25 veces más resistente que la de bovino, se denomina en japonés, Samegawa.
Creía que el calibre era uno de tantos y resultó que era el origen de un clásico. Creía que la esfera era nueva, pero era también parte de la historia relojera. Creía que el único mérito de la correa era estético, pero esa piel está conectada con algunos de los mitos de una sociedad ancestral... Sin ninguna premeditación, sin intencionalidad ni preparación o planificación, creía que simplemente estaba haciendo otro reloj, y resultó que era el «Black Marine Samegawa».
Después Roland Kemmer incluyó en su catálogo un nuevo modelo de esfera. Era una de las clásicas, pero con la tipografía renovada. Una Marine, fundamental en la historia de la relojería, inspirada en los relojes empleados en buques a los que se exigia exactitud y legibilidad. La historia del Arsa se estaba convirtiendo en la del «Poor Man Marine Black»...
Cuando el proyecto «Marine Black» ya estaba en manos de Javier y en marcha llegó el momento de buscar la correa. La exótica piel de raya se ha convertido en la nueva tendencia de la moda, he leído por ahí que brinda un toque de clase, estilo y distinción a los accesorios fabricados con ella, así que, a pesar de que la piel de raya le da menos aspecto de «Poor Man», el «Marine Black» vestiría ese cuero tan fashion,...
…que resulta que se emplea desde hace siglos para las armaduras de los Samurai, el Yoroi, y para los mangos de las armas de estos míticos guerreros del Japón fuedal, la katana y el wakizashi. Y es que la antigua cultura nipona cree que llevar esta piel otorga buena fortuna, prosperidad y buena salud. La piel de raya, 25 veces más resistente que la de bovino, se denomina en japonés, Samegawa.
Creía que el calibre era uno de tantos y resultó que era el origen de un clásico. Creía que la esfera era nueva, pero era también parte de la historia relojera. Creía que el único mérito de la correa era estético, pero esa piel está conectada con algunos de los mitos de una sociedad ancestral... Sin ninguna premeditación, sin intencionalidad ni preparación o planificación, creía que simplemente estaba haciendo otro reloj, y resultó que era el «Black Marine Samegawa».