Es que en el caso del oro, resultaría evidente a todas luces. Y por ello formula valida.
En el caso del acero, por la suma de componentes, al final habrá una diferencia por pequeña que sea, un par de gramos ya dispara las alarmas. Rolex utiliza acero 904 L más pesado, pueden no coincidir pesos de bisel cerámico, del zafiro, los apliques de esfera y agujas del original son de oro blanco macizo que pesan el doble (como tu mismo dices) que las rodiadas, y así sumando un poquito de aquí y de allá, alguna diferencia habrá.
Se copian en acero de 904 L, siendo los menos, mayoritariamente en 306 L, pero en cualquier caso una cosa es un tipo de aleación de acero y otra el peso final que tendrá la pieza original.
Los calibres no pesan lo mismo tampoco. Dará otra desviación pequeña, pero la dará, o en cualquier caso de nuevo, queda mucho más limitado a piezas "extraordinarias" en las que tengan que preocuparse de algo que en realidad nadie comprueba, pero que bien conocido por el ´publico podría ser útil. No existe una cultura de controlar el peso, a eso me refiero, siendo lo común fijarse en todo aquello que en realidad copian perfectamente en las mejores copias. La gente ve al trasluz una coronita grabada al laser en el zafiro y empieza a pensar que es auténtico. Luego desmonta el brazalete para comprobar que está grabada en la caja la referencia del modelo y su número de serie y si le cuadra va siguiendo con el resto de controles que conoce, como la referencia del brazalete que coincida con la que corresponde al modelo de caja, los contrastes internos del cierre, las leyendas en la esfera por ubicación, tamaño y tipología, etc., y todo eso llega a tener niveles de copia muy altos. Te vas confiando, confiando ... y compras.
Estaría bien que en nuestra cultura relojera, tengamos más presente acudir al SAT con el vendedor, o que vendan con certificado (que también se falsifican por cierto!!)