Estoy de acuerdo con algunas cosas que comentáis. El fanatismo religioso es utilizado por muchos como un medio para conseguir sus objetivos, pero hay un trasfondo histórico, económico y cultural que va mucho más allá.
Francia e Inglaterra ganaron la guerra. Siria e Irak fueron el resultado de la división de fronteras que los vencedores acordaron, puramente por intereses estratégicos y económicos. Primero ejercieron el control directo sobre esas tierras y, hasta el día de hoy, han tomado partido en todas las batallas que allí han ocurrido debido a la inestabilidad generada (fronteras nuevas, aparición de Israel, disputas religiosas, guerra fría, invasiones varias, armas de destrucción masiva, bloqueos económicos, kurdos contra suníes contra chiíes contra islamistas...).
Imagino que todo esto se estudia en las escuelas de oriente medio, y con una visión mucho más parcial que la que yo conozco. Las heridas siguen muy abiertas y, lo que es peor, se siguen abriendo. Este tipo de ataques, también en mi opinión, responden a actos de guerra. No son sólo fanáticos con el cerebro lavado. Es un tema mucho más complicado.
Lo único que tengo claro es que la tragedia del viernes nunca debió haber ocurrido y siento enormemente el dolor de todas esas personas y familias que se han visto envueltas en ella.