Hola compañeros, antes de dar por finalizada esta etapa relojera, quería escribir unas lineas, a modo de epílogo, para ilustrar un poco mi paso por esta afición y, como no, por este magnífico foro. La decisión de apartarme, al menos una temporada, no es baladí, si no que se ha convertido en algo necesario para, por decirlo de alguna manera, hacer un "saneamiento mental".
Cuando una afición empieza a convertirse en una obsesión y deja de aportar satisfacción para producir ansiedad, hay que pararse a recapacitar. En mi caso, había llegado un momento en el que la compra de relojes, aunque nunca llegó a ser compulsiva, ya no me producía satisfacción, mas allá del momento de la mera búsqueda de la pieza. Cuando el reloj llegaba a mis manos, sencillamente, ya no sentía nada, tan sólo una ligera sensación efímera de bien estar. Era el momento de parar.
Han sido muchos años de ilusiones y satisfacciones, aun recuerdo, allá por el 2008, cuando esperaba con impaciencia la llegada de mis primeros Seikos desde Singapur, abrir el paquete era como descubrir un tesoro... Cada semana, cambiar de reloj se convertía en un bonito ritual, y mirar como la caja iba creciendo poco a poco me llenaba de orgullo. A la vez, mi participación en el foro se iba haciendo cada vez mayor, de la misma forma que mis conocimientos sobre horología aumentaban.
Después, como si de un proceso obligado se tratara, empezaron a llegar piezas más caras y, con ellas, la necesidad de vender las que ya no me interesaban. Fueron unos años de vorágine "sostenible" en los que, la pérdida de una pieza en pos de conseguir otra mejor, apenas me suponía ningún quebradero de cabeza.
Posteriormente llegó la calma, conseguí cierto equilibrio durante un tiempo, comprando y vendiendo de vez en cuando para mantener viva la afición, pero sin que ello supusiera necesidad alguna. Sin embargo, y esto llega sin darte cuenta, poco a poco empecé a sentir que nunca era suficiente, cada vez me duraba menos la satisfacción de tener un reloj nuevo y siempre quería otro, y otro, y otro... Hasta que decidí parar por primera vez. Me deshice de la mitad de la colección y me quedé con los que más me ponía.
Aquello fue un punto de inflexión porque nunca más volvió a ser lo mismo. Aunque había "saneado" la caja, no estaba tranquilo, así que hice una segunda "quema"... Pero las compras y ventas posteriores, lejos de proporcionarme tranquilidad, me generaban ansiedad y arrepentimiento, no sabía si estaba haciendo lo correcto o me estaba volviendo loco. Y si, realmente, me estaba volviendo loco...
Decidí que tenía que poner fin a esto, para lo cual debía empezar a racionalizar mi afición a los relojes, lo cual, como comprenderéis, es muy difícil . Me dije, al final ¿cuanto usas tus relojes?
. La respuesta era sencilla, muy poco. Mi forma de vida (trabajo, deporte, etc.) me lleva a usar un smartwatch la mayor parte del tiempo, por lo que el "tiempo de muñeca" dedicado a los relojes se ha ido reduciendo a vacaciones, semanas libres y fines de semana, y no todos.
El hecho de ver los relojes en la caja y no poder usarlos me hacía obsesionarme, así que decidí buscar la pieza que siempre había querido, un Omega Seamaster Coaxial cerámico, y vender el resto, bueno, todo todo no
. Finalmente me he quedado con 4, un Seiko Samurai albino que compré en Nueva York cuando me casé allí y, por lo tanto, es invendible, un Orient Tritón que vendí y recuperé porque me encanta, el Breitling Colt que, aunque intenté vender, está destinado a quedarse conmigo y, como no, mi ansiado Seamaster
Pues nada amigos, sólo me queda daros las gracias a todos por formar parte de esta comunidad, por vuestra participación en los hilos que creé y, sobre todo, por darme horas y horas de entretenimiento a lo largo de todos estos años.
Esto en realidad no es una despedida, solamente un paréntesis hasta que me sienta capaz de volver a disfrutar de esta afición de forma sana, como al principio. Se que no soy el primero que se ha visto obligado a tomar esta decisión, ni seré el último. Probablemente, este sea un proceso por el que todos o casi todos, de una forma u otra, pasaremos alguna vez...
Un abrazo a todos!