¿Habéis visto alguna vez un desfile de ropa de alta costura? Pues es lo mismo. Las grandes firmas presentan modelos imposibles, que hasta a esas diosas que son las modelos les caen fatal. Y la gente se pregunta si eso se lo pone alguien. Evidentemente no. Un ejemplo cercano: La ropa de pasarela de Agatha Ruiz de la Prada. Nadie se viste de mamarracho, como van esas modelos, para ir a cenar un viernes. Es pura mercadotecnia. Luego, en la vida real, uno se encuentra diseños de Agatha hasta en la sopa (literalmente). Por supuesto, mucho menos exclusivos y mucho menos excesivos. Lo que B&R hace con este engendro es, simplemente eso. Por cierto, los diseñadores de moda también dicen memeces metafísicas para justificar una manga o una solapa.