La joyería de la calle Uría era Casaprima, una institución. Solamente vendía Rolex y Patek-Philippe. Nunca admitió otras Marcas. Su escaparate era espectacular. Atracaron dos veces, era fácil pues la fachada era de cristal de arriba a abajo, lo rompían y se llevaban el escaparate. En la segunda vez, el propietario Adolfo Casaprima se puso malo del disgusto, creo recordar que tras el atraco salió en ambulancia del local y murió en el Hospital a los pocos días. Cerró (sus hijos) pocos meses después.
Uno de sus hijos, del mismo nombre, continua en el sector, tiene una joyería de antigüedades, excelente, en Oviedo calle del Rosal.
Ha habido más atracos Rolex en Asturias, desgraciadamente; pero no es cuestión recordarlos ahora aquí
Edito más para añadir una palabras de apoyo y ánimo a Javier Ulibarri, una magnífica persona, con gran afición, seriedad y siempre en dedicación a sus clientes.