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¿Qué hacer si te usan o te piden la pluma?

  • Iniciador del hilo PARKER51
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  • #76
Mi jefa directa usa pluma, sabe tratarlas.
Al resto ni agua.
Mis plumas no se tocan, ni las Lamy Safari presto menos que sea a otro usuario entendido.
 
  • #77
Por lo que leo hay opiniones para todos los gustos. A mi también me ha pasado, y hubo dos ocasiones mencionables. Una con la MB149 y un cafre que intentó abrirla por tracción. Lo pasé de pena. Nunca volví a llevar esa pieza a la oficina, y aunque no hubo daños ni secuelas perceptibles en la pieza, me pasé días remirándola y haciendo todo tipo de pruebas hasta que me quedé a gusto. En otra, la víctima fue una sencilla Parker Vector que en paz descanse. La culpa fue mía claro, por dejarle la pieza a un cenutrio imberbe de 11 años que, sin ninguna precaución, la dejó caer de punta contra el suelo de terrazo (si al menos hubiera habido alfombra o parquet, quizá se hubiera salvado). Desde entonces me cuido mucho de llevar plumas de estima al trabajo o sencillamente no las llevo. Nunca las llevo en el bolsillo de la camisa, sino en un estuche en la cartera, e intento que estén bajo control todo el tiempo posible. Por suerte mis compañeros ya saben de qué va el tema y no tengo problemas. Si dejo algo es un boli, y si no me queda más remedio que dejar la pluma a alguién curioso que no sea de absoluta confianza, me quedo tan cerca, adopto tal postura de perro al acecho veloz y procedo a detallar tal retahila de graves consecuencias monetarias y morales si se producen daños, que no tardan en devolverla con gran alivio.
No obstante, tendríamos que ser un poco más tolerantes. La única forma de que la gente de nuestro entorno llegue a conocer y valorar estos maravillosos instrumentos es que los prueben y que los usen con libertad. En mi casa suelo ofrecer a quien quiera, probar con las que tenga cargadas en ese momento, siempre sentados a la mesa y con todos los cuidados que podaís imaginar. De esas pruebas me gusta pensar que ha nacido algún aficionado moderado.
Es una superstición eso de que las plumas se estropean si las dejamos a alguien sólo por usarlas un momento, si así fuera, no tendríamos comercio de seguna mano.
El principal problema que veo es que la mayoría de la gente joven no ha usado una pluma en su vida y ni siquiera saben como sujetarla. A la mayoría ni les gusta la experiencia y desde luego, casi ninguno ve sensato pagar lo que algunas valen. Me encanta la reacción de algunas personas cuando se enteran del precio de lo que tienen en las manos (y no hace falta que sean cosas especialmente costosas).
Tenemos que animarnos a dejar controladamente y bajo supervisión férrea algunas de nuestras piezas para crear nuevos aficionados, que con el tiempo puedan mantener o aumentar la demanda de estos objetos, de no ser así, es posible que al paso de algunas generaciones se acaben convirtiendo en meros objetos de colección, y eso sería una pena.
 
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