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EMHO, no hay mito, sino realidad, especialmente para los diésel.
Hay filtros, pero no hacen milagros si se saturan (en el mejor de los casos el combustible deja de circular y lo hace en menor caudal del necesario) y, por otra parte y tal y como ha dicho el compañero, hay algo peor que los residuos: El agua,
que es el peor enemigo de un sistema de inyección diésel.
¿Para qué motor es más conflictivo? Para los diésel por su mayor complejidad mecánica y muy superiores exigencias de los sistemas de inyección. Un gasolina de inyección directa inyecta su combustible a 100 bares de presión (en algún caso menos), pero los modernos sistemas common-rail, los más extendidos hoy día en diésel, llegan incluso a 1800 bares, estando lo normal sobre 1500 bares, y esa presión se consigue a base de comprimir el combustible e inyectarlo mediante inyectores con orificios finísimos para una mejor pulverización y rendimiento energético. Si apuramos depósitos, los residuos van al filtro (que no puede hacer milagros, y alguna partícula sólida siempre pasa), de ahí a la bomba que lo comprime en la rampa de inyección (si hay residuos, éstos van estropeando la bomba) y de ahí a los inyectores, llegando a obstruir parcial o totalmente algún orificio del inyector, que pierde rendimiento con la consiguiente avería (hablamos de que un inyector diésel moderno puede costar a partir de 350-400€). Es más, en mercados como Canarias donde el combustible no está tan refinado como en la península, marcas como Toyota "recomiendan" desmontar depósito, lavar a fondo y volver a montar cada 100000 km. Dicha "recomendación" no es especialmente cara, pero supone que para un profesional (taxista, etc...) se cubran de por vida las sustituciones de inyectores, problema que afectó bastante a la marca hace unos años y que hoy, tras cambio de filtros, adelanto de su sustitución y con el lavado del depósito, parece disminuido a niveles asumibles por una marca como Toyota, adalid de la fiabilidad.
Pero el agua es incluso peor, porque reseca las juntas y las partes móviles del sistema de inyección, con la consiguiente avería. Es más, muchos vehículos montan filtros de gasoil que llevan un sistema de purga del agua que se debería vaciar en periodos más cortos que su sustitución, y eso mucha gente no lo sabe, como tampoco sabe que el sistema de inyección diésel es lubricado por el propio combustible, y de ahí que a mayor calidad de combustible mejor lubricación, y viceversa. ¿Qué pasa si echamos gasoil a un coche de gasolina? Que si es en gran cantidad no arrancará. Si es poca cantidad y se mezcla con la gasolina el vehículo echará una humareda como nunca hemos visto, pero no suele haber averías serias (nada más allá de un vaciado de depósito y purga del circuito de alimentación). Pero si echamos gasolina a un diésel, lo primero que se rompe es precisamente la bomba de inyección, porque no hay lubricación. Pues lo mismo pasa, pero de manera progresiva, por echar combustible de mala calidad, por apurar depósito, etc...
No conviene, como bien ha dicho otro compañero, repostar cuando el camión suministra a la gasolinera porque se revuelve toda la porquería del fondo de los tanques, y acaba en tu depósito. Si no hay más remedio, yo echaría lo mínimo (5-10€) y llenaría en otra gasolinera.
Y es más aún: Hay marcas que recomiendan a los profesionales no apurar más de la mitad del depósito (que en un diésel moderno da para hacer tranquilamente 400-500 km en ciudad) para prevenir averías. Así que...