Cuidadín que Albufera era una mezcla de insoportable y... otra cosa, pero que por algún motivo yo apreciaba y hasta le hecho de menos. Básicamente desde su estilo brabucón siempre vi a una buena persona con mucho de sobreactuación. Me hubiera tomado unas cervezas con él aunque nunca sabré si para darle un abrazo o dos collejas.
En el debate que nos ocupa últimamente, es cierto que veo paralelismos entre uno y otro y eso implica mi aprecio por ese estilo inclasificable y provocador, pero o la terapia le ha ido muy bien o es un puto genio cambiapieles.