Penndelton
Forer@ Senior
Sin verificar
Hace cosa de unas tres o cuatro semanas, la hermana de un buen amigo me regaló un reloj. Se presentó en mi despacho con el paquetito y me lo dio. "No hacía falta molestarse, por dios" dije mientras abría en envoltorio que dejó entrever una V que no era precisamente la de Vacheron y un poco más abajo la palabra mecanique. "Madredelamorhermoso" dije para mis adentros. "Muchísimas gracias", muac, muac. "Adiós, adiós"
La verdad es que el diseño es atractivo y resultón, pero ya está. Un semiesqueleto tricompax (día de la semana, día del mes e indicador de 24 horas tan minúsculos que son inservibles) bastante grueso, con una carrura que muestra esas ondulaciones transversales típicas de las latas de tomate frito. Corona y dos pulsadores con un tacto tan blandengue que asusta apretarlos. Fondo visto y cristal que lo mismo hasta es de zafiro, porque le metí un buen rasponazo (involuntariamente que conste, aunque el inconsciente nunca descansa, eso ya se sabe) y ni se inmutó. De la decoración del movimiento mejor ni hablamos. La correa sí está bien, lo mejor del reloj sin duda.
Como no me gusta devolver ni cambiar regalos, me lo quedé. Lo usé unos cuantos días y empiezo a notar un ruidito raro. Miro el fondo y ¡coñe! el rotor se ha ido a tomar viento y algo hace clin clin. Jodó, sabía que estas cosas no eran muy buenas, pero ¿tanto? El caso es que tampoco abomino de la marca, tengo un par de ellos de cuarzo que van la mar de bien, pero parece que lo mecánico queda por encima de sus posibilidades. Lo llevé donde lo había comprado, que además son buenos amigos, y me dicen que mejor lo cambian directamente. "No merece la pena mandarlo a arreglar porque ni lo intentan". Normal, pensé.
Volví a casa con él puesto, comprobé que funcionaba, que el rotor seguía en su sitio y directo a la caja con los demás a ver si se le pega algo.
En fin, que lástima de doscientos cincuentaytantos napos. Esa pasta me habría servido de empujón para poder haberme hecho con alguna cosilla que tengo vista por estos pagos.
Cosas que pasan.
La verdad es que el diseño es atractivo y resultón, pero ya está. Un semiesqueleto tricompax (día de la semana, día del mes e indicador de 24 horas tan minúsculos que son inservibles) bastante grueso, con una carrura que muestra esas ondulaciones transversales típicas de las latas de tomate frito. Corona y dos pulsadores con un tacto tan blandengue que asusta apretarlos. Fondo visto y cristal que lo mismo hasta es de zafiro, porque le metí un buen rasponazo (involuntariamente que conste, aunque el inconsciente nunca descansa, eso ya se sabe) y ni se inmutó. De la decoración del movimiento mejor ni hablamos. La correa sí está bien, lo mejor del reloj sin duda.
Como no me gusta devolver ni cambiar regalos, me lo quedé. Lo usé unos cuantos días y empiezo a notar un ruidito raro. Miro el fondo y ¡coñe! el rotor se ha ido a tomar viento y algo hace clin clin. Jodó, sabía que estas cosas no eran muy buenas, pero ¿tanto? El caso es que tampoco abomino de la marca, tengo un par de ellos de cuarzo que van la mar de bien, pero parece que lo mecánico queda por encima de sus posibilidades. Lo llevé donde lo había comprado, que además son buenos amigos, y me dicen que mejor lo cambian directamente. "No merece la pena mandarlo a arreglar porque ni lo intentan". Normal, pensé.
Volví a casa con él puesto, comprobé que funcionaba, que el rotor seguía en su sitio y directo a la caja con los demás a ver si se le pega algo.
En fin, que lástima de doscientos cincuentaytantos napos. Esa pasta me habría servido de empujón para poder haberme hecho con alguna cosilla que tengo vista por estos pagos.
Cosas que pasan.