txus
Milpostista
Sin verificar
Todos hemos oído alguna vez la manida frase de "a mi nunca me ha tocado nada" pues bien, en esta ocasión a mí, sí me ha tocado.
Hace algunos años que soy suscriptor de la revista MDT, tiempo atrás he tenido la suerte de ser elegido para acudir a eventos relojeros en mi ciudad, cosa que no me supone un gran esfuerzo logístico. Recuerdo como grata sorpresa mi primera toma de contacto con los cronos B&R algunos modelos de esta marca me resultan especialmente atractivos.
Todo esto es "pecata minuta" comparado con lo que voy a contar. Resulta que MDT nos brindó la oportunidad (a suscriptores) de acceder a un sorteo de plazas para visitar la factoría de Breitling Chronometrie en La Chaux de Fonds. Tras unos sencillos clicks me inscribí telemáticamente para tal fin.
Un buen miércoles recibo una sorpresiva llamada de Josep desde la redacción de MDT dándome la enhorabuena por haber sido uno de los agraciados en el sorteo y advirtiéndome que debería hacer una provisión de fondos (para el billete de avión) antes del viernes.... Entre la emoción y la alegría surgen las dudas porque los días de la visita me tocaba trabajar.
Tras múltiples gestiones a golpe de wasap, algunas finalmente a deshoras, saltándome los protocolos reglamentarios, contactando con varios compañeros y con mi sección de personal, explicando lo precipitado de la situación, pidiendo favores y cambios, finalmente le alinean los astros para poder disponer de los días 8 y 9. Vía libre, ya puedo ir a Suiza.
Día 8, 13 h: Lugar de encuentro los mostradores de Swiss Air del aeropuerto de BCN. Allí me planto puntualmente y preguntándome cómo iba a reconocer a los demás ya empiezo a ver caras familiares (el nuestro es un mundo relativamente pequeño) y confirmo mirando las muñecas para ver piezas especiales. Después de un breve almuerzo en el aeropuerto nos embarcamos rumbo a Genève donde nos esperaban para llevarnos a Neuchâtel.
Hotel Beau Rivage, no tenéis más que buscar online para ver que es algo de categoría, a partir de ahí toda la visita estuvo en consonancia, nos colmaron de atenciones sin reparar mucho en gastos. Ya lo veréis.
Tras un paseo por la rivera del lago Neuchâtel y por el casco antiguo disfrutamos de una espléndida cena en el mismo hotel con la compañía por parte de nuestros anfitriones de Valerie y Cris . Tras deleitarnos con platos en plan "grande cuisine" versión Suiza surgieron comentarios para ir a tomar una copa (incluso había un cabaret cerca) pero los frikis relojeros somos así, nos das a elegir entre un espectàculo femenino o un reloj y nos vamos a por el reloj. Todos a dormir.
Si es que somos todos iguales...
Al dia siguiente tras el desayuno-buffet del hotel nos embarcamos rumbo a La Chaux de Fonds donde nos recibió Fabrice y nos guió con sus explicaciones por toda la visita, también nos acompañó Rafa y nuevamente con Cris y Valerie. Lamentablemente durante la visita sólo nos dejaron hacer fotos de las zonas comunes, fuimos siguiendo el proceso productivo de los movimientos y relojes.
En la factoría Breitling la bandera española ondeaba en nuestro honor.
Antes del inicio de la visita un pequeño briefing de bienvenida.
Como se comentó por allí, momento pitufo. Todos con patucos para no dejar suciedad exterior.
Iniciamos la visita vajo estricta vigilancia.
Desconocía que el 100% de la producción Breitling tiene el certificado COSC, estamos hablando de unos 170000 relojes al año, en ese sentido valoro positivamente los controles de afinación que se siguen en las diferentes fases de producción hasta el final en el que vuelven para atrás los que no están dentro de parámetro.
Sobre la visita a la línea de producción podría dar bastantes detalles pero al no tener fotos ilustrativas es complicado explicarlo. Deduzco que en esta factoría está exclusivamente el montaje del calibre "in house" B01 pudimos recorrer la mayor parte de procesos de elaboración.
El B01. Ese puente de volante tiene una forma que me recuerda al de mi esqueleto en la Mercé, vacié los puentes por los exteriores.
Disculpad el mal enfoque de estas fotos.
Me gustaría mencionar algo que no me deja de sorprender, en todos los lugares o puestos de trabajo hay aparatos para medida de precisión, así se controla la producción y las tolerancias, es algo lógicamente obsesivo pero no me deja de sorprender.
Casi al final de la visita entramos en una sala donde encontramos un refrigerio entre una muestra de modelos históricos.
Por otro lado me sorprendió ver el automatismo para comprovar el juego de ruedas y el "afinissage" con equilibrado dinámico del volante incluido, esto demuestra el nivel de los expertos con los que se cuentan.
La maquinaria que pudimos observar era en general de las más modernas que existen en esta indústria pero también pudimos ver antiguas herramientas y fresadoras que dan una idea de la tradición de esta casa relojera.
Al final de la visita accedimos a una show room donde estaban todos los modelos (o casi) y donde pudimos trastear con todos los que deseamos a placer. (Foto de MDT).
Para acabar esta narración respecto a la parte de la visita debo decir que me gustó ver cómo se le iluminó la cara a Fabrice al preguntarle por cuándo íbamos a ver un rattrapante Breitling. Le gustó mi pregunta y sin aventurar una fecha me confirmó lo que es totalmente lógico, ya que ahora tienen su propio movimiento cronométrico es cuestión de tiempo que se vayan incorporando nuevas complicaciones entre ellas esta que acabo de mencionar.
En nuestra despedida de la fábrica recibimos diferentes presentes de merchandising Breitling.
Después de la visita, como colofón un impresionante almuerzo en una típica granja Suiza. El recibimiento fue todo un acontecimiento, un hombre ataviado con un traje típico tocó algunas piezas con su trompa de los Alpes, después algunos pudimos probar este instrumento entre las risas de los presentes. A continuación nuevamente nos deleitamos con unos platos exquisitos y sublimemente preparados.
Tras el almuerzo vuelta al aeropuerto en autocar para embarcarnos de regreso a casa. Hay que decir que el pasaje de avión fue el único gasto que tuvimos que cubrir los asistentes, todo lo demás fue a cargo de Breitling.
Nada más que decir, simplemente animaros a que volváis a visitar este tema porque si recibo permiso para usar fotos de otros lo iré actualizando y añadiendo información si hubiera algo que se me haya pasado por alto. Gracias a Breitling, gracias a MDT y saludos cordiales a todos los que me acompañaron en este fantástico viaje.
Y gracias a todos por haber llegado hasta aquí y por vuestros comentarios.
Saludos.
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