Otra reflexión...
Llevo mucho tiempo en este foro aunque participando muy poco en él. Os he seguido bastante y a veces, me ha surgido una pregunta de forma reiterada tras las palabras y comentarios de algunos.
He visto lo que para muchos es coleccionar, los síntomas de lo que llamáis CRI, las compras anunciadas con fotos y ventas rápidas del reloj comprado, … en definitiva, <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /><st1ersonName w:st="on" ProductID="la Obsesión">la Obsesión</st1ersonName> que para muchos es la compra de un reloj y el estar escribiendo sobre ellos de forma permanente, buscándolos en internet y viviendo para ellos.
Y yo digo lo siguiente: ¿acaso todo ello genera bienestar? ¿Acaso no será todo lo contrario? Y todo esto es ya al margen del mundo de los relojes, pudiendo generarse esta situación con cualquier otro objeto o circunstancia de la vida.
A mi me gustan los relojes; es más, tengo unos cuantos que me encantan y aparte, colecciono otras cosas, pero de veras que no entiendo el hecho de estar tan encerrado en algo como para descuidar otras cosas más importantes. Eso es una conducta obsesiva que genera en la persona la necesidad de estar todo el día pensando en algo hasta que lo consigue; y cuando llega el momento del “triunfo” por haberla conseguido, surge la, digamos, infelicidad de ver que fue más grata la búsqueda y el momento anterior que el hecho mismo de poseer lo codiciado.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o></o>
Esto que digo no significa que el hecho de coleccionar deba generar dicha situación, ni que los coleccionistas sean una panda de obsesivos compulsivos (lo cual es una enfermedad, sin lugar a dudas), pero haberlos hailos y estoy absolutamente convencido de que aquí hay más de uno que entiende lo que digo.
En resumen: los que tienen un carácter de semejante naturaleza busca ocupar el tiempo en los relojes (o en otra cosa) ante la incapacidad de llevar una vida libre de ataduras.
He querido escribir esto por si a alguno de aquí le ayuda y, por favor, que no se me entienda mal.
Un saludo desde el Infierno.
Desde mis muy escasos conocimientos de psiquiatría, y según tengo entendido, es frecuente entre los rasgos de la personalidad de los varones, la tendencia hacia lo que se denomina
neurosis obsesiva, del mismo modo que la tendencia del género femenino hacia la
neurosis histriónica.
No se trata en ningún caso de enfermedades mentales, sino de rasgos de la personalidad que, de agudizarse en el sujeto, entiendo que son merecedores de tratamiento. Por el contrario, la
neurosis obsesiva, en dosis “normales” estimula y ha estimulado a la humanidad a lo largo del tiempo de tal modo que, sin esa tenacidad y “ocupación mental” que comporta, muchos de sus logros no hubieran sido tales al desvanecerse los mismos en el tránsito del proyecto a la obra material.
Pienso, por tanto, que esa dosis de
neurosis obsesiva que nos ocupa a muchos varones, consiste en el estímulo adecuado que explica que, en general, seamos más nosotros que ellas, los que nos encontremos inmersos en mayor o menor grado (es imposible generalizar de un modo absoluto) en aficiones como la que nos ocupa. Naturalmente, estoy describiendo patrones de comportamiento muy generales y, en consecuencia, con toda clase de excepciones.
Pues bien, sólo una dedicación tenaz a la afición de que se trate, puede procurar la profundización en su conocimiento. Si además esa afición traspasa el terreno teórico para adentrarse en el práctico, como sucede con los relojes, son casi inevitables las experiencias erróneas –de las que, por cierto, se aprende muchísimo- y consiguientes conductas correctoras que explican ciertas ventas cercanas a la fecha de compra del reloj.
Ciertamente, también las que denominamos “compras compulsivas” o no suficientemente meditadas, llevan muchas veces al mismo resultado…
Todo esto es absolutamente normal en cualquier afición de la índole de la que nos ocupa y, más aún, si va acompañada de ciertos rasgos de personalidad del sujeto que alimenta dicha afición.
Está claro por otra parte que, cuando todo ello se desborda y el sujeto pierde de vista la escala de valores y prioridades comúnmente aceptada, en tiempo y dinero, hacia esta afición, sería el momento de ponerle fin, por sí mismo o con ayuda de un tercero profesional. Por lo menos, mi pretendido sentido común así me lo dicta.
Creo que MAURIN no trataba de generalizar, sino que más bien, y con mejor o peor fortuna, en vista de las contestaciones que se le han dado, se refería a estos últimos, a los que podríamos denominar coloquialmente como “desmadrados”, que puede que los haya en el foro, no digo que no, pero que yo personalmente sería incapaz de identificarlos, pues aunque me precio de conocer a muchos de sus integrantes, ni los conozco a todos, ni a la mayoría de los que conozco, los conozco lo suficiente como para aseverar tal extremo.
De todos modos, la reflexión de MAURIN, como tal y como yo la entiendo, no me parece mal, dejando de lado eso de “la incapacidad de llevar una vida libre de ataduras” pues me sugiere un planteamiento ascético o místico de la existencia encomiable pero que, desde luego, me parece a todas luces fuera de lugar en el entorno precisamente de este foro y de esta afición. Por lo demás pienso que no debería molestar a casi nadie… (si me llaman “cojo”, puede que me ofenda, tan sólo si soy cojo de verdad), aunque también comprendo e incluso comparto la mayoría de los puntos de vista mostrados en los distintos post de este hilo.
¡Saludos!