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Fíjate que yo no soy tampoco de dorados pero el Reverso de oro sí me gusta mucho.Dorado no, fácil la respuesta. Si fueran al revés tampoco querría el dorado.
Como lo que debes es adaptar el regalo al evento que celebras te daré un par de consejos. En primer lugar cualquiera de los dos relojes le hace al caso, elegancia, sobriedad y representación. Simplemente como ya te han dicho opta por el Tank mecánico y te diría yo por el Gran Reverso, tiene más visibilidad salvo que seas de manos pequeñas.
Pero el consejo importante de verdad no es optar entre ambo modelos, los dos son un acierto, es que los 50 son la edad de tener criterio para lo que te parezca. Muchos dicen que no al "dorado", pero a los 50 sí al oro sin dudarlo, porque lo puedes poner a diario o cuando quieras, porque lo sabes cuidar, porque tienes canas para hacer lo que te parezca, al fin y al cabo dejaste atrás los 30 y los 40, décadas que entre las obligaciones y el postureo te hicieron pasar por muy estrechos caminos, ahora ancha es Castilla. Ya puedes elegir el coche que quieras, aunque sea de viejos, y si es de jovencitos también, no eres un anciano. Y en relojes pasa lo mismo, vistes el oro y no eres un snob o un nuevo rico, no es falso, no es chapado, no es un dispendio.
Así que lo que tu bolsillo y tu gusto manden, y tu capricho si lo quieres por qué no. Y aunque las bodas sean de plata, puesto que hablamos de piezas con valor sentimental y que lo merecen, por mi parte sí al oro.
Y que conste que el Reverso pide acero por su estilo art decó, pero se cumplen los 50 para tomarse ciertas libertades.