Uy,pero es que te diría que ninguna persona, no ya del rock, sino del ámbito artistico en general, ha sido tan salvajemente criticada y fiscalizada como Dylan…
En el 64 le empezaron a dar tortas por dejar de escribir canción protesta y liarse a escribir de sus cosas, y además utilizando un lenguaje que no entendía ni Dios. Un año después, del 65 al 66 le ponían a parir y le abucheaban en todos sus conciertos por tocar con una banda eléctrica (la que posteriormente se convertiría en el gran grupo The Band) en vez de en formato acústico. En el 67 se retiró y volvió en el 68, en plena era de desenfreno hippie psicodélico haciendo country y cantando a la vida familiar. Así hasta mediados de los 70. Y otra vez a ponerle a parir (hasta con manifestaciones en su casa) por evitar estar en la vanguardia de la revolución cultural.
Y luego se hizo cristiano radical a finales de los 70 y se dedicó a rezar en los conciertos, sermonear al (muy escaso) público y sacar discos de rock cristiano. Otra vez a darle por acabado…
Así podemos seguir, con interludios como su actuación ante el Papa (fijaos, se ha arrodillado, debería ser el Papa el que se arrodillara ante él! Clamaron unos… hipócrita! Tanta protesta e inconformismo para acabar besándole la mano al papa, aullaron por el otro bando…)
Y así hasta hoy,
en el que unos suecos pensaron que estaría guay hacerse fotos con Dylan en vez de aguantar una hora de discurso plomizo de un señor mayor cabreado como Roth y le dan un premio que ya había dicho que no quería. Y de nuevo a criticarle, en el 99% de los casos desde el desconocimiento más absoluto de su trayectoria (es fácil saber si alguien sabe de lo que habla si se detecta en su discurso que considera a Dylan un cantautor protesta a lo Joan Baez cuando su perfil responde más al del creador alternativo y marginal tipo Tom Waits o Randy Newman).
Pero vamos, pocos se pararán a pensar, no ya en los episodios arriba referidos que pueden ayudar a comprender su postura de don t give a fuck frente al mundo, sino en que es un artista inclasificable al que es absurdo andar poniendo etiquetas de urbanidad como si de una vedette pop (o de un aspirante al nobel normal) se tratara.