Partiendo de la base de que nadie se rasga las vestiduras, hablando de relojes mecánicos, por la imprecisión de los mismos, (dentro de un orden), yo me alineo con lo expuesto por Johannes en su interesante y bien argumentada nota.
La precisión, en buena lógica, debe ser uno de los principales, si no el principal, baremo de valoración de un reloj. Si no, parece que entramos en la curiosa espiral muy acertadamente expuesta también por el compañero Cufais.
Lo que me llama la atención es que haya aficionados que, según parece, a la hora de valorar un reloj, presten más atención a la decoración del calibre que a la precisión de la máquina...
Y no me vale, ni me parece de recibo, ese curioso desdén (a veces casi despectivo) con el que se aconseja a los que valoramos la precisión de estas máquinas que nos compremos un reloj de cuarzo.
Eso, en mi opinión, no deja sino de ser una forma de demostrar desprecio por el propio leit motiv fundamental que explica la existencia y el desarrollo de estas maravillosas máquinas que son los relojes mecánicos.
Por otro lado y como ya se ha señalado, acaba resultando, fruto de esta actitud, casi grotesco que haya máquinas de menos de 150 Euros (caso del célebre Mako por citar un ejemplo reconocido en este foro) que les dan sopas con onda en este ámbito a relojes que valen 10 veces más.
En estos casos no sé si dar la enhorabuena al propietario del reloj más caro por su indolencia y despreocupación, o al fabricante por tener clientes tan fáciles de sastisfacer.
Saludos a todos.